Oraciones Para Proteger A Mis Hijos

A esos hijos emigrantes, concédeles la dicha de contar con alimentos, techo y abrigo cuando transiten por esas calles. ¡Oh adorado Dios Padre protege a mis hijos de esos peligros!, Igualmente protege a quienes, aun contando materialmente con todo, son abandonados frente a un televisor, una computadora o los video-juegos sin ser orientados por sus padres y familiares.

¡Te imploro Padre Amado! Por los hijos que son abandonados, sin tener culpa de su existencia. A ti quiero clamar por ellos, porque son víctimas de la irresponsabilidad de sus padres. Quiero rogarte por los hijos de todos nosotros, para que no sufran y vivan llenos de miedo y angustia. Dales a todos ellos la paz y la armonía de un mundo feliz.

De nuevo te ruego que protejas a mis hijos o hijas de cualquier violación a su intimidad. Cúbrelos con tu sagrado poder. De igual forma Padre Amado, no descuides aquellos hijos e hijas que crecen y son educados sin tu presencia y tus enseñanzas y han quedado huérfanos de ti, de tu amor y el cariño de sus padres.

Te imploro nuevamente Padre Misericordioso por tu protección eterna para todos mis hijos e hijas, y los de mis amigos, que son el futuro de cualquier país, y le obsequies todo el amor que puedas darle, para que sus corazones y sus almas se transformen y alcancen su bienestar y felicidad.

Reclamo hoy humildemente tu Misericordia, para que todos puedan postrarse ante tus pies, limpios y confiados en tu poder y tu grandeza, sin que se nos pierdan en las drogas ni en la delincuencia. No me los dejes solos, por los siglos de los siglos. Amén.

Ofréceles la protección requerida a mis hijos. Resguárdalos Dios Bendito, donde quiera que estén. Hazle saber que tú eres indispensable para ellos, y permite que en su camino se encuentre con personas dadivosas que los acojan y les brinden lo necesario, para que vivan con dignidad y respecto ante ti.

Ahora de nuevo te imploramos con sincera fe, que protejas a todos nuestros hijos e hijas. No me los dejes solos por donde transiten. Padre Amantísimo, colócale a su lado a Jesús para que los guie y ampare en tu nombre. Bendícelos y acompáñalos en su camino solitario. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Niño Bendito!, haz que mis hijos e hijas se queden siempre contigo para que se alejen del mal y se hagan semejantes a Ti, creciendo en sabiduría y gracia delante de nuestro Dios y de los hombres.

¡Nunca dejaré de adorarte mi Divino Niño! Porque tu alma pura y noble, guía a mis hijos e hijas y los bendice en sus pasos; escúchanos y concédele la gracia que tanto necesita para mitigar la desesperación que los vuelve intranquilos en la vida. Con profundo amor te suplico por mi hijos e hijas: (se nombran y se les reza un Padrenuestro)

Por mis hijos e hijas clamo. Por ellos imploro tu poder y tu atención Tú qué conoces muy bien mis pesares pues todo te lo confío, concédele la paz a ellos que viven angustiados y dale alivio al corazón mío.  Yo, no acudiré a ti en vano, pues estoy plenamente convencido de que eres el Dios de los Dioses, el Único y Verdadero, el auxilio de todos los cristianos. Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo…

Recuerda, Oh Niño Bendito, que jamás nadie te ha suplicado antes sin tu ayuda recibir, por ello, totalmente repleto de amor y esperanzas, me postro ante tus pies ilusionado para que me cumplas lo que hoy te pido: (repetir lo que se quiere obtener).

Reconfórtalos Amado, Divino Niño, escuchas sus lamentos y dales consuelo, apóyalos, pero por sobre todas las cosas resguárdalos por tu misericordia infinita. Amén. (Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Hacer la oración y los rezos tres días seguidos).

Pero tu Padre amado sabias muy bien que no andaba perdido y por el contrario discutía sabiamente tus enseñanzas con los fariseos de la Ley de Dios, que si estaban perdidos en la interpretación que ofrecían del antiguo testamento y tu hijo Jesús les demostró el profundo amor y respeto que sentía por ti. Y sus padres se quedaron admirados

¡Y como no rogarte que cuides a mis hijos! ¡Misericordioso Padre! No me los abandones ni un instante, porque en un descuido, pueden perderse y ser presa fácil de la maldad. Guíalos y protégelos siempre cariñosamente.

Con tu amparo podrán seguir luchando en esos parajes peligrosos, batallando de una manera digna y confiable, solo dependiendo de tus bendiciones, tus dadivas en las horas más álgidas e imperiosas.

Te hago esta plegaria porque a diario los veos confundidos y temerosos. resguárdamelos con todo tu amor para que pueda estar tranquila mi conciencia, al saber que tú los llevas por caminos seguros, como cuidaste a tu hijo Jesús, quien perdido en el desierto despreció las tentaciones de Satanás. Por los siglos de los Siglos. Amén.