Oraciones a San Pancracio Para El Amor, Los Negocios, Dinero Y Más

(I)

Glorioso mártir de nuestro Señor Jesucristo, amable protector y redentor mío, San Pancracio, ya que el Señor siempre escucha tan favorable y atentamente tus ruegos, socorriendo en gran manera espiritual y temporalmente a quienes desde tu Santidad piden tus gracias por tu intercesión, atiende hoy esta humilde petición.

(II)

Es una súplica sumisa ante la confianza, la misericordia y la bondad de Dios el Altísimo, apoyado serenamente en tu poderosa protección, elevo al firmamento en mi presente necesidad. (Haz la petición que se desea conseguir). Amen.

(I)

Ya que tu inmenso amor a Dios te animó frenéticamente a ofrecer magníficamente la vida como prueba fehaciente de la fe, consigue para mí este mismo amor y esta enorme fortaleza en la práctica y en la revelación de la fe.

(II)

Para obtener tu perpetua protección sobre mí y sobre mi familia, te brindo ser fiel en el acatamiento de la ley de Dios y en las obligaciones de mi estado, y me preocuparé de agradarte con la frecuente recepción de los santísimos Sacramentos, sirviéndole a Dios y ayudado por ti, espero disfrutar de tu amistad y tus consejos en el cielo. Amén.

(I)

El dinero que con tanto esfuerzo ganamos, lamentablemente se diluye como el agua corre entre las manos. Y hoy es tan ineludible para mantener nuestras angustiantes vidas, que ya comienzo a desesperarme y a sentir que las deudas y las necesidades comunes me ahogan.

(II)

Por eso acudo a ti, San Pancracio. Ayúdame a conseguir dinero. Que jamás falte en mi sencillo hogar, y que siempre gocemos de una buena economía. Por eso, me dirijo a ti, Oh Magnánimo San Pancracio. Sin temores ni riesgos. Lanza la moneda en mi camino. Otórgame este deseo. No por mí, sino por mi familia. Sé que no nos abandonarás. Amén.

(I)

El amor lo veo en todos lados, es la como la fuerza del espíritu santo, merodea en cada esquina, en cada rincón de nuestras casas. Pero desafortunadamente yo no lo tengo; mi pobre y angustiado corazón sufre en silencio, calla perenemente y desea compartir su amor.

(II)

Pero, Oh grandioso San Pancracio, la mujer deseada e indicada aun no hace acto de presencia ni en mis sueños. No aparece. Ayúdame, milagroso San Pancracio, haz que la esencia del amor florezca en ella y colócala en los senderos de mi camino o guíame a él.

(III)

Sin arrogancia, sin orgullo y siempre postrado a tus pies, solo te agradezco que me llenes de inmensa sabiduría para poder ganarme y conquistar su anhelado amor. Es todo lo que necesito y sé que me ayudarás Amén.

(I)

La angustia y el desespero me apuñalan en estos días aciagos. La pandemia, las enfermedades, la hiperinflación galopante que no se detiene, la falta de medicinas, transporte y efectivo, nos tienen muy golpeados. Por eso en este momento, te ruego, te imploro y te necesito Oh milagroso San Pancracio. Angustiado y sin energías, requiero que intervengas en mi vida. Con tu bondad e infinita misericordia, sé que podrás sanarme.

(II)

Coloca tus manos benditas sobre mi cuerpo con el don divino de tu espíritu y cólmame de miles de bendiciones para que pueda conseguir eso que tanto deseo (Para Qué Usarás La Suerte).  Es lo único que hoy he decidido pedirte. Porque después de obtenerlo y conservarlo, puedes quitarme ese don.

(III)

Solo lo necesito por un tiempo. No me dejes solo ni de noche ni de día. No me dejes solo en esta aciaga madrugada. Vela por mi y por mis seres queridos Amén. 

(I)

Para muchos, la maldad siempre está al acecho destruyendo la vida de muchas almas indefensas, comenzando por la salud, despojando lo más preciado de este mundo: la vida.

(II)

Por eso en este amargo momento, me encomiendo ante ti San Pancracio y encomiendo a toda mi familia y a todos mis amigos para que nos protejas y por siempre impidas con tu poder que la salud nos abandone en el transito hacia al camino de la muerte material. No espiritual, porque te juro que desde ese instante estaré contigo. Amén. 

(I)

El esfuerzo, el sacrificio, la dedicación, el desgaste tanto mental como físico, me agobian con tanto trabajo. Pero este es el sustento de todas las personas en mi hogar. Lo necesitamos para sobrevivir en estos tiempos de escasez y especulación. Mi trabajo no solo es importante.

(II)

Es una parte de mi felicidad, que me llena de mucha satisfacción. Por eso lo quiero encomendar a ti San Pancracio. No consientas que lo pierda, porque mi vida entraría en una crisis existencial.

(III)

De nuevo te pido, que me ayudes a conservarlo por mucho tiempo más y me des la dicha y la sabiduría para hacer las cosas como debo y cuidar mi de él. La envidia y las almas forajidas y sin escrúpulos, deambulan por mis alrededores, y de esas tengo que protegerme en tu nombre y en el nombre de Jesucristo y del Dios Altísimo.
Amén.

(I)

Magnifico y Humilde San Pancracio, he comenzado este camino de negocios y sé que debo transitar en medio de tantos riesgos y peligros, pero lo hago con mucha fe y confianza en tu misericordia porque sé que es lo mejor para mí y mi familia.

(II)

Este negocio que encomiendo a ti, estoy seguro que nos sacará adelante y hoy lo pongo en tus manos milagrosas. San Pancracio, solo te pido, con el corazón en la mano, que nos conduzca sabiamente hacia al éxito y lo resguarde de mis acérrimos enemigos.

(III)

Resguárdalo amado San Pancracio, porque es nuestro único y valioso sustento. Convencido esto, que contigo a nuestro lado nada saldrá mal, y, por el contrario, la abundancia y la prosperidad podremos verla en tiempos muy cercanos.  Amén.

(I)

Hoy de nuevo recurro a tu bondad con mis peticiones, milagroso San Pancracio, para que nos ayudes en esta situación desesperada. Esta sencilla oración te la dedico San Pancracio en este momento crítico por el cual atravesamos.

(II)

Los golpes de la vida pueden hacernos sentir turbados, inseguros, tambaleantes, y dudamos de nuestras propias fuerzas ante estos proyectos ambiciosos. Pero confió en ti San Pancracio. Hoy lo grito al mundo entero. Eres mi esperanza, San Pancracio. Te lo ruego, escucha esta mi plegaria (Explicar Situación). Ayúdame a salir de esta horrible situación de incertidumbre.

(III)

Concédeme la fuerza necesaria para seguir luchando, mas no permitas que el mal triunfe en esta batalla, donde tu y yo enfrentamos las energías del mal. Oh, excelentísimo San Pancracio, hijo de Dios, por favor, llévame a la victoria. Este es mi clamor mas sincero. Estoy convencido que me ayudarás porque jamás me has abandonado y se que ahora tampoco lo harás. Amén.