Las Oraciones para Moribundos, están dedicadas aquellas personas que están a punto de partir de este plano terrenal, pero que a veces su arraigo a este mundo o a sus seres amados no los deja hacerlo, prolongando su tribulación, su dolor y el de sus familiares y amigos.
Por eso debemos pedirle al Dios Padre que nos ayude a estar preparados cuando nuestros seres queridos tengan que partir, aunque esto sea un tabú en casi todas las culturas. Aprender y ayudarlos a morir es relevante para nosotros y para ellos. Pero saber morir es aún más gratificante, si confiamos en Dios y hemos vivido una buena vida cristiana. Dejarlos partir es un acto de amor, de bondad y de fe.
Oraciones Para Moribundos
¡Oh Bendito y Aclamado Dios Padre Misericordioso! A veces la vida es cruel y lleva a muchas personas a postrarse por cualquier enfermedad, la cual pone en peligro su existencia aquí en la tierra, convirtiéndolos en moribundos, especialmente aquellos que padecen males incurables. Por ellos quiero clamar hoy y pedirte Padre Amado que los protejas y le des consuelo. Haz que sus dolores sean minimizados y que antes de partir a tu morada celestial, tengan momentos de dicha y sosiego, junto a todos sus familiares, que solo desean su bienestar. ¡Oh Padre Amantísimo!, concédele la dicha de una muerte serena, donde el amor y la solidaridad los envuelva en tu manto y puedan sonreír, jugar, compartir sanamente y disfrutar de los dones que tu nos has regalado para ser feliz. No los abandones en ningún momento. A todos los encomiendo a tu protección, a tu bendita misericordia, a tu amor profundo y espiritual, para que, llegado el día de estar a tu lado, puedan sentirse satisfechos y entregados a tus servicios, siempre confiando en la salvación eterna que tu le prometiste. Por los siglos de los siglos. Amén.Oración a Dios para Proteger a los Moribundos
Oración a Dios para Sanar a un Moribundo
¡Amado Jesucristo Bondadoso! La vida es algo que nunca queremos perder en el plano terrenal. Sin embargo, algún día seremos moribundos y nos llegará la hora de partir. Por eso acudo a ti para que me sanes y sanes a todos los moribundos del mundo, porque con tu poder, todo lo puedes. Sáname Amadísimo Jesucristo. Sáname como sanaste a Lázaro, que se levantó de su lecho, como sanaste aquellas personas que soportaban “toda suerte de dolencia y toda suerte de mal”, como lo dijo Mateo 4:23, en las Sagradas Escrituras, cuando curaste a los ciegos, sordos, lesionados, leprosos y epilépticos. Ciertamente Amado y Piadoso Jesucristo, en realidad, tu poder curativo no tiene ningún límite. Es un poder Omnipotente y Milagroso, que puede hacer cualquier milagro en los moribundos, y yo, agradecido te pido que pongas tus manos sobre mi frente y aniquiles este mal que pretende acabar con mi vida. No te alejes de mi lado. Bendíceme con tu misericordia y permite que vuelva ser el mismo de antes; que vuelva disfrutar de todo lo bello que hay en la tierra gracias a la grandeza de nuestro Dios Padre Creador, que no escatimo esfuerzo para darnos todo lo que necesitamos para vivir y ser felices. Amén.
Oración de Agradecimiento a Dios de un Moribundo
¡Oh Excelentísimo Dios Padre! ¡Creador del Cielo y la Tierra! Aunque se que estoy muriendo y ya es poco lo que me queda de vida, quiero agradecerte infinitamente por todo lo que me has dado en este mundo. Gracias, mil gracias Amado Benefactor por tus hermosos regalos. A pocas horas de subir a tu morada, hoy ya solo me queda agradecerte por todo lo que he logrado en esta vida. Gracias por permitirme tener los padres y abuelos más amorosos, los hijos más dulces, la compañera más comprensiva, los amigos más solidarios, los hermanos, primos y sobrinos más cariñosos incluidas las posesiones que me he ganado con el sudor de mi frente. Todo esto lo digo, sin obviar que tú tienes el poder de cambiarlo todo. Tienes el poder de aniquilar cualquier enfermedad y devolverle la salud a cualquier moribundo. De eso estoy seguro. Y si así tu lo deseas, yo seguiré agradeciéndote toda la vida por tocarme y sanarme en esta hora. Siempre he dicho que deseo morir con una inmensa alegría en mi cara; con una alegría de satisfacción infinita en agradecimiento a la vida, a las alegrías, satisfacciones y experiencias compartidas con todos mis seres amados, a quienes deseo estén a mi lado en esa hora aciaga, para despedirme y bendecirles en el nombre del Dios Padre y Jesucristo Redentor. Por los siglos de los siglos. Amén.
