Oraciones Para Que Me Busque

¡Oh amado Padre Jesucristo! Si tan solo se dignara a buscarme y a darme una certera explicación de su actitud y su desafortunada decisión de marcharse, la que me ha dejado un horrible y angustioso vacío en mi corazón y no ha logrado aun calmar sus deseos insatisfechos.

¿Cómo puede alguien dejarse amar tanto y romper con tanta dicha y felicidad, desapareciendo de la noche a la mañana sin una causa justificada? No lo entiendo Amadísimo Jesús… Todo me parece tan absurdo desde mis sentimientos, que no encuentro sosiego en mis tormentos.

Amantísimo Jesucristo, Tu que eres la esencia del amor mas puro, señálale el camino a (aquí se dice la persona amada) y haz que me busque, que regrese y le dé aliento a mi corazón, que ya no aguanta más después de tantos años de desesperación e incertidumbre.

Dame consuelo Padre Amado en esta hora. Solo deseo que (se dice el nombre de la persona amada) me busque, me encuentre y bajo la luz de la luna se siente a mi lado para conversar plácidamente y poder desentrañar todo este misterio. Permite que, en ese momento, tus bendiciones nos colmen y tu misericordia se apiade de mí. Por los siglos de los siglos. Amen.

Mi padre me dice que se vio obligada a marcharse, buscando un mejor futuro para la familia, pero desde ese día nunca mas la volvimos a ver, dejando a mi amado progenitor envuelto en un llanto perenne que hasta hoy no ha podido superar.

¡Grandioso Dios Padre Protector y Misericordioso! Permítele a ella que regrese y que me busque ansiosamente. Hazle saber que yo la estoy esperando con ansias para retribuirle todo el amor que como hijo puedo ofrecerle para hacerla feliz.

Escucha esta plegaria bondadoso protector. Bendíceme con este ruego. Mi alma ya no aguanta más tanta desolación de amor. La necesito urgentemente Padre Mio. Siento que me falta una parte de mi vida, de mi existencialidad y por eso me siento incompleto.

Por favor, haz que mi madre me busque y me encuentre. Yo no tengo nada que perdonarle, porque desconozco las circunstancias de su alejamiento. Solo quiero tenerla a mi lado para amarla infinitamente y contar con su confianza, con su comprensión, con sus consejos, sobre todo ahora en estos tiempos de mi juventud, donde las dudas, los peligros y las indecisiones me agobian por todos lados. Agradezco que me oigas y perdones mis pecados. Por los siglos de los siglos. Amén.

Ese día, cuando no lo sentimos levantarse y nos percatamos de su ausencia, las lagrimas y la angustia se apoderaron de nuestros corazones. Ya de eso hace varios años y aun hoy lo añoramos, deseando que regrese, que nos busque desesperadamente, porque nunca lo hemos dejado de amar.

Aun extrañamos ardientemente sus locuras, sus travesuras, sus inventos de muchacho atrevido y aventurero. ¡Como olvidarlo!  Pero su personalidad recia y sus deseos de llegar a la cima de la adultez, lo turbaron y lo llevaron a una tremenda confusión existencial, abandonando su solidario hogar que tanto disfrutaba con sus hermanos.

¡Oh Grandísimo Dios Padre! Dame consuelo por su alargada ausencia sin sentido. Bendíceme en este día y entra en su corazón y revolotéale el alma y sus sentimientos. Haz que me busque, que le hagamos falta por las noches. Oriéntalo y bendícelo cuando andes por esas calles peligrosas. 

Protégelo Padre misericordioso, ya que yo no me encuentro a su lado. No es fácil para un padre soportar esta situación cuando se siente culpable de su alejamiento, por no haber asimilado estos nuevos aires de la juventud. Tu mas que nadie los conoces. Amen.

Pero perdona mis pecados Padre celestial. Reconozco que no soy un esposo perfecto. Que a veces exagera sus decisiones y comportamientos, pero lo único que sé es que a ella y a mis hijos los amo infinitamente, y aunque he insistido para que me perdone, aun se mantiene reacia y se niega volver a su caluroso hogar.

¡Oh Amadísimo Dios Omnipotente y Todopoderoso! Hoy acudo a ti angustiado y muy triste, para que escuches mi plegaria para que mi amada esposa me busque y me perdone sinceramente, para poder continuar mi vida matrimonial en paz y armonía, junto a mis adorados hijos.

Protégelos ante mi ausencia. Te los encomiendo a ti, Misericordioso Dios Padre. Tu que sabes muy bien lo que un verdadero padre amoroso siente cuando no esta al lado de sus hijos. Ayúdalos Amado Dios Padre. La impotencia me trastorna por no poder estar con ellos y resguárdalos de los peligros de la calle.

¡Oh Amadísimo Guardian de la Vida! En tu nombre sagrado, te pido fervientemente que mi amada esposa me busque y podamos reconstruir nuestra relación conyugal, por el bien nuestro y de nuestros hijos, que en mis sueños los veo clamando por mí. Por los siglos de los siglos. Amén.

Excelentísimo Padre Amado, aun a pesar de mis errores con mi comportamiento, sabes que nunca he tenido la intensión de dañarlos o malograrlos. Al contrario, siempre he tratado de hacerles ver la vida con los pies bien puestos en la tierra, sin romanticismos ni sentimentalismo.

Pero al parecer, no lo interpretan así. Pareciera que hiriera sus sentimientos en vez de animarlos y hacer que se sientan mejor. A veces pienso que soy yo quien no se ha adaptado a esta juventud irresponsable y desorientada que no se centra en el amor, en la ética, en el respeto, en la solidaridad y en la compasión hacia el prójimo.

Siento que no encajo en sus vidas por mi forma de pensar, a veces tan avanzada para mi edad. Me siento un viejo prematuro, y al parecer eso molesta a mis amigos, que no me asimilan como yo quisiera. ¿Qué debo hacer Padre mío para sentirme aceptado por ellos?

Aunque a veces el orgullo es propio de los seres humanos, yo te pido Amado Padre, que me busquen, que me hagan sentir bien con ellos, que mi tolerancia los acepte a ellos y los asuma con cariño y complacencia, como tu me lo han enseñado en las Sagradas Escrituras, por medio de tu hijo Amado Jesucristo. Por los siglos de los siglos. Amén.

Te imploro en esta ocasión, porque, aunque sé que nadie es indispensable para ejercer una tarea como la mía, pero también sé que la mano de obra en mi área es escasísima y de mucha demanda para muchas empresas como la mía donde me desempeño honesta y eficazmente.

Haz milagroso Patrono que sientan mi necesidad y me busquen en estos momentos de crisis económica por la que atraviesa mi país. Permite que se den cuenta de la importancia de mis servicios y que el orgullo y la emergencia laboral los haga reaccionar y buscarme de inmediato.

No me abandones en esta hora. Permite que me reestablezcan y me vuelvan a contratar en mi puesto con el mismo sueldo y las mismas condiciones. Solo espero que me cumplas esta humilde petición, en pro de mi prosperidad y del bienestar y seguridad de mi familia amada. Por los siglos de los siglos. Amén.