Oraciones a Santa María Magdalena

¡Oh Santa María Magdalena! Diadema dotada de hermosura de Cristo, caída de la Mesilla del Amor de nuestro Dios Padre, hondamente degenerada en un tiempo, pero buscada y hallada por Jesús y los suyos con suma solicitud y cariño.

Tú, que oíste su poderosa palabra sagrada invitándote con premura al arrepentimiento y a la conversión, consigueme de Él, por medio de tu intercesión, poder escuchar también yo su llamado y decidirme por la  penitencia y a la reconstrucción espiritual.

Tú, que en un tiempo fuiste perdonada por nuestro Jesús, y te viste de repente libre de tus graves pecados, obtenme de Él, a través de tu intercesión, la gracia divina de aceptar mis culpas y de recibir su anhelado perdón.

¡Oh Sagrada y Respetada Santa! Tú, que fuiste redimida por nuestro Jesús del poder de Satanás, y de las fuertes cadenas que te sujetaban a él, lógrame de Jesucristo, por tu intercesión, la dicha de verme liberado(a) de todas esas ataduras pecadoras que no me dejan apartarme de él. Amén.

¡Oh Misericordiosa y Venerada Santa María Magdalena! Hoy la preocupación me agobia ante tantas adversidades, Por ello hoy recurro ante tus pies de hinojo, para que me concedas la gracia que hoy te suplico, por medio de un anhelado milagro, que estoy seguro(a) me alegrará la vida.

Tú, que luego de tu conversión lo seguiste como discípula suya, conservando  en tu corazón sus sagradas palabras de vida y su eterno perdón, siendo una testigo privilegiada de sus hermosos milagros de amor, con tu intercesión, pídele a Jesús para mí, la gracia de seguirle yo también, cultivando su palabra, albergando su perdón,  siendo hoy también testigo de su bondad y su Amor

Tampoco malgastaste ocasión alguna para demostrarle tu agradecimiento y amor, que lavaste y ungiste con aceite sus pies en Betania antes de ser crucificado y con tus cabellos lo secaste, intercede por mí para poder mostrarle siempre mi sumiso agradecimiento y mi tierno amor, sobretodo en el bello  Sacramento de su Cuerpo y la Santa Eucaristía donde mis hermanos se refugian en Él.

¡Oh Benevolente y Bendita Santa María Magdalena! Nunca la duda te asalto para seguirlo hasta la cruz en Jerusalén, y fuiste privilegiada como testigo viviente de su resurrección, lógrame de Jesús, por tu intervención, la gracia de  apasionarme con Él y de seguirlo devotamente hasta el final de mis días.

Amada Santa, fuiste la primera testigo de su resurrección, y por encargo suyo te transformaste en la Apóstol de los Apóstoles; cumpliendo esta tarea hasta el último momento de tu vida, y aun hoy desde tu morada continuas haciéndolo entre nosotros hasta el final de los tiempos, pídele a Jesús, que me conceda la  gracia de ser un Apóstol de su Misericordia, hasta el último respiro de mi vida. Amén.

¡Oh Amadísima y Venerada Santa María Magdalena!, a ti acudo con mis problemas amorosos, pues requiero hallar a la persona de la que estoy enamorado(a) y necesito que se fije en mi y que su amor sea solamente para mi, por ello imploro tu generosa intersección y poderosa misericordia.

Te doy el espíritu vivo, cordura, pensamiento y voluntad de  (se nombra la persona que deseas enamorar) a María Magdalena, que aunque pecadora, fue absuelta por nuestro Señor Jesucristo, porque sus fallas humanas fueron solo por amor, ese que endulza nuestra vida.

¡Oh majestuosa Santa María Magdalena! De esa misma forma, deseo que dulcifiques el amor de (se dice el nombre de la persona) y lo atraigas hacia mi (tu nombre). Te lo pido con la más ferviente suplica, esperando que no me abandones y florezcan entre ambos los sentimientos de amor, para que pueda atraer y conquistar a (se nombra la persona amada).

Permite que (se dice el nombre de la persona amada) no vea en otro ser  distracción alguna, ni se fije en nadie que no sea yo. Haz que por nadie se sienta atraída(o) y que nunca se aleje de mi  (dices tu nombre), por el contario te imploro con mucha fe que lo(a) acerques a mí y que solo a mi lado se sienta amada con pasión. Amén.

