Oraciones Para Mascotas Fallecidas

Oración para Despedir a una Mascota Fallecida

¡Oh Magnánimo Señor! Hoy agradezco por su amor tan leal e incondicional, por concederme siempre el gran don de ser su custodio. Te doy las gracias Dios Padre, creador de todas las cosas vivientes de la tierra y por mi compañero (se dice el nombre de la mascota).

Te agradezco inmensamente Señor, que por tu inmensa misericordia creaste los animales, colocándolos a nuestro servicio. También por aquellos que a diario ayudan en las labores del campo y acompañan los juegos de los niños, como también aquellos que colman los últimos días de las personas de la tercera edad.

¡Cómo no agradecerte por aquellos perros que socorren a los enfermos y salvan personas en las catástrofes, protegiéndolos de los siniestros!  Y ahora que se ha ido, Señor, te pido me regales la fuerza necesaria para recomponer mi alma y mi corazón que está abatido por su ausencia.

Siempre recuerdo toda la emoción que reinó en mí con cada una de sus travesuras, con cada movimiento o jugueteo. Por ello, una vez mas te doy las gracias, porque sin Ti, Señor Padre Misericordioso, no hubiese tenido la oportunidad de conocer esta tu hermosa creatura. Alabado seas siempre, mi Señor Padre en todas tus criaturas. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Bondadoso Señor! En tu majestuoso nombre, ruego ante ti, para que me des la fortaleza requerida por la partida de mi mascota, la cual fue como un hijo para mí. Te pido que lo lleves ante tu presencia para que te acompañe. Quisiera algún día volver a verlo de nuevo en la otra vida.

Te lo pido Señor, porque esta tristeza ha turbado mi vida, pues hoy ha muerto mi perro y me siento muy mal. Dame fortaleza y el valor para poder soportar y superar esta perdida repentina de mi mascota.

No es nada justo, que estos tan nobles fallezcan. Te suplico mi Dios Padre, para que mi mascota sea tu luz allá en tu morada celestial. Desde hoy y para siempre mi Padre Amado. Recíbela en tus brazos con mucho amor y cariño, ya que me ha dejado íngrimo y solo.

Pero confió que tú le concederás un buen lugar a tu lado, bonito y hermoso, colmado de colores, Te lo pido mi Dios Padre, él era el compañero y amigo de mis hijos. Nuestro hogar se siente vacía sin mi mascota (se dice el nombre) Así quiero que lo nombres allá en el cielo y que tu misericordia lo acompañen siempre.

Tu conoces el dolor que estamos sintiendo, danos fortalezas señor. Cuídalo mucho y dile cuanto lo añoramos. Lo recordamos con mucho amor y cariño. Juega con él, pues eso le gustaba mucho. El será un gran amigo para ti, no lo dudes. A nuestro lado no era un simple animal, era más que un amigo con quien compartíamos a diario.

¡Oh mi Señor Dios Padre! Quita la tristeza por su muerte repentina. Ten misericordia y danos fuerzas cada día para soportar su ausencia. Sé que no hallaré otro como él, porque era un ser especial y único y lo extrañare siempre, pero con amor.

Hoy nuestros corazones han quedado muy tristes. Es algo que no se puede reparar, pero sé que estará en un mejor lugar a tu lado.  Siempre mirare al cielo para verte y confiar en que estas bien. Mi perro, mi hijito del alma. Gracias mi señor por estos seres tan maravillosos como lo son los animales.  Amén.

¡Oh misericordioso Padre Santísimo y Glorificado en toda la tierra! Sabes que las mascotas se llegan a querer tanto, que muchos sufrimos cuando enferman sin saber que hacer. Ellas también son seres puros que se guían por sus instintos y generan un vínculo afectivo especial con nosotros. Y cuando mueren nos dejan un dolor muy hondo.

Por eso Bondadoso Padre, el mal de ojo solo se la ha llevado y solo se me ocurre acudir a ti y suplicarte por la salud de todas las mascotas con esta plegaria, para que me le des consuelos.

