Oraciones A San Martín de Porres

Cúbreme y báñame siempre con tu espíritu caritativo y servicial para que amorosamente te pueda servir sin ataduras entregado a mis otros amados hermanos y así de esta manera hacer el bien,  amparado en la bendición y la gracia de nuestro Dios Padre creador.

¡Oh Santísimo Padre celestial, por las bien ganadas virtudes y cualidades de tu fiel siervo San Martín de Porres, mete tu mano y ayúdame en mis angustiosos problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

(I)

¡Oh, bendito y Bienaventurado San Martín de Porres! ruega por nosotros humilde siervo del Señor, que abrazaste la fe con ardor y con caridad y con inmenso amor llenaste los corazones de los necesitados, de los más desfavorecidos.

Tú que también fuiste consuelo de almas y cuerpos y cuidaste con esmero de los enfermos, obrando prodigios y milagros para favorecer a los que a ti acudían, yo te imploro que seas mi intercesor y me apoyes con un milagro en favor de mis ingresos económicos.

Mi gran protector San Martín de Porres, tú que ocupas lugar principal en la Gloria, que seguiste sin dudar los pasos del Señor y tanta devoción y amor sentiste por la Virgen María, habla con Ellos y pídeles su valiosa mediación.

(II)

Hoy te agradezco fervorosamente que le hagas saber lo que sufro por mis dificultades y agobios, y ruégales que me envíen una solución para mis penas y necesidades.  Oh Santo caritativo, preciso sentir tu intercesión: te suplico con el corazón en la mano, con toda mi esperanza y confianza, que hagas posible cuanto antes que pueda salir de esta grave crisis económica por la que atravesamos en mi familia

Dame por favor, Martín prodigioso, lo que tanta falta me hace: (pedir con mucha fe lo que se quiere conseguir) y concédeme este milagro, disipando de mi hogar toda escasez y penuria. Haz que mis suplicas lleguen ante la Virgen y el Señor, pues de Ellos, siempre llenos de misericordia, sé que puedo esperar todos mis deseos.

Con fe y con la misma esperanza, te suplico milagroso San Martin de Porres que me bañes y rocíes con tu espíritu de piedad y entrega mi alma angustiada, para rendidamente poder servirle al Dios Padre y hacer el bien a mis hermanos, Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. (Rezar 3 Padrenuestros, 3 Ave Marías y 3 Glorias)

(I)

¡Oh bien amado y milagroso San Martín de Porres! Santo de grandiosa fe, a ti que Dios otorgó hacer prodigios inimaginables, hoy acudo a ti en esta necesidad que me agobia. Sé mi protector y mi médico, mi intercesor y mi maestro en el camino de amor a Cristo. Se mi manto sagrado para mi cobijo y el resguardo de los enfermos.

Tú que por amor a Dios y tus hermanos, siempre fuiste incansable en ayudar a los necesitados, tanto que sabe Dios te dio el poder de estar a la vez en diferentes lugares, escucha a quienes admiramos tus virtudes, por amor a Cristo.

Hoy encarecidamente tengo plena confianza en tu poderosa unión a Dios para que, intercediendo ante el Señor, que ante las almas puras como tú es toda bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias.

(II)

Regálame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien como tú, cómo, para saber cómo haciendo el bien a los otros, se apaciguan mis propias penas. Que tu humilde ejemplo de tenerte a ti mismo, siempre en último lugar, por respeto a la autoridad y a la jerarquía eclesiástica sea para mí una luz que nunca me haga olvidar ser humilde.

Qu la evocación de tu gran fe, aquella capaz de sanar, revivir y hacer tantos milagros, sea para mí en momentos de incertidumbre, una gracia sostenida que llene mi alma del fuego del Amor incondicional a Cristo. Padre Milagroso, por las virtudes de tu fiel siervo San Martín de Porres, no me abandones en esta hora; ayúdame en mis problemas y no permitas que mi alma quede confundida con mi esperanza.

Señor Jesucristo, tu que dijiste «pedid y recibiréis», humildemente te suplico que, por la intercesión de San Martín de Porres, escuches este ruego desde el amor, para que me concedas la gracia que te pido si es para bien de mi alma. Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Tú que inspiraste a San Martín de Porres para que tomara en cuenta a todos los animales como sus hermanos y hermanas. Hoy te rogamos que le eches la bendición a (Se dice el nombre del animal). Por el poder de Tu amor, permite que [se dice el nombre del animal] viva según tu deseo.

Por eso, ante tu hermosa presencia divina, mirando el cielo, clamo siempre tu nombre, Oh alabado Dios Padre Altísimo por toda la belleza plasmada en tu magnifica creación. ¡Bendito seas, Dios Todopoderoso, ¡por todas tus criaturas ideadas para darle vida a la tierra y compañía a los hombres! Amén.

(I)

Inigualable y bondadoso Santo adorado San Martin de Porres. Gracias te doy en este día por brindarme tu protección y por ser amable conmigo al atender mis constantes llamados. Siempre intercediendo por mi cuando así lo necesito a cualquier hora y ante cualquier circunstancia.

Por eso, en este momento también acudo a ti con las manos abiertas y el corazón ansioso por venerarte y a rogarte por mi bella familia que ha emigrado a otras tierras y tanto te necesita. Quiero que tomes la mano de cada uno de nosotros y nos lleves por el camino del bien.

Pero, Oh alabado y venerado San Martin de Porres, si en algún momento o circunstancia le hicimos daño a alguien, apiádate de nosotros ante nuestro Padre. Por eso te suplico que me perdones, porque a veces en diversas ocasiones desconocemos lo que hacemos, pero nos arrepentimos. San Martin de Porres, protégenos.

(II)

Siempre nos colocamos bajo tu manto de misericordia para que el Dios Padre nos absuelva de errores. Ayúdanos Santo milagroso a ser mejores todos los días, porque así debemos hacerlo y no porque tengamos alguna necesidad, obligación o compromiso que nos ate.

El amor brota especialmente en nuestros corazones y eso es lo que yo para mi familia. No queremos desperdigarnos por el camino ni del propósito que tiene Dios para con nuestra vida. Deseamos por siempre permanecer unidos cumpliendo las palabras de nuestro Señor Jesucristo.

Queremos y anhelamos infinitamente imitar al Señor Jesucristo, siendo bondadosos, amables, inteligente, amorosos, humildes, perseverantes, creyentes y sabios, pero sobre todo unidos fraternalmente en el nombre de Jesús y María la Virgen. Amén.