Oraciones para Hablar con Dios

¡Oh, mi Dios Padre! Hoy he venido a hablar contigo, porque eres el defensor por excelencia de las almas extraviadas, y sin embargo siempre las resguardas de la condenación eterna; por eso concédenos la dicha de contar con un cuerpo y un corazón nítido y lleno de paz.

Yo que siempre hablo contigo todas las noches, auxíliame; te imploro por mi salud y alejes de mi cualquier enfermedad. Magnánimo Dios, que nos has dado la vida y tienes todo el poder en sus manos para regresarnos la salud o llevarnos a tu encuentro, si así lo prefieres.

Jesús Mio, tú que eres el gran protector en toda la tierra y el universo y sólo nos ofrece cosas buenas, quien nos libera de la preocupación y el dolor. Señor, tú que estas lleno de gracia y de bondad, perdona nuestras faltas y pecados para sentirnos puros cuando hablamos ante tu presencia.

Amado Dios Padre Benefactor, tu espíritu siempre bondadoso nos colma de misericordia y amor, y además retribuye la salud a todos tus hijos. Eso lo asumimos con nuestra entera confianza para que nos sanes, preserves del enemigo y de la muerte prematura. Por los siglos de los siglos. Amén.

Oh, Magnifico y Amado Señor Jesús, protector de nuestra fortaleza, hoy unidos como hermanos, hemos decidido hablar contigo para que por tu misericordia no admitas que el Covid19 invada nuestros hogares y ponga en peligro la vida de nuestros seres queridos.

Padre Eterno Bondadoso, tú que todo lo puedes, hoy en esta sincera conversación queremos suplicarte que en este difícil momento por el cual todos estamos atravesando, perdones nuestras culpas, pecados y ofensas para que podamos ver tu amor en todo su esplendor, amparando a todos tus hijos.

Pon un ejército de ángeles infranqueables alrededor de cada familia y cada hogar del mundo y que se haga viva tu santa palabra en el Salmo 91.10: «No te sobrevendrá mal ni plaga tocará tu morada, pues a sus ángeles mandará cerca de ti para que te guarden en todos tus caminos».

No permitas mi Dios Altísimo que el Covid19 se propague más, por el contrario, haz que se esfume y que por no sufran ni mueran más personas. Te pido humildemente además por todos esos seres que ya se encuentran contagiados de este maléfico virus, para que tu mano sanadora les de la salud necesaria, se recuperen y sigan adelante, viendo tu infinita bondad. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Bendecido Dios Padre! Hoy habló contigo para clamar tu misericordia por nuestros hijos que buscan postrarse ante tus pies, limpios y confiados en tu poder y tu grandeza, sin que se nos pierdan en las drogas ni en la delincuencia.  Jamás los desampares, ahora que la crisis social y económica se ha hecho más dura. Sabes que ellos son la semilla y esperanza de una mayor calidad humana.

Al hablarte a través de esta plegaria te imploro Padre Amado por la protección, la salud, la prosperidad y la salud espiritual de nuestros hijos. También por los hijos abandonados, víctimas de la ineptitud de sus padres, para que no sufran y vivan con rencor, miedo y angustia. Dales a todos ellos la paz y la armonía de un mundo feliz.

Resguarda a todos esos hijos que desde pequeños se ven en la obligación de trabajar para ayudar a sus familias, siendo algunas veces explotados o esclavizados. Concédemeles seguridad y resguardo cuando transiten por esas calles peligrosas y solitarias al enfrentarse a sus peligros.

Asimismo, protege a aquellos que no son orientados frente a un televisor, una computadora o los video-juegos, aun contando materialmente con todo. Ampáralos de cualquier violación a su intimidad, por no recibir una adecuada educación sexual y son presas fáciles de los demonios.

