Oraciones a Dios en Búsqueda de Calma

¡Benevolente Padre Amado! Por las mañanas reflexiono sobre los Emigrantes y la angustia que deben sentir sus padres. Por ellos quiero pedirte que les des la calma que tanto anhelan por todos ellos. Ampara a todos esos hijos que decidieron emigrar y alejarse de nuestras vidas.

Protégelos Dios Padre Amado, donde quiera que estén. Hazle saber que tú eres indispensable para ellos, y permite que en sus senderos congenien con buenas personas que los atiendan y les bríndenlo que necesiten, para que vivan con dignidad y respeto frente a ti.

Te imploro con sincera fe, que en esos momentos de meditación, la paz, la tranquilidad y la calma cubran a sus padres, que solo desean que protejas a sus hijos e hijas que transitan por esos mundos impredecibles.

Nunca los dejes solos por donde transiten. Colócale a su lado a nuestro amado Jesús para que los pueda orientar y amparar en tu sacrosanto nombre. Bendícelos a ellos por esos caminos solitarios y llena de calma a sus adorados padres y familiares. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Querido Dios Todopoderoso! Hoy en buscado la calma y me siento con fuerzas para agradecerte por permitirme vivir lleno de vida junto a mis seres queridos. Cada vez que abro mis ojos al despertar, con una sencilla oración, reflexiono un instante porque el hecho de estar vivo ya es ganancia.

Darte las gracias es una constante en mi vida que me lleva a la calma. El don de la vida es el regalo más bello y significativo que tú nos has podido dar, y recibirlo con extrema calma me sirve de aliento de vida y me fortalece junto a mis seres más amados.

¡Santificado Dios Padre Amado! Siempre te estaré agradecido por concederme el derecho a nacer, vivir y disfrutar en santa calma. Una calma que hay que buscarla en la oración. Y por tu generosa bondad debemos agradecer por todos los días, pues es un privilegio que nos has otorgado para valorarla y disfrutarla. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Bendecido Dios Padre Omnipotente! Estoy en búsqueda de la calma que necesito y mientras tanto reflexiono sobre tu poder y clamo humildemente a tu bondad para que nuestros hijos puedan postrarse frente a ti, limpios y confiados en tu grandeza.

Ante tantos peligros, como las drogas y la delincuencia, busco la calma orando y suplicándote que no me los dejes solos, hoy que la crisis moral, social y económica se ha hecho más fuerte. Por estas razones quiero clamarte en calma por su protección. Dales a todos ellos la calma y la armonía para que vivan en un mundo feliz.

A esos hijos que desde pequeños se ven obligados a trabajar, concédeles la calma y la dicha de contar con alimentos, techo y abrigo cuando transiten por esas calles y se enfrenten a sus contingencias.

Ampáralos de cualquier violación íntima o por recibir una formación errada sobre la sexualidad, llegando a perder incluso su inocencia y ser presas fáciles de los espíritus maléficos.  

Y no me descuides a quienes son formados sin tu presencia y sin tus enseñanzas y han quedado huérfanos de ti, de tu amor y el cariño de sus progenitores. Te ruego, le regales todo el amor para que sus almas vivan en calma y se transformen y alcancen su bienestar y felicidad. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Dios Padre Altísimo Misericordioso! Hoy la naturaleza me ha inspirado para buscar la calma que tanto necesito. La dicha es inmensa al recorrer las calles y deleitarme con el increíble escenario de la belleza terrenal: eso me llevó a buscar la calma y disfrutar toda tu mágica creación…

¡Oh Altísimo Redentor y Protector de mis espacios! Sin embargo, la tristeza me invade cuando veo a muchos  destruyendo tu creación sin importarles todo tu esfuerzo por darle sentido a la vida, porque la insensatez, la inconciencia, la injusticia y otros males, se imponen ante toda tu generosidad.

Tú, que eres el Altísimo y eres puro amor, que sacrificaste a tu Jesucristo por nosotros, concédeles el perdón. ¡Como despreciar a quien con tanto empeño nos dio la salvación a través de su muerte!, Solo tú eres conocedor de la verdadera esencia de la naturaleza y la vida. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Mi Dios Grandísimo y Benefactor! ¡De los Dioses! Aturdido me levanté esta mañana, y en medio de mis tormentos, quiero clamar a tu magnánimo poder por todas aquellas personas que pierden la calma cuando sufren angustiosamente por sus dolencias físicas ante tantas enfermedades que nos agobian.

¡Oh Magnánimo Dios Padre! Infúndeme tu poder para inspirar la calma y poder sanar con mis palabras de aliento a cada persona sufrida. Permite que de mi boca solo broten frases de vida, de compasión y aliento; que sean palabras para destruir la muerte y todo aquello que haga daño a nuestros seres amados.

Que de mis labios solo emerjan frases para bendecirlos donde todo tu radiante poder, me sirva para expresarme en tu nombre y colme de inmensas bendiciones y calma, en riquezas espirituales y materiales, a todo aquel que me oye humildemente.

Por eso, en este momento tan especial, donde el encuentro contigo me vuelve la calma para acabar con mis angustias, con esta sincera oración enaltezco tu energía espiritual de sabiduría con mis manos abiertas, proclamando la grandeza de tus milagros y bondad, con la que nos sentimos venturosos por tus favores cumplidos. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Por Siempre Todopoderoso Señor! Con el fin de buscar la calma tan deseada, imploro tu inmenso poder para que me ayudes a pagar mis deudas y apremios. En este instante he decidido que la prosperidad me bañe. Lo decreto, a pesar de la situación que cada día se vuelve más compleja y sumamente difícil de poder sobrellevar.

¡Amadísimo Creador del Mundo! Tú sabes que todas las crisis nos dejan enseñanzas. Por eso te suplico, me des calma para poder controlar mis gastos e invertirlos responsablemente. Seguro, estoy que lo puedo lograr y sé que tú estás ahí y me vas a apoyar haciendo que brote una cosecha de bendiciones para toda la familia.

Al cielo elevo mis súplicas, a tu poder celestial, deseando recibir nuevas y gratas bendiciones que has preparado para este bello día. Estoy convencido de que vienen en camino muchas bendiciones de prosperidad para arreglar mis dificultades económicas.

Agradecido Señor, estoy por socorrerme y concederme lo que te pido. Ayúdame a tener la calma, siempre puesta mi fe y en tu glorioso poder eterno; que las carencias monetarias por tantas deudas desaparezcan desde hoy. Por los siglos de los siglos. Amén.