Oraciones Para Atraer El Amor

¡Oh Gran Benefactor y Santo Padre! Desde que la vi en el barrio, no he podido su rostro olvidar. Aunque tímidamente nos relacionamos durante algún tiempo, hoy ya eso no es posible, porque cierto día decidió desaparecer, sin dejar un rastro seguro donde poder buscarla y declararle todo el amor que llevo por dentro, como ella se lo merece.

Me dejó envuelto en una tristeza eterna que no he podido superar. Pensé que nunca más la volvería a ver. Pero ¡Grandioso Dios Padre Protector y Misericordioso! Ella ha regresado y está más bella que nunca. Ayúdame a conquistarla. Quiero atraerla hacia mí. Que se fije en mis sentimientos.

Haz que se acerque ansiosamente. Hazle ver que yo la estoy esperando con ansias para retribuirle todo el amor que como hombre puedo ofrecerle para hacerla feliz. Oye esta plegaria y bendíceme con este ruego de amor, porque mi alma ya no aguanta más tanta desolación de amor.

Por favor, atráela hacia mí, que solo puedo ofrecerle un amor puro y sincero. La necesito urgentemente Padre Mio. Siento que me falta una parte de mi existencialidad y por eso me siento incompleto.

Solo quiero atraer hacia mí el amor que solo ella puede darme y tenerla a mi lado para amarla infinitamente y contar con su confianza, sobre todo ahora que estoy seguro de lo que siento por ella, cuyos arrebatos son impredecibles y las dudas me agobian por todos lados. Agradezco que me oigas y perdones mis pecados. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Bendito Dios Todopoderoso!, Tu que te has erigido como el más hermoso manantial de amor y compasión perpetua. Santifica mi existencia con la dadiva del amor que tanto deseo atraer hacia mí. Concédeme ¡Oh Padre Omnipotente! La fortaleza necesaria para ser una mejor persona cada día y para convertirme en un ser más amoroso y piadoso, además de fuente de amor como tú siempre me lo has demostrado.

Ayúdame a atraer el amor de (se dice aquí en nombre de la persona deseada) con la cual podamos caminar tomados de las manos por el resto de nuestras vidas, recreando un mundo mucho más sano y feliz para todos a partir del hecho de multiplicar este amor tan puro y apasionado.

Coloco Amado Dios Padre, mi futuro en tus sagradas manos, con la fe y la esperanza de que pronto (de nuevo se dice el nombre de la persona deseada) corresponda a mi amor y se acerque a mi vida, como siempre lo he soñado.

Bendecido Dios padre Celestial. Aquí estoy a tus pies suplicándote. Rogándote para que esa persona a la que amo tanto por fin termine de convencerse de la realidad de mis sentimientos y pueda atraer su mirada hacia mi noble corazón. Por los siglos de los siglos. Amén.

Amantísimo Jesucristo Crucificado, tú que eres fuente de amor perpetuo y eternizado y sabes muy bien lo que significa amar y compenetrarse con otro ser por amor, bendíceme con la fuerza del amor puro, sublime y verdadero.

Hoy Amado Jesús, quiero ser el canal irredento de tu amor, para multiplicar sabiamente tu gloria y hacer de este mundo un lugar mucho mas apto para ser habitado por tus hijos.

En este momento de mi vida, donde la soledad me abruma sin encontrarle sentido a mi vida, quiero suplicarte que me ayudes a atraer el amor verdadero a mi vida, y así de esta manera poder imitar tu camino de amor y entrega hacia el prójimo.

Señor Bendito Jesucristo, solo te pido que intercedas por mi ante el Dios padre y le recuerdes mi petición. La soledad ha embriagado mi existencialidad y he llegado a la conclusión de que me falta la compañía de una hermosa mujer con la cual pueda compenetrarme y sentirme realizado como hombre. Amén.

Oh Magnánimo San Antonio, tu ardiente amor por Dios, tu elevada virtud y tu gran caridad hacia tus semejantes, te hicieron un ser digno, con poderes milagrosos como los que no se concedieron a ningún otro Santo aquí en la tierra.

Por esa razón tan especial, hoy un inmenso milagro espero de ti, que siempre has empeñado tu palabra, la que siempre está lista para interceder ante la solicitud de quienes están con problemas en su relación conyugal. La afanosa oración de la amarga prueba jamás fue dirigida a ti en vano.

¡Oh Milagroso San Antonio!, confiando en tu misericordia, te ruego por la estabilidad y fortalecimiento de mi matrimonio, me concedas la gracia de volver atraer hacia mí a mi amada esposa. Te agradezco me hagas la caridad. Porque ¿no eres tú el Santo de los Milagros, quien, cuando viajabas por la tierra, solo te referías a las más poderosas maravillas que se habían hecho!

Oh Benefactor San Antonio, haz que mi amada esposa se digne a volver nuevamente la mirada hacia mi y retorne a su hogar, donde siempre la estoy esperando para colmarla con el amor más grande.

Tú que siempre tenías tu corazón repleto de simpatía, coméntales de nuestra fe y alegría a los oídos del maestro Jesucristo, que amaba estar en tus brazos. ¡Oh, háblale!, pero que esa palabra y la gratitud de nuestro corazón serán todas las tuyas! Por los siglos de los siglos. Amén. (Se reza un Padre nuestro, Ave María y Gloria).

¡Oh mi Amada Santa Bárbara Bendita!, tú que proteges al que está turbado y angustiado, te pido me ayudes en este momento de angustia cuando mi noviazgo está a punto de sucumbir. ¡Sé cuánto eres de fuerte, más fuerte que los huracanes y el poder de las tormentas!

Así como tienes fuerzas para aplacar la tempestad, así te ruego Santa Bendita; que me acompañes en esta mala hora y estés a mi lado, y hagas que (se dice el nombre de la persona amada) voltee su mirada hacia mí y se quede enteramente conmigo, para reestablecer nuestro noviazgo.

Haz que yo pueda atraerla con mis encantos, con mis palabras, con la pureza y la ternura de este amor. Haz que me ame y se comprometa a afianzar esta relación sentimental. No aguanto más tanta desesperación y angustia. Sé que no tengo fuerzas ni el poder de conquistar esa gracia sola(o).  Pero con tu ayuda todo se puede.

Por eso, yo te suplico humildemente mi Santa Bárbara Amada, me metas la mano en este momento. Ayúdame a alcanzar esta gracia e impedir que esta relación con mi novia(a) se acabe para siempre. No lo permitas Padre Amado. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh mi Poderosa Santa Bárbara Bendita!, así como ablandaste el corazón, la naturaleza, el pensamiento y todo el mal de la vida, hoy te ruego que en esta hora angustiosa y de dudas, ablandes el corazón de mis amigos, y reestablecer la amistad con todos ellos.

¡Oh Amada Santa Bárbara!, eso te lo pido, no solo por el cariño y el aprecio que les tengo, sino por todo lo que valen ellos como personas, quienes ahora intentan alejarse de mi amistad por mis errores y malacrianzas. Por eso solo te pido que me ayudes a afianzar la amistad con ellos. Pero para lograrlo necesito pedirte perdón y disculparme sinceramente con ellos, y así iniciar un nuevo comienzo fraternal.

Ten piedad de mi Santa Bárbara Bendita. No me desampares nunca ni permitas que las malas intenciones, envidias, mentiras, me alejen de mis grandes amigos, porque me he dado cuenta de lo importante y valioso que ellos son y lo que representan en mi vida. Gracias Dios Padre, en ti confío. Por los siglos de los siglos. Amén.