Oraciones A Santa Ana

¡Oh Amadísima Santa Ana! Madre de nuestra Virgen María, fiel creyente y eterna enamorada de nuestro Dios Padre creador de todo el universo y dador de vida, especialmente a todas las mujeres del mundo, a quien le diste la dicha por obra y gracia del espíritu santo, para que tu amado hijo fuese engendrado por la Virgen María y con su gracia, nos salvara a todos.

Hoy acudimos a ti para que nos ayude a liberarnos del pecado original y con tu magnánima voluntad atiendas el llamado de nuestro corazón, colmado del deseo de concebir un hijo, para amarlo y cuidarlo como lo hizo la Virgen María y su padre José.

Clamamos por tu bondad infinita para lograr este anhelado sueño y poder lograr un hogar humilde, repleto de amor y de tus bendiciones, para que mi hijo(a) crezca plenamente feliz, mientras lo orientamos sabiamente y educamos en el camino de la fe y esperanza.

Amada Santa Ana, abuela de Jesús llena de amor y vida, apóyanos como lo hizo nuestro Dios padre con la inolvidable Sara, amantísima madre de Isaac y con la entrañable Ana, madre de Samuel. Por eso, te rogamos bendigas nuestros cuerpos de mujer y que la fertilidad renazca en nuestros vientres con armonía y salud, dándonos la gracia de engendrar nuestro hijo. Amén.

¡Oh Gloriosa Santa Ana!, Hoy quiero que me envuelvas con tu manto iluminado, lleno de amor y humildad, para agradecerte un inmenso favor, concediéndome la dicha de una sana maternidad, al igual como lo hiciste con nuestra Virgen Amada María. Hoy quiero acudir a ti, ¡Oh Santa Ana! Para pedir tu ayuda y que podamos cumplir nuestro sueño de ser padres.

Mi esposo y yo solo deseamos concebir con amor a nuestro tan esperado hijo.

¡Oh Misericordiosa Santa Ana!, Te queremos dar las gracias porque estoy convencida que me colmarás con esta hermosa bendición, que espero tenga una respuesta positiva tuya. Tú estás siempre en nuestros corazones, como signo de nuestro eterno gran amor y agradecimiento hacia tu sagrada bondad. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Bienaventurada Santa Ana! En este momento de dudas, clamo a ti para que valores mi suplica y me colmes con tu luz blanca de buenas noticias relacionadas con mi tan esperado embarazo.

Así como lo hizo con nuestra amada Virgen María, así quiero que suceda. Ayúdame con tu intervención ante Dios para que mi esposo y yo podamos cumplir uno de los roles más importantes: poder concebir lo más pronto posible un hermoso hijo o hija, como fruto de nuestro gran amor.

La fe en tu poder divino siempre la tengo, creyendo ciegamente en tu bondad y la rápida respuesta con la que actúas frente a las peticiones relacionadas con la maternidad. Hoy clamo ante ti por un parto feliz, agradeciéndote desde ya, pues sé que mi petición tendrá una respuesta positiva.

Venerada Santa Ana, siempre estarás en nuestros corazones y te prometo que también estará en el alma y corazón de nuestro futuro hijo, como señal de agradecimiento perpetuo por esa dicha. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Amadísima Santa Ana! Ante tus pies oro para suplicar tu intersección ante tu hija, Virgen amada de la dulce espera, pues he puesto mi vientre en tus manos con todo el deseo y amor hacía ti desde mi corazón, porque creo ciegamente en tu infinita bondad.

¡Oh Benevolente Santa Ana! Hoy te pido que cumplas mi deseo. Por esa razón, imploro tu clemencia en esta hermosa oración, para que, en la dulce espera, me ayudes con la gracia de ser madre y tener una maternidad plena de salud y armonía.

Hoy te suplico que intercedas por mi ante Dios todopoderoso, para que su plan de vida se cumpla dentro de mi vientre y me otorgue mucha paciencia y sensatez, para esperar congraciada tu bendición y recibir la hermosa noticia de estar encinta.

