Oraciones  a San Cucufato

¡Oh Grandioso y Benevolente San Cucufato!, Me han dicho que eres el mejor para hacer que las cosas perdidas aparezcan de nuevo. Con Santa Inés del Monte y tu magnánima protección, lograré conseguir lo que desde hace días se me ha perdido.

Pero con este humilde pañuelo te amarro los huevos y hasta que (aquí se dice el objeto que queremos encontrar) no aparezca no te los voy a desatar. (Inmediatamente cuando el objeto se encuentre se deben desatar los nudos, porque se puede enfadar).

Con esta humilde plegaria para hallar eso que tanto he necesitado y está perdido, con todo gusto y amor encenderé una vela verde y con infinito fervor oraré de hinojos ante tu altar para pedir tu comprensión y bondad y lograr que aparezca eso que tanto tiempo lleva perdido.

He perdido (aquí se expresa lo perdido), quiero recuperarlo, y si antes no muero y con este nudo amarro sus cojoncillos, ¡Oh San Cucufato!, y atado queda, hasta que (de nuevo se dice lo perdido) vuelva a mis manos. Amén.

¡Oh Grandioso San Cucufato! El amor de mi vida decidió irse de mi vida sin dejar un rastro seguro donde poder buscarla y declararle todo el amor que llevo por dentro, como ella se lo merece.

Me ha dejado envuelto en una tristeza eterna que no he podido superar. Pero ¡Oh Milagroso San Cucufato! He decidido recuperarla(o) porque es mi amor perdido. Por eso acudo a ti, para que me ayudes a conquistarla(o) de nuevo. Quiero que venga hacia mí y se fije nuevamente en mis sentimientos.

Haz que se acerque deseablemente. Hazle ver que la(o) estoy esperando con ansias para retribuirle todo el amor que puedo ofrecerle y hacerla(o) feliz. Oye esta plegaria y bendíceme con este ruego de amor, porque mi alma ya no aguanta más tanta soledad y desolación.

Por favor, atráela(o) hacia mí, para ofrecerle mi amor puro y sincero. La(o) necesito urgentemente Señor Mío. Siento que me falta una parte de mi existencialidad y por eso me siento incompleto(a). Solo deseo recuperar honestamente el amor que solo esa persona puede darme y tenerla a mi lado para amarla infinitamente.

¡Oh Bondadoso San Cucufato! Añoro contar con tu confianza, sobre todo ahora que estoy seguro(a) de lo que siento por esa persona, cuyos arrebatos son impredecibles y las dudas me agobian por todos lados. Agradezco que me oigas y perdones mis pecados. Amén.

¡Oh Bondadoso San Cucufato! Tú que te has erigido como el Patrono de las Cosas Perdidas, cuyo manantial de amor y compasión perpetua lo entregas a todos tus devotos. Bendice mi existencia con la dádiva del amor que tanto deseo y hazme este milagro que tanto deseo ver cumplido, porque he perdido mi cartera con todos mis documentos de identidad.

Obséquiame ¡Oh Amado San Cucufato! La fortaleza necesaria para ser una mejor persona cada día y para convertirme en un ser más amoroso y piadoso, además de fuente de amor como tú siempre me lo has demostrado, para poder encontrar todos esos papeles desaparecidos, que para mi vida son esenciales.

Ayúdame a encontrarlos para continuar mi camino sin tropiezos por el resto de mi vida, y tomando de ahora en adelante las debidas precauciones para que este hecho no se repita, recreándome un mundo mucho más sano y feliz para todos a partir del hecho de resguardarlos con copias suficientes.

Pongo en tus manos ¡Oh Amantísimo San Cucufato! Mis documentos en tus sagradas manos, con la fe y la esperanza de que pronto aparecerán a corresponderme con su amor y y mis días de nuevo serán alegres, como antes lo había experimentado.

Bendecido San Cucufato, aquí estoy ante tus pies, de hinojos, rogándote para que esos documentos perdidos aparezcan lo más pronto posible, pues puedo ser victima de robo, fraudes, falsificación de firmas y quien sabe que otra acción ilícita en mi contra. Permite que los pueda recuperar pronto. No me abandones. Amén.

¡Oh Amadísimo San Cucufato!, tú que eres fuente de amor y sabes muy bien lo que significa perder las llaves de nuestros vehículos, bendíceme en esta hora aciaga y permite que las pueda recuperar de nuevo para seguir mi vida con tranquilidad. Te lo imploro Santísimo San Cucufato.

Hoy, ante ti te confieso que quiero ser el canal de tu bondad para multiplicar sabiamente tu gloria y hacer de este mundo un lugar mucho más habitable por nosotros tus hijos, que como yo hoy la incertidumbre me embarga al sentirme desprotegido y sin vehículo.

