Oraciones a San Francisco de Asís

Las Oraciones a San Francisco de Asís son un remando de paz y bondad infinita. Fue fundador de la orden franciscana, una corriente de renovación cristiana que lideró centrado en el amor a Dios, la  fraternidad y la pobreza, con mucho eco en la Edad Media.

Su sencillez y humildad trascendió su época y su figura es valorada, como una de las más altas manifestaciones de la espiritualidad cristiana, más allá incluso de las propias creencias.

Índice
  1. Oraciones a San Francisco de Asís
    1. Oración Sanadora de San Francisco de Asís 
    2. Oración de Alabanza al Dios Padre
    3. Oración a San Francisco de Asís y acción de gracia
    4. Oración en honor a sus Llagas
    5. Oración a San Francisco por sus Estigmas
  2. Oraciones a San Francisco de Asís: Un remanso de paz

Oraciones a San Francisco de Asís

Oración Sanadora de San Francisco de Asís 

 

¡Magnánimo San Francisco de Asís!. Tus oraciones sanadoras se funden en la conciencia de todos aquellos que aman al Señor con todo el corazón, con toda el alma y la mente y con todas sus fuerzas, y aman a sus prójimos como a sí mismos, y aborrecen sus cuerpos con sus vicios y pecados, y reciben el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y dan los frutos propios de la penitencia.

¡Oh, cuán dichosos y benditos son aquellos y aquellas quienes hacen estas cosas y en ellas perseveran! Porque sobre ellos reposará el Espíritu del Señor y hará en ellos domicilio y morada; y son hijos del Padre celestial, cuyas obras hacen, y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Oración de Alabanza al Dios Padre

 

Glorioso San Francisco de Asís, Tú eres el santo, Oh Señor Dios, único y eterno, el que haces las miles de  maravillas y prodigios milagrosos en favor de tus hijos terrenales. Tu eres el el fuerte, el grande,  el altísimo, El rey omnipotente; tú Padre santo, rey del cielo y de la tierra.

Tú que eres el trino y uno, Señor Dios de todos los dioses; te has levantado miles de veces de distintas formas, has vencido y te has erguido como el gran señor del bien, donde la angustia, la desesperación, las preocupaciones, y todo lo malo que se nos avecine.

Que se esfumen al instante por tu mucho bien, que es un bálsamo sanador, que nos alienta y nos hace seguir de pie. Señor Dios vivo y verdadero Bendito, a ti hoy acudo cual mansa oveja de tu rebaño, para clamarte por el bien del prójimo.

Esta alabanza a tu gloria, es una alabanza de amor y fe. Solo eso me reconforta saber, porque se que Tú no nos abandonas en ninguna hora. Tu siempre estas allí, pendiente de todos, guiándonos por tus caminos de paz, amor y sabiduría divina, para enderezar nuestras vidas y colmarnos de mucha bondad para con nuestros familiares y amigos.

Oración a San Francisco de Asís y acción de gracia

 

Querido Dios Padre, que nada, pues, ni impida, ni separe, que nada se interponga; nosotros todos, en todas partes, en todo lugar, a toda hora y en todo tiempo, todos los días y continuamente, creemos verdadera y humildemente, y tengamos en el corazón y amemos, honremos, adoremos, sirvamos, alabemos, bendigamos, glorifiquemos, engrandezcamos y demos gracias al altísimo y sumo Dios eterno.

Trinidad y Unidad fusionados. Padre e Hijo y el Espíritu Santo, creador de todas las cosas y salvador de todos los que en él creen y esperan y lo aman; que, sin principio y sin fin, es inmutable, invisible, inenarrable, inefable, incomprensible, inescrutable, bendito, loable, glorioso, sublime, excelso, suave, amable, deleitable y sobre todas las cosas todo deseable por los siglos. Amén.

Oración en honor a sus Llagas

 

Glorioso Guardián y Padre mío, San Francisco de Asís, a ti acudo, clamando por tu poderosa intervención, para poder comprender en su máximo expresión el gran amor que Dios Nuestro Señor Padre nos manifestó al martirizar su débil carne y su espíritu.

