Oraciones Para Tiempos Difíciles

¡Oh Piadoso Dios Padre! A veces los tiempos difíciles te golpean fuertemente y solo contamos contigo para enfrentarlos y salir adelante. En estor momentos de angustia, donde mi alma y mi corazón, se constriñen por tanto pesar, me aferro a tu hermosa benevolencia y magnificencia para dialogar contigo abiertamente y confesarme.

Son tiempos que pueden destruir toda tu estabilidad emocional y física, cuyas acciones son determinantes para seguir adelante construyendo nuestros días. Pero Padre Amado, solo tu eres el conocedor de mis preocupaciones, de mis congojas, de mis desesperanzas, de mis temores más íntimos.

¡Amado Dios Misericordioso! Hoy vengo a tu sagrado manto espiritual para que me cubras y me apartes de todas esas situaciones amargas y traumáticas que obstruyen mi felicidad plena.

Ahora, que la pandemia ha desarticulado todo en nuestras vidas, que ha hecho claudicar todas nuestras cotidianas vivencias y comprender el valor de la solidaridad y de la humildad de nuestro bienestar familiar y social, sobre todo lo existencial y espiritual, me atrevo a pedirte, no te pido solo para mí y mi familia, sino también para toda la humanidad.

¡Oh Gran Creador y Benefactor! Sería un grave error, una inconciencia humana y un gran acto de egoísmo, olvidarnos del prójimo y no rogarte por su bienestar total. Somos tus hijos y a ti imploramos siempre, porque eres el Dios de los Dioses, el Único y Verdadero. Siempre te alabaremos por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Grandioso Padre Mio!, Tu que resucitaste a tu hijo amado al tercer día, demostrándonos que eres el Amo Absoluto de nuestro Universo, hoy te suplico te conduelas de quienes sufren cualquier enfermedad, y pedirte que fijes tu mirada en estos tiempos difíciles para la salud.

¡Bienaventurado quien conoce y sabe lo que es el amor, que sabe entregarlo sin egoísmo, que sabe lo que es amar y sabe valorar la vida, sin olvidarse ni despreciar tu inconmensurable misericordia! ¡Que estén en hora buena los que han vivido y han experimentado tu presencia espiritual! Solo aquel que lo ha vivido puede sentir el más profundo agradecimiento y devoción hacia ti, Padre Amado.

¡Padre Dador de vida! Salvaguarda nuestra Salud en estos difíciles tiempos. No quiero dejar pasar por alto mi agradecimiento hacia ti por haberme devuelto la salud donde mi amada esposa siempre se mantuvo a mi lado, Por su salud también te imploro clemencia.

Te lo pido con toda la convicción del mundo por tu generosidad y bondad, Para la vida, una salud plena es esencial para lograr la máxima felicidad. Padre legítimo y servicial, necesito que vuelvan a mí los días alegres, los éxitos en el trabajo, las amistades valiosas con las que cuento.

Necesito y requiero urgentemente de tu intervención celestial para que sane mi cuerpo y mi espíritu. Pero por encima de todo, agradecerte porque todo eso ha formado parte de mi existencia terrenal y me han hecho sentir el ser humano más feliz que haya existido en este hermoso planeta. Amén.

¡Magnánimo Dios Padre! Hoy acudo a ti por el difícil tiempo en el que me encuentro, cuya dudas e incertidumbre espiritual me agobia. Oye mi ruego: no nos abandones en estos aciagos tiempos. Fortalece nuestras almas atormentadas para entender la verdadera esencia espiritual, su real significación en aras de fortificar nuestros caminos.

A veces siento que desfallezco. Pero me aferro a ti Padre Celestial y me pregunto ¿Cómo negarme a tu existencia y tu infinita pasión si nos creaste a tu imagen y semejanza? ¿Cómo no agradecerte en estos difíciles tiempos si te imagino a mi lado gobernando mis pasos?

Son tantos los tiempos difíciles que se nos presentan, pero a la vez son tantas las cosas por las que hay que agradecerte, que mis palabras se quedarían cortas. De nuevo, ayúdame Dios Padres en este tiempo difícil, en el cual mi espíritu se ha debilitado y siente ahora más que nunca que te necesita, por los siglos de los siglos. Amén.

¡Dios Padre Amantísimo y forjador del Universo! Ante este difícil momento por el que atraviesan mis finanzas para mi sustento económico y el de mi familia, solo me queda acudir a tu benevolencia y pedirte encarecidamente me sostenga en tus brazos divinos.

Solo quiero que oigas esta plegaria para que me des paciencia, resistencia y cordura. Señor Padre, tú conoces esas mis debilidades espirituales que pueden afectarme. Pero cuando se trata de las deudas y vemos que el dinero no alcanza, los planes se nos retuercen en la cara y atrapados y solos, pensamos en el sustento de nuestra familia.

¡Bendito Dios Padre! Pero por sobre todas las cosas, perdona mis pecados. Resguarda mis finanzas para seguir dándole bienestar a mi familia, seguir contando con un hermoso hogar, con mi necesario empleo, y seguir forjando mis sueños, mis planes y mi felicidad.

Dámeles toda la protección a todos y haz que prospere económicamente. Revierte esto difíciles tiempos y transfórmalos en instantes de plena felicidad. Por los siglos de los Siglos. Amén.

¡Oh mi Padre Creador Universal! Cada vez que salgo a la calle, me encomiendo a tu protección y amparo. Sin ti, sin tu intervención prodigiosa, sin tu mágica mano protectora y conservadora, ¿Cómo transformar esta tierra y nuestras vidas?

Tu Dios Padre Salvador, que llenas mis días de bendiciones, te suplico que apartes de mi todo mal, todo mal augurio que pueda poner en peligro mi vida y la de los míos en estos tiempos difíciles.

Pon tus bendiciones sobre mi alma y corazón. Y aleja de mis los difíciles tiempos que experimento cuando estoy por las calles de mi ciudad. Esa sensación me acecha a cada instante. De antemano te pido que me protejas, al igual que a mi familia y a todos los hombres y mujeres que deambulan por esas calles, por esos caminos y senderos misteriosos.

Padre Único Dador de vida, en tus manos omnipotentes me encomiendo en la calle y pongo en tus manos mis preocupaciones y problemas. En tu profunda sabiduría dejo mis planes y objetivos. En tu amor magnificado, reposo y me siento seguro, caminando junto a mis seres queridos. Confió en ti enteramente. Por los siglos de los Siglos. Amén.

¡Bendito Dios Padre! Tú que siempre estás pendiente de nuestras plegarias y nuestros pesares, tú que nos conoces muy bien y desde el firmamento celestial nos observas a diario para guiarnos adecuadamente y amorosamente en cada proyecto, en cada camino emprendido en estos tiempos difíciles.

Amado Dios Padre, hoy acudo de la manera más humilde y sincera y me postro ante tus pies y tu esplendorosa misericordia para aclamarte y venerarte incansablemente para que me concedas la ayuda que tan ardientemente hoy deseo durante la difícil operación a la que será intervenida mi madre.

¡Oh Victorioso Dios Padre! acudo a tu regazo en este tiempo tan difícil, convencido de que tú la resguardará durante este trance. Por eso, concédeme esta petición y aleja los peligros, las complicaciones y dolencias de su ya desgastado cuerpo.

Aleja todos esos males que la agobian y dale la paz, la fuerza y la voluntad de seguir viviendo para servirte ardientemente aquí y donde se encuentre siempre. Por los siglos de los siglos. Amén.