Tampoco a quienes han quedado huérfanos de ti, de tu amor y el cariño de sus padres. Te suplico de nuevo por todos nuestros hijos, obsequiándoles todo tu amor para que sus almas se transformen y alcancen su bienestar y felicidad. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Señor Todopoderoso!, tú que eres el principio y el fin, tú que eres el Dios de los Dioses y tu reino es eterno, donde el dominio y la majestad son tuyos; bendito sea tu milagroso nombre Dios Altísimo, creador del universo, que ensanchas tu pasión paternal sobre cada criatura aquí en la tierra.

Hoy quiero conversar contigo e implorarte. Sé que tú eres bondadoso y nunca me dejarás ni desampararás, por ello acudo ante ti rogándote auxilio en mi vida sentimental, y poder salvar mi relación de pareja. Ampara este amor que hay entre (se dicen los nombres de las dos personas) y no permitas que nadie interfiera en nuestra relación sentimental.

Nuestro esfuerzo y dedicación han sido siempre constante. Somos una hermosa pareja estable y bien fundamentada, hemos batallado duro por nuestro amor, pero esta crisis económica nos ha afectado a ambos, y debemos enfrentarlas tanto en las buenas como en las malas.

Santo Padre, en el amor se guerrea no solo cuando la bonanza aflora en el hogar, sino también cuando los problemas financieros interfieren y hacen tambalear las relaciones de parejas. Por eso hoy converso contigo para hacerte mi confesión ante mis dudas y angustias. Por ello clamo tu ayuda y protección. No me desampares ahora. Por los siglos de los siglos. Amen.

¡Oh Magnifico Dios Padre Amado! Ante esta crítica situación, hoy recurro a ti para hablar libremente y pedirte que me concedas la protección de mi y no consientas que mis enemigos envidiosos interfieran ni que falte el sustento diario en mi sagrado hogar para mi familia.

¡Oh Misericordioso y Amado Dios!, protector mío en tiempos de angustia, no te apartes de mí lado. Hoy te pido preserves mi estabilidad laboral. Esta solicitud te la hago aferrado a nuestro Padre Jesucristo, a María siempre virgen, para que juntos intercedan por mi ante tu divina y sagrada Providencia.

No me apartes de tu corazón y de tu infinita bondad, como lo hizo tu hijo Jesucristo cuando en su tiempo se dispuso a ayudar al prójimo, por su entrega a las personas más necesitadas y, sobre todo, por su manera de vivir, entregando todo lo que tenía, sin escatimar esfuerzos.

¡Bendito Dios Padre, cuando hablo contigo un sentimiento extraño, pero de inmensa alegría me invade, porque tú que eres el Altísimo, y nos diste todas las riquezas cuando creaste este mundo ¡Concédeme la protección de mi trabajo!, seguir adelante y superar crisis económica que agobia a todas las familias.

Hoy, solo te pido un poco de tu misericordia y bondad, para este humilde fiel y creyente, que hoy requiere que no lo desampares en el trabajo, con el cual satisfago las necesidades de mis seres amados. Por los Siglos de los Siglos. Amén.

¡Oh Amado Dios Padre Glorioso y Protector! Hoy te hablo y te invoco como el hijo que tuvo la mejor de de las madres, para suplicarte que protejas a mi Madre (decir el nombre de la persona), que la cuides siempre donde quiera que se encuentre.

Te lo pido con todo mi corazón, porque mi alma le pertenece y no quiero que ningún daño le suceda mientras no se encuentre a mi lado. Cubre a mi madre de todo lo necesario hasta que regrese a su lado y pueda sentir el placer de complacerla en sus caprichos y requerimientos, para que la felicidad nos arrope a ambos para siempre.

Que con el ímpetu de tu palabra y tu manto poderoso, te imploro que la cubras con tu aura bendita; y con tus manos atadas a nuestros destinos, hayan quedado unidos para siempre, para que todos hijos sientan el calor de sus manos protectoras.

¡Oh Amado Dios Padre! Con estas humildes palabras te suplico nuevamente, que ampares a (decir el nombre de la persona) a quien adoro y respeto desde que nací, ya que ahora no la tengo a mi lado. Padre Creador del Universo, cuídala siempre para que su alma noble pueda contemplarlo cuando la tenga frente de mí. Por los siglos de los siglos. Amén.