Oraciones A Santa Rosa de Lima

¡Oh Señor, Dios nuestro! Tú que quieres que Santa Rosa se ofrezca totalmente a ti, por su amor virginal y por su penitencia de amor. Haz que dirigidos por el ejemplo de su caridad, seamos todos fértiles en el servicio del amor al prójimo, como piadosos testigos del amor de nuestro amado Jesucristo.

Orientados por el ejemplo de Santa Rosa de Lima ¡Santa Misericordiosa y Venerada por su Pueblo Bendecido! Fortalece amado Dios Padre nuestro gran amor hacia ti y hacia nuestros hermanos, junto a quienes aspiramos alabarte y obedecerte. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Magnánima Santa Rosa! Tú que fuiste coronada como la “Rosa y Reina del Perú”, llama prendida e incandescente en el apasionado amor a nuestro Dios Padre y a la fe, te aislaste del mundo y te entregaste a nuestro amado Jesucristo en medio de tus formidables penitencias.

Tú ¡Oh Amantísima Reina del Perú! Que quisiste convertirte en apóstol y conducir a todos los seres humanos hacia nuestro adorado y sacrosanto Jesús, lo que te llevó a renunciar a tu belleza y a tus atractivos humanos, martirizando tu hermosa figura corporal.

En esta hora de desencantos y desafueros, alcánzanos el sano sendero de la auténtica vida para que podamos gozar a futuro de las riquezas eternas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

¡Oh Insigne Santa Rosa de Lima! Adorada Virgen Celestial, que con el buen aroma de tus virtudes has llenado de grata fragancia a toda la Iglesia de nuestro Dios Padre y has ganado en la gloria una corona imperecedera; a tu amparo acudimos para que nos alcances de tu celestial esposo un corazón generoso y humilde contra todas las vanidades del mundo y repleto de amor divino.

¡Oh flor de la más bella y sublime que ha producido la tierra americana! Primor de la gracia y ejemplo para las almas que anhelan seguir de cerca los pasos  del Divino Maestro, obtén para nosotros las bendiciones de nuestro Señor Jesucristo.

Hoy, solo te pido protección para tus fieles devotos y nuestra Iglesia. Dale sostén a las almas bondadosas y aparta de nuestro pueblo cristiano las vacilaciones e incertidumbres de los errores e injusticias para que siempre brille la luz majestuosa de la Fe, para que Jesús, reine en nuestra vida, en las inteligencias de todos los seres humanos y nos acepte siempre en su dichosa morada. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Dios Padre Omnipotente! Tú que eres donador de todo bienestar, que hiciste emerger en América por la gloria de la virginidad y paciencia a la bienaventurada Rosa, provista con el rocío de tu gracia; haz que nosotros, cautivados por el aroma de su suavidad, merezcamos ser excelente fragancia de Cristo.

¡Oh Santa Rosa Hermosísima! Que predispuesta con el rocío de la gracia celestial, prosperaste entre nosotros con nobles ejemplos de virginidad y paciencia, obtén para nosotros el que corriendo en pos del perfume suave de tus virtudes seamos siempre agradables al amantísimo Jesucristo, tu divino esposo.

¡Gloriosa Santa Rosa de Lima! Tú que sabes amar a mi Señor Jesucristo con un corazón tan delicado y generoso; que diferiste de las vanidades del mundo para abrazarte a su tallada cruz desde tu más piadosa infancia.

Tú que desarrollaste una inmensa ternura y dedicación a los más pobres y desamparados, sirviéndoles como al mismo Jesús. Asimismo, que ferviente pasión amaste con sagrada fervor a la Virgen María Santísima; instrúyenos en este instante tus virtudes para seguir tu ejemplo, y así poder gozar además de tu protección terrenal y de tu compañía celestial. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Señor Santísimo, Dios nuestro! Tú que has pretendido que Santa Rosa sea consagrada totalmente a ti, por su puro amor virginal y por su constante penitencia de amor. Haz que orientados por el ejemplo de su caridad, seamos fértiles sirviéndole con amor al prójimo, como piadosos manifestantes del amor de nuestro amado Jesucristo.