En este momento de mi vida, donde la incertidumbre y las dudas e inseguridad  me abruman, quiero suplicarte que me ayudes a encontrar esas llaves perdidas y continuar mi vida en tu camino de amor y entrega hacia el prójimo.

Bienaventurado San Cucufato, solo te pido que intercedas por mi ante el Dios Padre Bondadoso y le recuerdes mi petición. Tú que eres el Patrono de las cosas perdidas, y sabes bien que en este mundo un vehículo es esencial y una ayuda muy grande para la paz existencial, permite que aparezcan por fin y me reconforme mi día a día, para así sentirme realizado como ser humano entregado a tu amor. Amén.

¡Oh Amadísimo San Cucufato!, Tu ardiente amor por Dios, tu elevada virtud y tu gran caridad hacia el prójimo, te hicieron un Santo digno y respetable, con poderes milagrosos, gracias a tu intermediación con nuestro Jesucristo Amado.

Por ese motivo tan sinigual, hoy un inmenso milagro espero de ti, que siempre has empeñado tu palabra, la que siempre está lista para interceder ante la solicitud de quienes están con problemas en su relación conyugal. Las plegarias fervientes hacia ti nunca han sido dirigidas a ti en vano.

¡Oh Milagroso San Cucufato!, confiando en tu infinita bondad, te ruego que mi amada esposa aparezca de nuevo para darle paz, estabilidad y fortalecimiento a mi matrimonio, además me concedas la gracia de tenerla nuevamente a mi lado. Te agradezco me hagas la caridad, porque ¿No eres tú el Santo Patrono de las Cosas Perdidas que amas sin condición a Jesucristo?

¡Oh Amadísimo San Cucufato! Deja que mi amada esposa se digne a volver nuevamente a su hogar y que su mirada se vuelva hacia mi corazón, que solo guarda el amor más puro, para siempre colmarla de afectos y caricias, al lado de nuestros amados hijos.

Tú que siempre tuviste tu corazón repleto comprensión, coméntales de nuestra fe y alegría a los oídos del maestro Jesucristo ¡Oh, háblale!, pero que esa palabra y la gratitud de nuestro corazón sean solo las tuyas! Amén.

¡San Cucufato Bendito!, tú que ayudas al que está turbado y angustiado, te pido me ayudes en este momento de angustia cuando mi hijo casi está a punto de sucumbir. ¡Sé cuánto eres de fuerte! Por eso agradezco tu ayuda para que me permitas recuperar a mi hijo que se ha perdido en el mundo de las drogas sin  dejar rastro.

Así como puedes perseverar en la búsqueda con tu poder, así te ruego Santo Bendito; que me acompañes en esta mala hora y estés a mi lado y me ayudes a recuperar a (se dice el nombre del hijo perdido), quien ha desaparecido y quiero que de nuevo voltee su mirada hacia mí y se quede enteramente conmigo, para reestablecer nuestro relación.

Permite que yo pueda encontrarlo y recuperarlo con mis palabras y la ternura de mi amor de padre. Haz que se comprometa a quedarse y a afianzar esta hermosa relación familiar. No aguanto más tanta desesperación y angustia. Sé que no tengo fuerzas ni el poder para convencerlo solo.  Pero con tu ayuda todo se puedo lograr.

Por esta razón, te suplico humildemente ¡Oh Amadísimo San Cucufato!, me metas la mano en este momento. Ayúdame a alcanzar esta gracia e impedir que esta relación de padre e hijo se acabe para siempre. No lo permitas. Amén.

¡Oh Sacrosanto y Venerado San Cucufato! Por el inmenso amor que alberga tu  corazón, para enfrentar todo el mal de la vida, hoy te ruego que en esta hora angustiosa y de dudas, ablandes el corazón de mi Madre que ha estado desaparecida por mucho tiempo.

Mi San Cucufato  Piadoso, tú que adoras a Jesucristo, hoy te suplico, que por el valor que mi Madre posee para mí, me la protejas y hagas que regrese para amarla con todo mi corazón. Sé que por rebelde y soberbia anda desaparecida, pero  recuperarla es lo único que deseo.

Pero ¡Oh Milagroso San Cucufato!, para lograrlo necesito el perdón de Dios por mi mal comportamiento con ella. Lo necesito  sinceramente para reiniciar como hijo un nuevo comienzo con ella, lleno de amor y sinceridad. Cólmame de tu bondad mi San Cucufato  Santificado. No me desampares nunca ni permitas que las mentiras, alejen de mi lado a mi madre, porque es lo más importante y valioso que tengo en esta vida. Gracias Infinitas. Amen.