No me desampares y ruégale a María, Virgen Santa de la inmaculada concepción, quien albergó en su vientre a nuestro gran salvador, te ruego que intercedas por mí y alcánzame la dulce gracia de quedar encinta y ser madre. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh! Milagrosa Santa Ana, a cuyo poder ató Dios la tierra y sus diversos elementos, como la salud y las enfermedades, la vida y la muerte, hallando en tu fuerte intercesión un claro escudo protector contra la adversidad y las malas influencias, un puerto seguro para los náufragos, para la emancipación de los cautivos, en fin, de todos los males.

¡Oh Protectora Santa Ana! Por aquel tu ardiente anhelo de mimar al Santísimo Sacramento, hoy te suplico intervengas por mí para que pueda quedar embarazada y así pueda recibirle por siempre al final de mi vida, siendo merecedora de la gracia y la sutil felicidad de la gloria que en este aciago momento te pido. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh excelsa Santa Ana!, tú que eres madre y una Santa de caridad para los pobres y necesitados, aquí estoy ante tus pies postrado humildemente y ante tu indiscutible piedad para implorar nuevamente tu apreciado auxilio en mis necesidades y aflicciones cotidianas.

Así como tu mayor dicha era socorrer a los más necesitados y a tu amada Virgen María, auxíliame en esta hora, postrado ante ti con mi corazón abierto a tus designios; haz que mi esposa quede embarazada. A ti, oh glorioso salvador y benefactor hijo de Dios, recurro a ti para que bendigas su vientre y pueda concebir una hermosa criatura, que tanta falta nos hace.

Resguárdala y bendícela con ese embarazo tan esperado para albergar en sus entrañas ese hermoso hijo. Te juro y prometo educarlo según las leyes y mandamientos divino de nuestro Dios Padre.

Escucha mis sencillas invocaciones, mis ruegos constantes, amante protectora mía, Santa Ana, y conviérteme en el Padre más feliz mediante tu palabra y poderosa intercesión. Por los siglos de los siglos. Amen.

¡Oh, Benefactora Santa Ana! hoy me han dicho que seré madre. Orgullosa, altiva y con grandes expectativas te expreso mi enorme satisfacción al saber que pronto quedaré embarazada.

Misericordiosa Santa Ana, confiada en tu bondad, a ti vengo deseosa de ser una futura embarazada por la gran piedad con la que tratas a tus devotos. Acepta, mis plegarias que de muy buena fe y gana te brindo, en memoria de tus oraciones tan eficaces y meritorias, para que se las hagas llegar a Dios, quien te invistió como especial patrón de las embarazadas.

Aquí estoy, Santa mía, Soy una de ellas, sumisa y humilde que se ha entregado a tu portentosa protección y amparo, y hoy te suplico humildemente me concedas la creación de esa criatura en mi vientre y que en el mes noveno nazca sin complicaciones, libre y a la luz de este mundo.

Igualmente, para nuestras parejas que lo asumen como una prueba más, para confirmar nuestro amor y unión, luchando ambos con sensatez y seguridad, y así confirmar lo mucho que podemos amar a esa persona con quien estamos y que es la prueba de amor más leal.

¡Oh, prodigiosa Santa Ana, hoy acudo a ti con mucho amor ante esta gran necesidad y sobre todo con fe, confiados en que veremos un hermoso milagro, ¡por medio de tu intervención ante Dios Padre! Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Gloriosísima Santa Ana! Por todos estos favores con que nuestro Dios padre te colmó, alcánzanos de tu grandiosa piedad, que limpie nuestro vientre; limpia nuestra alma de los pecados y de las culpas, para que se convierta en un templo digno de tu morada.

También te suplicamos por la paz y tranquilidad de nuestros cuerpos, que son templos católicos consagrados, dedicados siempre a la unidad de la fe, de la santidad y de las costumbres, que la hacen incontrastable a los esfuerzos de sus enemigos.

Y si fuese para mayor gloria de Dios y bien espiritual nuestro te ruego mediante esta plegaria sencilla que me concedas el favor especial que tanto hoy necesito: (aquí se debe hacer la petición) Apiádate de mí y consígueme una favorable solución a esta urgente y apremiante solicitud, que agobia y entristece mi corazón.

Tú, como Madre y Protectora, no me abandones en este momento, presenta mis deseos ante el Dios Padre. Yo siempre confío en tu bondad infinita, que por tus méritos alcanzaré, para mayor honra y gloria de Nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos, Amén.  (se debe rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias).