Top 6 Oraciones a San Jorge

¡Oh! Mi Soldado santificado, que dominaste al Drago en tiempos de tribulaciones. A ti clamare fervorosamente y transitaré por este mundo lleno de plagas y peligros vestido y armado con tus armas para que mis enemigos, aun teniendo pies, no me atrapen, teniendo manos no me toquen, teniendo ojos ni me vean, ni con sus ideas perversas y pensamiento ellos puedan hacerme ningún daño.

Sus armas ardientes mi cuerpo no maltratarán, que sus cuchillos y lanzas se rompan sin mi cuerpo alcanzar, cuerdas y corrientes se destruyan sin atar ni maniatar mi cuerpo, que está consagrado a tu santidad.

Que nuestro Señor Jesucristo, me cubra con su manto de amor y misericordia perpetua y me salvaguarde con el poder de su espada y de su Santa y Divina gracia.

Que la Virgen Milagrosa de Nazaret, me cubra con su túnica sagrada y omnipotente, preservándome de todas mis dolencias y aflicciones. Y que Dios el Altísimo, con su divina gracia y su gran poder, sea siempre mi único defensa contra las perversidades o persecuciones de mis hostiles enemigos

Oh! Gloriosísimo San Jorge, en nombre de mi Dios, amplia tu escudo protector y tus vigorosas armas espirituales, amparándome con tu fuerza y con tu inquebrantable grandeza, y que, por debajo de ti, mis acérrimos enemigos se vean humildes y sumisos a tu gloria y tu magnifico poder, envuelto con el poder de Dios, de Jesús y del Divino Espíritu Santo. Así sea. Amen

¡Oh! Mi Soldado santificado, que dominaste al Drago en tiempos de tribulaciones. A ti clamare fervorosamente y transitaré por este mundo lleno de plagas y peligros vestido y armado con tus armas para que mis enemigos, aun teniendo pies, no me atrapen, teniendo manos no me toquen, teniendo ojos ni me vean, ni con sus ideas perversas y pensamiento ellos puedan hacerme ningún daño.

Sus armas ardientes mi cuerpo no maltratarán, que sus cuchillos y lanzas se rompan sin mi cuerpo alcanzar, cuerdas y corrientes se destruyan sin atar ni maniatar mi cuerpo, que está consagrado a tu santidad. Que nuestro Señor Jesucristo, me cubra con su manto de amor y misericordia perpetua y me salvaguarde con el poder de su espada y de su Santa y Divina gracia.(II)

Que la Virgen Milagrosa de Nazaret, me cubra con su túnica sagrada y omnipotente, preservándome de todas mis dolencias y aflicciones. Y que Dios el Altísimo, con su divina gracia y su gran poder, sea siempre mi único defensa contra las perversidades o persecuciones de mis hostiles enemigos

Oh! Gloriosísimo San Jorge, en nombre de mi Dios, amplia tu escudo protector y tus vigorosas armas espirituales, amparándome con tu fuerza y con tu inquebrantable grandeza, y que, por debajo de ti, mis acérrimos enemigos se vean humildes y sumisos a tu gloria y tu magnifico poder, envuelto con el poder de Dios, de Jesús y del Divino Espíritu Santo. Amen.

Bendito y santificado seas, Oh excelentísimo soldado San Jorge, guerrero valeroso que enfrentaste al Dragon, y que con tu valentía y estrategias pudiste defender a la princesa de la Capadocia, dominándolo eficazmente con tu lanza.

Hoy te solicito humildemente que no te tardes, que llegues en mi auxilio y agradecido ante tus pies, me protejas de los peligros, las dificultades, las aflicciones y de las acechanzas y malas intenciones de los demonios que intentan vencerme para que claudique en tu contra.

Arrópame ardientemente bajo tu capa salvadora, poderoso y venerado Santo, ocúltame sigilosamente de mis enemigos, de mis acosadores, de las terribles e infaustas envidias, de las magias, estratagemas, hechizos y maleficios en contra de mi corporalidad, que está consagrada a Dios nuestro Padre celestial y a tu infinita misericordia.

Estoy convencido que ante tu poder y protegido con tu túnica sagrada y resplandeciente, podré caminar y recorrer la tierra tranquilamente por cualquier vereda año tras año, surcando los inmensos mares sin que mis enemigos puedan verme a plena luz del día, ni oigan mis palabras y lamentos para intentar seguir mis huellas.

Santísimo San Jorge, soldado justo, amoroso y benefactor que a la princesa de Capadocia no abandonaste en ese aciago atardecer, hoy me pongo humildemente bajo tu protección porque no quiero claudicar, ni quiero perderme, ni sangrar delante de mis hostiles y vengativos enemigos que me acechan sin tregua en esta mañana.

Igual que Nuestro Dios Todopoderoso y Salvador que estuvo nueve meses resguardado en el vientre sagrado de la Virgen María, así quiero estar yo protegido bajo tu resplandeciente y poderosa capa indomable, teniéndote siempre delante de mí, armado con tu lanza y tú escudo protector. Amén.

  ¡Oh Dios Omnipotente y Misericordioso, abrigo, amparo y fortaleza nuestra en estos días de tribulación y de tantos males que nos acechan!, te imploramos que nos mires favorablemente a quienes recurrimos a tu infinita y benefactora bondad, para armarnos con tu lanza y tu escudo protector y salvador.

En esta hora aciaga, apelamos a ti San Jorge  y a tu intercesión como soldado poderoso y bendito y de todos los Santos, para que hoy escuches mi sencilla plegaria con misericordia y bondad, creada y clamada para la conversión y sanación de los pecadores y el dominio y destrucción de la envidia y la maldad.

Poderoso y Bienaventurado San Jorge, resguárdanos en el peligro combate, Oh milagroso y amado Santo, conviértete en nuestro auxilio contra la malicia, el rencor, la ira, la venganza y la indeseada traición, así como de la envidia, la injusticia y el rencor, los celos, las maquinaciones y la difamación, así como de las hechicerías, embrujos y maleficios de brujerías.

Apártanos poderoso Soldado del Señor de los malos espíritus, así como de las muchas tentaciones del demonio, que siempre andan en busca de almas débiles y atormentadas para entrar en sus cuerpos y poseerlas en contra de nuestro Dios Padre, el Altísimo, el máximo benefactor de nuestra existencia.

Libéranos magnifico guardián de Capadocia de sus intenciones malignas, de sus engaños y sus hostigamientos, amparándonos con tu poderosa armadura y tu lanza implacable en todo momento, a toda hora, como lo hiciste en contra del Dragon.

Vigoroso y milagroso San Jorge, libera de mi imaginación las malas ideas y los maléficos pensamientos, que nuestro Dios Padre por medio de tu intervención acreciente mi sana fe y mi repleta confianza en El para emerger victorioso ante las fuertes batallas, refriegas malignas o vicisitudes de la vida cotidiana.

Permite Oh, generoso soldado que mis tortuosos caminos y veredas sean liberados de los obstáculos, dificultades y conflictos de todo tipo para que cada hermosa mañana, cada resplandeciente día tenga más vigor físico, fuerza existencial y energía espiritual emanada del Espíritu Santo, para luchar con la fortaleza del amor y vencer a quienes desean verme acabado. Amén.

 Dios Padre Misericordioso y eterno, hoy te suplico ardorosamente que aceptes la intervención de nuestro soldado San Jorge para que, con su túnica sagrada, su espada y su escudo proteja a mi familia, a mis amados hijos y los ampare de cualquier mal presagio o maleficio satánico.

Amado Dios y Padre Verdadero de nuestra estirpe. Concédele a San Jorge su piadosa intervención para que me pueda amparar me libere e ilumine por senderos de paz y agradable armonía, pero sobre todo que me de fortaleza para resistir y defender con hidalguía y humildad mi nombre cuando pretenda ser mancillado.

Igualmente acudo a ti, Amado Dios y Padre Verdadero Dios para que, con tu aprobación, San Jorge interceda por mi con su gracia y vigile mi hogar, mi templo consagrado a tu Gloria y me preserve en todos los caminos y proyectos que emprenda.

Por su probado amor hacia ti, Permite Dios Padre, que San Jorge me libere de la traición, del pecado, de las injusticias humanas. No quiero ser un estorbo en contra de tu Santidad y Magnificencia, por eso finalmente te pido (aquí se señala la petición, se hace el “Acto de Contrición” y se reza el Padrenuestro, el Credo largo y tres Glorias). Amen.