Oraciones A Santa Mónica Para Pedir Por Los Hijos, Emigrantes Y Más

Esa conversión yo siempre te la he clamado Amada Santa Mónica, porque se de los peligros que hoy los pueden arropar. Por eso, a ti también apelo, madre de todas las madres, para que intercedas y le solicites a nuestro Señor me otorgue el mismo espíritu de oración perpetua que a ti te concedió.

Todo esto te lo pido por medio del mismo Cristo Nuestro Señor, quien siempre nos cubre y nos enseña a amar a nuestro prójimo y nos exige como padres que somos, que estemos atentos a cada paso de nuestros hijos. Que no nos descuidemos porque el mal acecha por todos lados. Por los siglos de los siglos. Amén.

A ti también acudo, madre de todas las madres, para que le pidas a nuestro Señor me conceda la dicha de ver a nuestros hijos emigrantes felices y que las malas influencias se aparten de ellos. Todo esto te lo pido por medio del mismo Cristo Nuestro Señor. Por los siglos de los Siglos. Amén.

¡Tu Admirable y Hermosa Santa Mónica! Que lograste la conversión de tu esposo hacia Dios, y la de tu hijo que había dado por perdida la fe. Tú, que le seguías llamándole, orando, clamando y llorando… Consigue que podamos comprender el papel sagrado de las madres y su influencia cristiana en el hogar. En ti confiamos y entregamos nuestra familia a tu protección. Por los siglos de los siglos, Amén.

¡Oh Piadosa y Poderosa Santa Mónica! Tú que con confianza, persistencia y profunda fe hacia su hijo amado Jesús, rezaste diariamente de hinojos, pidiéndole con pasión la verdadera conversión de tu amado esposo, Patricio, y tu amado hijo, Agustín, que nunca te desobedeció.

Regálame ¡Oh Hermosa Dama! la misma fortaleza, paciencia y confianza que tuviste hacia nuestro Señor. Intercede por mí, milagrosa Santa Mónica, para que Dios pueda oír atenta y favorablemente esta plegaria (mencione aquí su petición) y hoy me conceda la gracia de admitir su voluntad en todas las cosas de la vida, por medio de Jesucristo, nuestro gran Señor, en unión con el Espíritu Santo, en un solo Dios. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Santa Mónica Bendita!, maravilloso ejemplo de bondad y firme oración por todos los niños y en tus amorosos brazos los deposito, especialmente a mis hijos (mencionar aquí los nombres), para que mediante tu piadosa intercesión puedan lograr una genuina conversión a Cristo Nuestro Señor.

En estos momentos de desesperación, a ti también suplico, madre de las madres, para que le agradezcas y pidas a nuestro Señor Jesucristo que me confiera el mismo espíritu de oración perpetua que a ti te confirió. Todo ese espíritu de Oración es lo que te pido por medio del mismo Cristo Jesús, Nuestro Señor. Por los Siglos de los Siglos. Amén.

Hoy solo te pido que intercedas por todas las madres en este día para que puedan conducir sabiamente a sus hijos hacia la gloria de Dios y su Santa Iglesia. Enséñales cómo mantenerse cerca de sus hijos, incluidos aquellos hijos e hijas pródigos que tristemente se sienten abandonados.

¡Oh Dios Misericordioso!, tú que viste las lágrimas sinceras y los ruegos de nuestra Santa Mónica y le concediste escuchar sus rezos para la real conversión de su marido y el regreso penitente de su hijo amado Agustín, otórganos la gracia de implorarte también con un celo real, para que logremos como ella, la salvación de nuestra alma y las almas de nuestros seres más cercanos. Por los Siglos de los Siglos. Amén.

Pero, sabes Padre que no me atrevo a llevar mi ruego en mis manos tan     cansadas y en mis palabras tan enredada, por eso pido a Santa Mónica, gran madre, quien mucho te ha amado, como mucho ha amado a su hijo, para que interceda por mi clamor.

A ti acudo hoy, gloriosa Santa Mónica, quien con tanta entereza y oración lograste de la gracia de Dios, el milagro de que tu Hijo amado transformara su vida y pudiera transitar por los caminos de la Santidad.

Tú que eres excelsa madre y sabes todo sobre los padecimientos que pasa una madre para orientar la vida de sus hijos, espiritual y materialmente, con el fin de que hagan la voluntad de Dios. Intercede por nosotros para que Dios nos otorgue la fuerza, la paciencia, la constancia y la fe, para conducirlos por el buen camino que los conduce hacia Él.

Implora por los hijos irreverentes y soberbios, que se alejan del camino de la verdad y la salvación, oyendo o viendo lo que el mundo les presenta y que es la causa de perdición para muchos de ellos.

Otórgame la gracia de imitar tus virtudes de madre amorosa, y que con la súplica y mis actos me haga responsable de lo más importante de esta vida que es ser Santos. Por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.