¡Oh Bendecida y Amada Santa María Magdalena! Pecadora y Santa sufrida  del amor. Hoy quiero suplicarte que (se dice el nombre de la persona) a quien tanto he aprendido a amar y es motivo de mis desvelos y angustias, se acerque  hacia mí, para conquistarla y sienta la urgente necesidad de unir nuestros destinos para siempre, sin que nadie ni nada pueda separarnos.

¡Oh Santa María Magdalena, San Antonio y San Valentín Milagroso!, Santos bienhechores del amor, en ustedes confío, y les entrego mis deseos, para que el amor de (se dice el nombre de la persona amada) pueda ser dulcificado y su corazón pueda ser conquistado por mí, y que solo a mí me pertenezca. Amén. (Se deben Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias y repetir la oración por tres días seguidos. El último día encender una vela roja y dos blancas)

¡Oh Gloriosa Santa María Magdalena, discípula y amiga fiel de Jesucristo llena de su gracia divina, que a pesar de tus tantos pecados, y por tu franco arrepentimiento y magnánima penitencia, fuiste perdonada, depurada y renovada por nuestro Señor Jesucristo y por amor venciste todos los impedimentos, hoy deseo pedirte que seas mi amparo pues sufro y lloro por la falta de la persona amada.

A ti, ¡Oh Bienaventurada y Milagrosa Santa María Magdalena! me dirijo y dejo frente a ti mis más vehementes súplicas. Sé que tú me comprendes pues  conoces los problemas de amor y puedes solventar todo lo que me desconsuela.

Tú que alcanzaste del Señor diversas muestras de su infinita misericordia, muéstrale mis súplicas y dile que me atienda y conceda su favor; haz que pueda alcanzar lo que tanto anhelo: el regreso de la persona que amo porque (se dice el nombre del ser amado), es necesaria en mi vida para poder ser feliz y darle a mi corazón la paz tan buscada.

Amada Santa de los pecadores, tu que conoces el amor que concuerda y dulcifica la vida, así deseo que endulces el amor de (se dice el nombre de la persona amada) y se fije en mí, pues hoy espero contar con una nueva oportunidad junto a el(ella), porque los sentimientos acumulados en el tiempo que estuvimos juntos no han desaparecido, y por ello te pido consuelo inmediato para tener junto a mi a (se dice el nombre de la persona). Amén.

¡Oh Amada Santa María de Magdala! Discípula de los Pecadores, disipa todas las dudas que hay en la mente de la persona que año, tumba todo obstáculo e impedimento, aparta a las  terceras personas que pretendan separarnos, haz que no sienta amor por otra persona y que sus pensamientos solo sean para mi; que mi imagen la persiga y estando a mi lado sea tan feliz como lo soy yo para formar juntos un hermoso hogar.

Te imploro Amada María Magdalena, patrona penitente del amor, me tiendas tus manos para tener lo que tanto anhelo, que (se dice el nombre de la persona) se acerque a mí, sin obstáculos ni dificultades, para poder conquistarla (o) y sienta la necesidad de entrelazar nuestros destinos, y sobre todo, haz que nunca se separe de mi lado.

¡Oh María de Magdala!, Bendecida y Auxiliadora mía, tú que en Jesús hallaste el amor y la tranquilidad perenne, obséquiame por favor, el amor de (nombre de la persona amada) para convivir juntos por siempre en el nombre de nuestro Dios Padre Amado.

Ruega por mí y socórreme en mis problemas de amor; haz que vuelva a sonreír para poder hallar la dicha junto a la persona tanto deseo tener a mi lado por siempre. Amén.

¡Oh Grandiosa y Benevolente Santa María Magdalena!, Fiel discípula y amiga inseparable de Jesucristo colmada de su gracia divina, Hoy te agradezco con todas mis fuerzas por no abandonarme y tomar en cuenta mis súplicas y el amor  se me ha hecho presente.

Tu ayuda es más que suficiente cuando  se pide con fe. Yo deposito mi confianza y mis esperanzas en ti, agradeciéndote de antemano ¡Oh Amada Abogada! Por regalarme concederme los favores que te pedí al intervenir ante nuestro Amado Jesucristo para lograr que mis penas de amor se disipen ahora.

Con amor fraternal levanto mi afecto a mi amadísimo Jesucristo y a  la Virgen María, dándole gracias a la Divina Misericordia por los milagros y favores obtenidos gracias a los méritos de mi Bien Amada Santa María Magdalena. Por los siglos de los siglos. Amén. (Aquí se rezan tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias por tres días consecutivos, encendiendo una vela blanca cada día.)