Darle gracias a Dios y recordar con agradecimiento sus favores, es mejor que ofrecerle sacrificios. Siempre nos acordamos de Dios en los momentos difíciles, cuando ya no se puede ver el camino o cuando se está lidiando con dificultades y dolor. Tu puedes encontrar a Dios en los momentos difíciles, orarle confiar y esperar su ayuda pero ¿por qué no hacerle oraciones a Dios de agradecimiento?, para alabarlo y glorificarlo sobre todo cuando las cosas van bien.
La acción de gracias es una gran manera para que nosotros, como cristianos, demos pasos hacia la adoración. El Salmo 100 nos invita a dar gracias al padre celestial y a nosotros: "Entrad por sus puertas con acción de gracias y sus espíritus con alabanza; darle gracias y alabad su nombre" (Salmo 100: 4-5). Para tener un corazón lleno de gracia, debemos reconocer a Dios. Aquí hay cuatro oraciones a Dios de agradecimiento.
Oraciones a Dios de agradecimiento
En tus manos encomiendo mi alma y espíritu. Te los sirvo con todo el amor de mi corazón, porque mi miseria de amor el darme, el de ofrecerme entre tus manos, sin medida con una perpetua confianza, porque tú eres mi Padre..Amén
Señor, muchas gracias por lo que me has dado, por lo que me has dado, por el aire, por el pan, por la paz! Por mi facultad de ver, por los ciegos quiero interceder, por los que viven en tinieblas y tropiezan en la multitud, por ellos rezo y les suplico con miseria, porque sé que después de esta lectura, en otra vida, verán.
Señor, muchas gracias por mis oídos, que me fueron dados por Dios.
Oyeron los tambores de la lluvia en el derramamiento, la melodía del viento en las ramas del sauce, el dolor y las lágrimas que corren por la faz del mundo entero. Oyeron la música de la gente, que bajaba de la colina en la plaza cantando.
La melodía de los inmortales que oímos una vez y que nunca olvidamos. Frente a mi capacidad de escucha, para los sordos quiero preguntarte, porque sé que después de este dolor, en tu reino de amor, ellos volverán a oír!
Gracias, Señor, por mi voz! Pero también por tu voz, que canta, que enseña que consuela. Por la voz que habla con emoción, una oración de corazón!
Por mi capacidad de hablar, por el mudo quiero rezarte, por los que sufren de aflicción, no hablan de noche, no cantan durante el día. Por mi facilidad para hablar, por el mudo quiero rezarte, porque sé que después de este dolor, en tu reino de amor, ¡también cantarán!
Gracias, Señor, por mis manos, pero también por las tuyas. Manos que harán, que siembran, que visten. Manos de caridad, manos de solidaridad. Manos que se dan la mano. Manos de poesía, de cirugía, de sinfonías, manos que en una noche fría lavan platos en un fregadero. Manos que, al borde de una tumba, abrazan a alguien con ternura, en un momento de amargura.
Manos que, en el pecho, visten al hijo de un cuerpo extraño, sin miedo, y los pies que me llevan a caminar, sin quejarme, quiero alabarte. Porque veo en la Tierra amputada, deformada, lisiada, desdichada… ¡y puedo bailar! Rezo por ellos y les suplico, porque sé que después de esta expiación, en otra situación, ellos también bailarán.
Por fin, Señor, muchas gracias por mi casa! Pero también para su casa, porque es maravilloso tener una casa? No importa si esta casa es una mansión, un nido, una casa en el camino, Lo importante es que en su interior está la presencia del amor! Amén
Para revivir el hermoso verde de los árboles en el bosque, y el color de las flores, colgando en las cascadas….
Gracias Señor: Gracias por tu beneficiosa misericordia, solemnemente fue renovado sobre nosotros ese día.
Se envió tanto amor que fuimos ungidos, estábamos extáticos, agradecidos y fortalecidos.
Gracias Señor: Porque podemos enfrentarnos a las luchas de la vida cotidiana, ser capaz de proporcionar tranquilidad y alegría, a los que no deben nada más que sufrir y están necesitados, también los que no sienten, pero son pacientes….
Gracias Señor: Por la esperanza por lo tanto, en las tormentas de la vida ante la dolorosa adversidad
Podemos luchar y anhelar la bonanza. Gracias Señor: Por habernos concedido también la benevolencia de la fe
Una herramienta convincente ante situaciones costosas, necesario e indispensable en las causas impetuosas
Para que podamos alcanzar los objetivos que nos satisfacen.
Gracias Señor: Por permitirnos construir y formar un hogar…. Los niños buenos y de valor incalculable tenemos que regocijarnos. Por haber instituido en el seno de los malentendidos, el amor, y así, superar las ofensas proporcionando una vida sin rencor…..
Gracias Señor: Finalmente, nos atrevemos a pedirte: fe, justicia social y solidaridad. Y la vida que nos diste, basada en la fraternidad…. En este mismo momento, sólo tenemos un reconocimiento más, podemos decirlo en voz alta para estar agradecidos: Gracias Señor. Amén
Gracias por todos los dones y frutos de tu santo espíritu que me has concedido a lo largo de toda mi vida, y que están obrando dentro de mí: el amor, la fe, la caridad, la humildad, la alegría, la paz, la paciencia, la fortaleza, la amabilidad, la bondad, la mansedumbre, la tolerancia, el dominio de mi mismo.
Gracias por dejarte encontrar por mí, porque jamás me sueltas de tus mano, por estar siempre conmigo, por ayudarme a romper el dominio de malos hábitos del pasado, producto de mis malas acciones; por liberarme de enfermedades, vicios falsas creencias; por la salud espiritual, mental y corporal que me concedes. Sé que tú me apoyas y me enseñas el camino.
Santo poder de Dios, se mi guía y mi guarda. Señor, tu gracia es suficiente para mí. Tú eres mi esperanza. Así como perdonaste a Adán y Eva, y a David, puedes perdonar pecados terribles. Señor, tu perdón no tiene límites.
Todo sentimiento de suciedad, inmundo, tú lo perdonas. La sangre de Jesucristo nos limpie de todo pecado, nos sane y nos salve. Que tu santo Nombre sea bendito por toda la eternidad. Amén.
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