¡Oh San Martin de Porres! Protector de los animales. Curador caritativo y guardián. Tú que eres fiel devoto a la voluntad de Dios; hoy te magnifico y te ruego que lleves contigo mi adorada mascota ante los pies de nuestro Dios Padre, causado por quien solo busca glorificarse del mal.

Te imploro los protejas del Mal de Ojo para que no mueran y así devolverles la alegría en su conducta y las alientes a seguir fuerte luchando por su estado de salud.

¡Oh Glorioso San Martin de Porres! Conduélete de todas las mascotas, que todos los días alegra nuestras mañanas y siempre están pendiente de la vida y de las cosas. Bendícelas y aleja de sus cuerpos todos los males, por culpa de los envidiosos, que la desean para ellos. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Magnánimo y Benevolente San Roque! Hoy acudo ante ti porque mi mascota ha muerto del Mal de Rabia y me ha dejado muy triste. Por ello, deseo implorarte que restaures la salud de todas las mascotas del mundo a la mayor brevedad posible, pues se sufre mucho al verlas morir por esa peste.

Acudo a ti con humildad, para pedirte que por su alma pura. ¡Oh, Glorioso San Roque! A quien el Dios Todopoderoso concedió la gracia especial de liberar a los pueblos afligidos con tan espantoso azote como la peste; cuya virtud fue digna de admiración en Roma, a donde llegaste cuando estaba siendo azotada por aquel mal, empleando tu protección con el Señor para que de él la liberaras como así lo hizo.

Por favor Amado San Roque, preséntale nuestras súplicas al trono del Dios Altísimo, e intercede por nosotros para que por tus méritos y tu intercesión reciba en su seno a mi mascota y libere de cualquier peste a aquellas que están enfermas, para que podamos liberarla de la muerte y de todo aquello que pueda quitarles la paz y la alegría, sin que sea obstáculo para su salvación.

¡Amado San Roque!, Agradezco que, con tu poder sanador, sanes cuerpo, mi mente y mi alma, devolviéndome la paz y el amor que necesito para seguir con nuestros días protegiendo y cuidando la vida de nuestras mascotas.  Poderoso San Roque, que a pesar de tu humildad puedes dominar a quién quieras, haz que (nombre de la mascota perdida) pueda elevarse al cielo y colócala a los pies de nuestro Amado Jesús. Amen.

¡Oh Misericordioso San Roque!, Santo honesto y milagroso que te diste en cuerpo y alma a nuestro Dios Padre y quisiste de corazón a los animales, lo que te convirtió en su glorioso patrón. Por favor ante la muerte, bendice sus almas y permite que estén a los pies de nuestro Amado Jesucristo.

Ruega a nuestro Dios Padre para que nos bendiga por su ausencia y la tristeza tan marcada que nos ha dejado, ya que era un miembro más de nuestra familia, como un amigo y compañero, quien me dio su cariño incondicionalmente, siendo fiel, dándome consuela y alegra en mis días, dándome mucho más de lo que recibió.

¡Venerado San Roque Siervo del Señor!, tú que fuiste milagrosamente socorrido por un perrito cuando aquellos hombres malvados te abandonaron por tu enfermedad, pero él, con su fidelidad, diariamente te llevaba panes y con tanto amor tus llagas lamian tiernamente para aliviar tus dolores; hoy llego hasta ti colmado de fe sabiendo que tú eres bondadoso te encomiendo el alma de mi mascota.

Amado San Roque, cuídamela en el cielo. Te pido, que no me la desampares y que me des consuelo y resignación ante su lamentable partida. Otra mascota como ese animal no creo que tendré en esta vida.

Por ello, te imploro por la salud de las mascotas de todo el mundo, para que alejes de su entorno las enfermedades, envíale sanación para que, con inmensa fe, en tus manos, podamos soportar este dolor. No permitas que sientan dolor, alivia sus heridas. Amen.