Tus profundas llagas son focos de inmensa caridad divina; cinco idiomas que me recuerdan las indulgencias de Jesucristo, fuentes de gracias celestes que el gran Creador le confió para que las comparta entre todos sus devotos. ¡Oh Santo cordialísimo!, pide por mí a Jesús sacrificado una chispa ardiente del fuego que ardió en tu alma aquel día venturoso en que fuiste a la crucifixión.

Todo ese martirio para que todos puedan recordar tus sagrados privilegios sobrenaturales, así también para que imite tus ejemplos y continúe poniendo en práctica tus enseñanzas, naciendo, viviendo y muriendo adorando a Dios por sobre todas las cosas.

En este día, te rezaré Oh Padre Nuestro, y alabaré tus glorias en honor de las cinco llagas de San Francisco. Angelical Padre mío San Francisco, pobre y hasta desconocido por todos, y, por esto, glorificado, magnificado y favorecido de Dios.

Y allí siempre te veo tan rico en riquezas eternos, vengo a pedirte una humilde limosna. Concédemela generoso, por amor al crucificado Jesús y a su Madre, nuestra gran Madre, la Inmaculada Virgen María, y por la promesa que hicisteis de obsequiar por su hermoso amor todo lo que se te pidiese.

¡Santísimo San Francisco de Asís! Por el inmenso amor que sientes por nuestro Dios Padre, humildemente te ruego que me libres del dolor de mis pecados, que me colmes de la humildad y el amor a tu ardorosa pasión; que me concedas conformidad según la voluntad de Dios el misericordioso, progreso, sabiduría y sindéresis para la Iglesia, para el Papa y para todos sus sacerdotes.

Te ruego por la exaltación de la fe entre todos los hombres terrenales, desconcierto de la herejía y de los infieles, transformación de los pecadores, constancia de los justos y eterno alivio de las almas que van al Purgatorio. Te lo pido encarecidamente por amor de Dios. Amén. 

Oración a San Francisco por sus Estigmas

 

Gloriosísimo Oh San Francisco, tú que recibiste los signos en La Verna, tus estigmas, quiero que sepas que hoy el mundo tiene tristeza de ti como símbolo representativo y vivo de Jesús crucificado. Este mundo hoy necesita de tu amable y bondadoso corazón abierto a Dios Padre y al hombre, de tus pies desnudos y heridos, y de tus milagrosas manos traspasadas e implorantes.

Este mundo, que ha perdido sus esperanzas, hoy tiene mucha nostalgia de tu voz débil, pero enérgica por el poder del Evangelio. En este instante solo clamo por tu ayuda Francisco, para los hombres de hoy quienes deben reconocer el mal del pecado y a buscar la purificación en la penitencia.

Ayúdalos a liberarse también de las garras insaciables del pecado, y que dominan a la sociedad actual. Vivifica en la conciencia de los gobernantes la necesaria paz en las naciones y entre los distintos pueblos. Propaga en los jóvenes tu frescura de vida, capaz de contraponerse a las insidias de las múltiples culturas del odio y de la muerte.

A aquellos ofendidos por cualquier forma de maldad, otórgales Oh, magnánimo San Francisco de Asís, tu esplendida alegría de saber absolverle de toda culpa o pecado. A todos los sacrificados por el hambre, los padecimientos físicos y espirituales, por la destrucción y la guerra, ábreles nuevamente las puertas de la esperanza. Amén.

Oraciones a San Francisco de Asís: Un remanso de paz

San Francisco en Procesión

A San Francisco de Asís se le conoce como el hombre que más se pareció a Cristo, vivió “como un hombre nuevo y de otro mundo”, como el hermano universal, como un hombre de paz y de conciliación, como buen amante de los pobres, el cantor de la creación.

Pero es ante todo un místico, un real contemplativo, un enamorado de Cristo, pobre y crucificado, que no solo es un hombre que reza, sino, como dice su biógrafo Tomás de Celano, es un «hombre hecho oración». La presencia de Dios lo transfigura, hasta transformarlo en otro Cristo.

Las oraciones de San Francisco de Asís no pueden pasar desapercibidas en estos tiempos, donde la humanidad atraviesa por graves momentos de pandemias. Es hora de escudriñarlas para llegar a lo mas profundo de su esencia, que no es otra que el amor al prójimo y el inmenso amor al Dios Padre. Búscalas y ora con ellas, elevando tus plegarias al cielo, pero con fe y esperanza.

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