Oración Para Moribundos Desahuciados
¡Oh Bendito Señor Jesucristo! Estamos conscientes de que para ti toda enfermedad puede ser curada, porque llegaste a sanar a personas que sufrían “toda suerte de dolencia y toda suerte de mal” (Mateo 4:23). Con tu bondad, repleta de amor, curaste ciegos, sordos, lesionados, leprosos y epilépticos, quienes aclamaron tu nombre en vida. En realidad, Señor y Maestro Jesús, tu poder curativo no tiene límites y eso es para nosotros una gran bendición, porque llegaste a vencer hasta la muerte, a este adversario, “el último enemigo” (1 Corintios 15:26). No obstante, ni siquiera la muerte supuso un obstáculo insalvable para ti. Sabido es Amado Padre que le devolviste la vida al hijo de una viuda y a una niña, como también sobresale el de tu amigo Lázaro, quien llevaba cuatro días muerto cuando tú lo resucitaste delante de todo el pueblo. Y hasta tus más recios enemigos tuvieron que reconocer tu poder (Juan 11:38-48; 12:9-11). Por eso acudo a ti en esta hora para suplicarte que me quites este peso de mí. Quiero que domines una vez mas la muerte y me liberes de ella. Sálvame Padre Amantísimo. Solo tu lo puedes hacer. Solo tu puedes agradarme con ese inmenso milagro. Y mi vida te la dedicaré por siempre a ti pata exaltar y alabar tu gloria y tu poder. Por los siglos de los siglos. Amén.
Oración por un Moribundo Enfermo
¡Oh Amado Señor Jesús! Estoy convencido que, aunque gracias a tu amor inconmensurable y el amor infinito del Dios Padre, en diversas ocasiones nos has redimido de nuestras enfermedades, en algún instante de la vida a todos nos llegará el segundo de abandonar este mundo material para siempre. Te ruego Amadísimo Señor en este momento por (se dice el nombre de la persona moribunda), a quien hoy lo vemos agonizante en su lecho y está a punto de dar el paso de esta vida terrenal a tu morada y tiene la esperanza de una vida espiritual y eterna cerca de ti. Sabes, que el amor y apego que sentimos por (diga el nombre de la persona) nos hace sentir un recóndito sufrimiento al pensar en su partida. Ayúdalo y ayúdanos Señor a tener la fe suficiente para entender que en algún momento nos reencontraremos allá en el cielo, donde va a estar mejor porque tu la(o) recibirás con tu amor y tu santa misericordia. Mediante nuestra fe, haznos entender que ayudarlo(a) a irse en paz, es lo correcto. Danos la fortaleza para asimilar que eso también es un acto de amor. Pero permite que su agonía sea rápida para que sienta la paz y el sosiego de tu espíritu, al recibir su alma satisfecha y agradecida por las vivencias que tuvo en este plano terrenal, por todas sus buenas obras y por el amor que entregó a sus seres amados. Señor, perdona sus pecados y limpia su espíritu para que lo recibas en tu morada. Hazle comprender tu aceptación por su labor cumplida; que no hay ningún castigo divino. Solo una transición en paz, que solo tu conoces. Si es así, te ruego lo liberes de una larga agonía, del dolor y el temor a la muerte. Amén.
Oración a la Virgen Santísima por un Moribundo Arrepentido
¡Oh Venerada Virgencita María!, Madre Piadosa e intercesora ante tu amado hijo, te ruego que acompañes a (se dice el nombre de la persona) en este, su lecho de moribundo arrepentido; que sienta tus brazos colmados de amor y dulzura envolviéndolo y recibiéndolo con tu gracia. Intercede por el (ella) cuando llegue el momento de su juicio póstumo. Haz que sienta tu mirada dulce y libre de juicios, dándole la más hermosa bienvenida y la grata seguridad de estar en un lugar confiable y en compañía de nuestro Señor Jesucristo. Te suplico amada Virgen María, que intercedas ante tu hijo Jesús, por todos los moribundos enfermos de este mundo que se han aferrado a la vida y siguen padeciendo sin esperanza ninguna, que los liberes de esas cadenas y los llene de esperanzas perpetuas al llegar a la morada celestial. Te pido clemencia y compasión por aquellos moribundos enfermos que aun en su lecho, no cuentan con compañía ni siquiera un poco de amor en este paso. También para aquellos que le tienen temor a la muerte y quienes no tuvieron una buena vida. Te pido amada Virgen Purísima ten misericordia de todos ellos. Finalmente, te pido encarecidamente también por los familiares y amigos de todas esas personas que se encuentran en agonía. A Ellos, que lo aman ardorosamente, dámeles mucha fortaleza Virgen Santísima e Inmaculada y Misericordiosa, mucha fe y sabiduría para asimilar, comprender, aceptar y por soltar a ese ser moribundo, confiando siempre en tu perdón y en tu amor infinito. Amén.
Un ser Moribundo es Aquel que no Cuenta con la Bendición de Dios
En la hora postrera, cuando el el cuerpo se desploma y su debilitado espíritu lucha por salir de la materia, conviene tener algún conocimiento sobre el significado inminente de la muerte, para poder asistir a un moribundo enfermo y auxiliarle en tan delicado trance.
De lo que si debemos asegurarnos es que el moribundo cuente con la bendición de nuestro Dios padre, que se haya arrepentido de todos sus pecados y bajezas, porque solo así podrá conseguir la gracia y el perdón, mientras sus asistentes les rezan estas Oraciones para Moribundos, dirigiendo estas suplicas al cielo.
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