Oraciones Para Proteger Una Relación

También te suplico tu protección, para que con tu magnánimo poder regrese a mi vida, a mi casa, donde está su adorada familia, que lo único que hace es pensar en su estabilidad física y espiritual y desearle todo los días y noches que tu lo ampares de los peligros que ahora abundan en estas calles, por la crisis socio-económica que azota a nuestros países.

¡Bendito y Benevolente Padre Amado! Te imploro me escuches, que prestes atención a mi ruego y protejas nuestra relación conyugal, que ha sido atacada por las mentiras, las calumnias y las malas intenciones de personas envidiosas que siempre han deseado nuestra separación.

¡Oh Misericordioso Padre Amado! No me dejes desfallecer. La Angustia y la inseguridad me hacen mucho daño y solo espero por tu comprensión y apoyo en estos momentos de desesperación, que atormentan mis días y mis noches y no me dejan dormir.

Sé que no soy perfecto(a) y que soy pecador, Padre Amado, pero hoy mi arrepentimiento es sincero y solo busca restaurar el bienestar de mis hijos, que sufren mucho por su ausencia en el hogar. Bendito y Amado Padre, concédeme esta suplica, pues se que para ti nada es imposible. Por los siglos de los siglos. Amén.

Hoy te imploro para que viertas tu amor y paz sobre todos nosotros, porque vengo a adorarte y me postro ante tus pies, para que me des la fuerza ante los infortunios, mi corazón confía en tu poder y sé que de ti recibo toda ayuda.

Santificado Padre Misericordioso, sé que tú eres bondadoso y nunca me dejarás ni desampararás, hoy necesito tu ayuda, por ello acudo ante ti rogándote auxilio en mi vida sentimental, y poder salvar mi relación de pareja. Ampara este amor que hay entre (se dicen los nombres de las dos personas) y no permitas que nadie interfiera en nuestra relación sentimental.

Hasta aquí hemos llegado con esfuerzo, dedicación y somos una hermosa pareja estable y bien fundamentada, hemos batallado duro por nuestro amor, pero esta crisis económica nos ha afectado a ambos, y debemos enfrentarlas tanto en las buenas como en las malas.

Santo Padre, en el amor se guerrea no solo cuando la bonanza aflora en el hogar, sino también cuando los problemas financieros interfieren y hacen tambalear las relaciones de parejas. Por eso te imploro ayuda y protección. No me desampares ahora. Por los siglos de los siglos. Amén.

Por ello te ruego tu protección y custodia para que no nos hagan daño y nuestra unión se fortifique y crezca cada día más. Que se alejen las obsesiones, los rencores, las envidias y los amigos farsantes de nuestra vida, aparta la ira, la soberbia, los malos pensamientos de nuestros corazones, dulcifica los sentimientos de las personas que desean vernos separados y que acepten nuestra relación sentimental.

¡Oh Padre Amantísimo! Tú que eres bueno y poderoso otórganos ese sosiego que buscamos, para que la paz y estabilidad que ahora tenemos no sea destruida por nadie. Y especialmente ayúdanos a reencontrarnos y a solventar nuestras diferencias con amor. (Pedir ahora lo que se quiere). Nuestro amor es como una roca, fuerte, sólido y no ha perjudicado a nadie, por ello te imploro que nos concedas paz y felicidad para seguir viviendo este amor que es puro y verdadero, sincero y nos llena a los dos. Que tu Señor seas nuestro eje espiritual y que nadie pueda apartarnos jamás. Danos la armonía y amor para qbrindarnos apoyo e incondicional. Que nuestra bella familia sea bendecida con mucho amor y siempre tengamos tu ayuda. Siempre confío con todo mi corazón en ti Señor, Dios mío.

Guíanos siempre Padre Amado por los buenos caminos; no permitas nunca que nos alejemos de tus Mandamientos, y bríndanos un corazón que te adore con todas nuestras fuerzas, alma y mente, te lo rogamos en el nombre de Jesucristo. Amen. Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.

Un inmenso milagro esperó y confío en tu palabra, la que siempre estaba lista para hablar a solicitud de quienes estaban con problemas en su relación conyugal. La afanosa oración de la amarga prueba jamás fue dirigida a ustedes en vano.

Tanto a los enfermos del alma como del cuerpo, le devolvió la salud; el dolor afligido era el tormento de su sentimental compasión. Cuando en la tierra nada era inverosímil contigo, a excepción de no tener compasión de los afligidos. Alentados por esta idea, y convencidos de la eficiencia de tu santa intercesión, nos postramos ante vuestra santa imagen para suplicarte.

¡Oh! Bendito San Antonio de Padua, confiado por tu misericordia, te ruego que obtengas para mi (se dice la petición). La oportuna respuesta para esta oración puede demandar un milagro. Aun así, ¿no eres el Santo de los Milagros, quien, cuando estabas viajando por la tierra, no tenías más que hablar de las más poderosas maravillas que se habían hecho!

Oh gentil y Benefactor San Antonio de Padua, tú que tenías siempre tu corazón repleto de simpatía humana, coméntales nuestra fe y alegría a los oídos del Niño Jesús, que amaba estar en tus brazos. Se agraciará una palabra de ustedes y nuestra oración. ¡Oh, habla, pero esa palabra y la gratitud de nuestro corazón serán todas las tuyas! Amén. Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Así como tiene fuerza para liberar la tempestad, así te ruego Santa Bendita; que me acompañes en esta mala hora y estés a mi lado, haz que (se dice el nombre de la persona amada) vuelva a mí y se quede enteramente conmigo, para reestablecer nuestra relación de amor.

Haz que (se dice el nombre) me llame, me busque, me ame y se comprometa a afianzar desde ahora nuestra relación sentimental. No aguanto más tanta desesperación y angustia. Sé que no tengo fuerzas ni el poder de conquistar esa gracia sola(o). Por eso, yo te suplico humildemente mi Santa Bárbara Amada, me auxilies en este momento de tanto dolor y tanto sufrimiento. Ayúdame a alcanzar esta gracia. Amén.

¡Oh Amada Santa Barbara Protectora!, eso te lo pido, no solo por este amor que siento, sino por mis hijos que añoran a ese ser tan querido, que se ha alejado de nosotros sin explicación alguna. Regrésamelo(a) para iniciar un nuevo comienzo en nuestra relación sentimental, de la cual estoy seguro(a) saldré exitoso(a).

Ten piedad de mi Santa Barbara Bendita. No me desampares ahora, que me he dado cuenta de lo importante que es (se dice el nombre de la persona amada y la petición) para nuestras vidas. Tanto, como lo ha sido nuestro Dios Padre, Jesucristo su hijo amado y la Santísima María la Virgen, por los siglos de los siglos. Amén.