Dirigidos por el ejemplo de Santa Rosa, fortalece Dios Padre nuestro sincero amor a ti y a nuestros queridos hermanos, junto a quienes queremos siempre alabarte y pedir tus bendiciones para mejorar nuestra calidad de vida de mi familia y mis amigos.

Pero, por favor, Amado Dios Padre, permite que las plagas y las enfermedades desaparezcan y se alejen de nuestras comunidades, donde el Coronavirus ha venido afectando fuertemente a esos hermanos, buscando poder vencerlo lo más pronto posible. Ayúdanos Santa Rosa de Lima. En tu sagrado seno me acobijo para recordarte que intercedas por nosotros ante nuestro Dios padre. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Santísima Rosa y Reina del Perú! Hoy acudo a ti Patrona Especialísima con la flama encendida en el amor a nuestro Dios Padre, para que con la fe mas profunda que albergamos en nuestro ser. Aparta de mis senderos laborales las envidias y mala voluntad de algunos compañeros de trabajo.

Por esa entrega tuya  al Cristo Redentor te suplico me resguardes en el trabajo de los embrujos y trabajos de hechicerías y te prometo que cumpliré tus admirables penitencias y ayunos diarios, como prueba de mi lealtad y confianza en tu poder.

Tu que aspirabas ser apóstol y llevar a los hombres hacia nuestro amado hijo Jesús, renunciando a tu esplendida belleza y a tus delicados atractivos humanos, y como consecuencia, martirizando tu cuerpo, alcánzanos el sendero seguro y agradable de la verdadera vida para poder llegar a gozar un día de las riquezas eternos. Por Jesucristo nuestro Señor.

¡Oh Maravillosa Santa Bonita, Patrona de esta tierra! Auxilia a todos los trabajadores de los pueblos sometidos y sufridos, cuyos pobladores solo están a la espera de la hora predilecta para alcanzar la paz y la mayor suma de felicidad posible. Hoy, si te solicito una gracia es porque confío en tu poder, como aguacero bendito que apaga mi sed.  Amén.

¡Oh Siempre Virgen, Rosa de Lima!, que con el buen perfume de tus virtudes has llenado de fragancia a toda la Iglesia de Dios y has ganado en la gloria una corona eterna; a tu protección acudimos para que nos alcances la protección de mi familia que siempre te ha venerado con un corazón generoso en contra  de las vanidades mundanas, pero colmado de amor divino.

¡Oh Hermosa Rosa, la más hermosa que ha germinado en la tierra americana! Dulce portento de la gracia y ejemplo de las almas que desean seguir los pasos del Divino Maestro, obtén para nosotros las bendiciones del Señor para mi familia que se han consagrado a tu veneración.

Dale protección y resguárdala de los peligros que la acechan a menudo. Ampara la Iglesia, sostén las almas caritativas y aparta del pueblo cristiano las tenebrosidades de los errores que cometemos para que brille siempre maravillosa la luz de la Fe y para que Jesucristo, reine por siempre en la sabiduría e inteligencia de todos los seres humanos, que algún día estarán visitando su eterna y dichosa mansión.

¡Bendita y amada Rosa del Señor y gloriosa Santa! Por aquella felicidad que recibiste de poder unirte a nuestro Dios Padre y prepararte para una sagrada muerte, alcánzame de su divina Majestad la gracia de purificar mi conciencia, con los sufrimientos de la enfermedad y con la confesión de mis pecados, merezca disponer mi angustiosa alma.

Confórtala con el cuerpo de Jesús, a fin de asegurar el transito terrible hacia la muerte. Pero no te olvides de mi familia ni me la abandones en tiempos de penurias, para poder elevarme a la eterna bienaventuranza de la gloria. Por los siglos de los siglos. Amén.