Oraciones Para La Noche Para Agradecer Y Pedir Protección

Ese acontecimiento me ha marcado, como ha marcado a gran parte de la humanidad desde que llegaste a este mundo, creado por tu propio Dios Padre. Pero a menudo se nos vuelve intrascendente. Por ello, hoy te confieso que soy pecador, pero contigo me siento bendecido(a) por tu infinito amor, y aunque pasen los años y aunque no te pueda ver, sé que tu estas aquí.

¡Idolatrado Jesucristo! Justo antes de que la larga noche oscura nos arrope con su negro manto, quiero agradecerte por este día que ya concluye poner en tus manos sanadoras la solución de todos mis preocupaciones y lamentos, que a veces no me dejan aprovechar la noche en paz.

Amadísimo Señor, desde lo más profundo de mi corazón quiero que sepas que necesito descansar tranquilo(a), pero en ti. Ya estoy un poco viejo(a) y los años pesan. Hoy acudo a tu poder para descansar profundamente, aun sabiendo que todo depende de tu santa voluntad, de tu misericordia y de tu piedad, pues nada en la tierra se mueve sin tu voluntad. Por los Siglos de los Siglos. Amén.

De nuevo confío en tu magnánima benevolencia y acudo a ti para rogarte que las diversas pruebas que me han tocado en los últimos días, ya sean en forma de dificultades, tormentos o enfermedades, por favor disuélvelas pronto y que todas se transformen en bendiciones, alegrías y mucha salud para todos.

Nunca Padre Amado me sueltes de tu mano sanadora; cada día quiero más andar por el sendero correcto, complacerte y que te sientas orgulloso de este servidor, que es tu hermano(a). Asimismo, quiero suplicar tu perdón por tantos agravios que a veces conscientemente puedo cometer, y otros que ni siquiera me doy cuenta.

Depúrame, límpiame de mis pecados durante esta y todas las noches y transfórmame en ser nuevo y mejor cada mañana. Abrázame muy fuerte Padre Amado, sé que con tu mirada y con tu sonrisa puedes sanarme si lo quieres, para que todas las cosas que yo haga en mi vida sean nuevas y agradables para ti.

Oriéntame para reconocer los caminos pertinentes y adecuados que has dispuesto para mi futuro y mi felicidad. Y sobre todo Jesucristo Misericordioso, méteme la mano para fortalecer mi fe en tu santa gloria cada día más, porque estoy seguro que eso es todo lo que requiero para sanar mis penas y vivir la vida plena y feliz, tal y como lo deseas para mí y para todos los hombres y mujeres de esta tierra.

¡Oh Bien Amado Jesucristo! Haz que esta noche mi almohada la sienta como tu regazo, que me cobijen tus calurosos brazos, que me apacigüen las tempestades los latidos de tu sagrado corazón, que me purifique lentamente tu mirada mientras tú vigilas mi sueño a la espera de un nuevo día, sintiéndome uno contigo. Amén.

A tu indiscutible misericordia acudo por ellos quienes todas las mañanas se levantan bien temprano y se preparan para ir a sus trabajos, mientras nosotros, ante tanta inseguridad y delincuencia desatada, nos quedamos afligidos, con nuestros corazones a millón, latiendo durante todo el día hasta que los vemos llegar sanos a nuestros hogares.

¡Milagroso Jesucristo Amado! No los descuides ni un instante. No los dejes solos. Sabes muy bien que la delincuencia ha aumentado significativamente y deambula por todas las calles y avenidas de nuestra ciudad, sobre todo cuando cae la noche, la que se presta para las malas fechorías.

Te ruego Padre Misericordioso y Siempre Amado que no me los desampares cuando estén en la calle o cuando salgan a alguna fiesta o diligencia importante que les intereses. Guíalos, Oriéntalos en sus andanzas, Por los siglos de los Siglos. Amén.

Infinitamente, te doy las gracias por ponerle atención a mi oración y concederme un día tan especial. Gracias por tus bendiciones hoy y siempre. Por ellas podré descansar ahora con tranquilidad.

Pero antes, Padre Majestuoso, quiero pedirte por la salud de mi adorada esposa. Por ella, que desde muy temprano se levanta con ímpetu y alegría para administrar nuestro hogar y ya el cansancio la domina. Con su entrega y amor, nuestra familia se mantiene firme y siempre dispuesta a salir adelante.

Por eso, te hago este pedido. Deseo con todas mis fuerzas y te ruego Dios Padre por su bienestar y su felicidad, que bien se lo merece por tu esfuerzo diario y entrega sin condición. A lo mejor mañana, un milagro suceda, ten fe. Por los siglos de los siglos. Amen.

Te agradezco Señor, por poder contar con esos suministros diarios. Pero Padre Amado, también te pido por quienes no cuentan con alimentos para sus hijos, para sus familiares, y se sienten impotentes ante estas calamidades. Nunca te olvides de ellos Dios Padre.

¡Gracias, mil Gracias! Haz que al terminar esta noche sus cuerpos hayan consumido las proteínas y calorías requeridas por sus cuerpos para vivir sanamente, y poder soportar todas las vicisitudes diarias nos ofrece la vida; pero estamos seguros que un nuevo día está por venir, y tú Padre Amantísimo, lo estas diseñando para hacernos felices. Por los Siglos de los Siglos. Amén.

Por eso, Dios mío, esta noche solo tengo una palabra para ti y sé que me comprenderás en todo lo que hoy te confieso. Nuevamente quiero agradecerte por cuidar de mí y de mi adorada familia en esta noche y por las oportunidades que me has dado de crecer, confiar, amar y ser feliz.

Te agradezco Padre Amado, por ser mi luz, mi farol, mi guía y mi compañero de viaje en este día que pronto termina. Coloco en tus manos todos mis proyectos para el día de mañana y solo te ruego que me otorgues el conocimiento y la fuerza, para poder hacerlos realidad.

Gracias Dios Padre por mi adorada familia, por permitir que la pueda disfrutar con amor y amistad, donde está la gente que me aprecia. Gracias por orientar mis pasos y por ampararme en las noches a mí y a los míos. ¡Que más podría pedirte! Gracias Bendito Jesús Misericordioso por todo lo vivido.

En esta noche, que pronto morirá con un nuevo amanecer, te doy las gracias Jesús Crucificado por todos los sueños que mañana harás realidad, y por la tan anhelada paz en esta noche que comienza. Mil Gracias. Por los Siglos de los Siglos. Amén.