Oraciones Para la Primera Comunión

Amadísimo Pastor Jesucristo, en este día tan relevante y apreciado para mi vida católica, quiero pedir tu gracia para que me concedas como regalo un corazón grandioso para poder comprender y asimilar el gran amor que siempre me has demostrado y que nunca me apartas del sendero luminoso que me enseñaste en las Sagradas Escrituras.

También te pido que, si me desvió en el camino hacia la humildad y la compasión hacia nuestro prójimo, me hagas volver a tus pies para arrepentirme y pedirte perdón. Jesús, gracias por estar siempre a mi lado y alimentarme con tus enseñanzas para crecer y estar más cerca del Dios Padre.

Necesito desde hoy que tu presencia en mi vida produzca frutos repletos de amor, justicia certera y verdad inconfundible. Requiero desde hoy aprender a amar y ponerlo en práctica con mis semejantes. Ayúdame a transitar imitando tus cuidadosos pasos, copiando tu ejemplo y recordando siempre tu forma de vivir. Por los siglos de los siglos. Amén.

Hoy que es el día de mi Primera Comunión, me he levantado bien temprano mi gran Señor Jesucristo disfrutando, como todas las mañanas, de los primeros rayos del sol, para agradecerte por la grandeza que implica la vida. Gracias Señor Benevolente por todo lo que me has dado, porque desde hoy y para siempre vivirás en mi corazón.

Permite Misericordioso Jesús, que la pureza que hoy irrumpe en mi alma sea la que oriente mis acciones y mis sentimientos mientras transite la vida. En esta hermosa mañana recibo el sacramento sagrado de la comunión en mi iglesia para ser bendecido con la gracia de tu inmenso amor. Conquista mi corazón y sostenlo en tus manos benditas y jamás me abandones.

Jesús mío Misericordioso, permite que tu grandeza espiritual colme mi alma por siempre para poder seguir tus huellas y lograr la dicha eterna de estar en paz con nuestro Dios Padre. Y hoy que vienes a mí por primera vez, necesito que alumbres mi corazón con tu luz, con tu fe, haciendo que este acto tan bello y significativo, perdure por siempre en mis recuerdos.

Querido Jesucristo, Fiel Pastor del Dios Padre, hoy al recibir por primera vez tu espíritu, como lo recibieron tus discípulos en la fiesta de Pentecostés, coloco en tu magnanimidad mis pensamientos, mis palabras y todo cuando pueda hacer hoy. Concédeme la gracia de estar siempre apto para recibirte y ser tu ejemplo en mi iglesia católica.

Querido Jesús, hoy vuelves a mí con tu alimento espiritual para fortificar mi alma que se apresta a enfrentar este mundo, este sistema inicuo, y necesito lealmente agradecerte en grande por darme la vida y permitirme haberte conocido, para solicitarte que me tengas siempre en tu sagrado corazón. Por los siglos de los siglos. Amén.

¿Cómo no pedir tu acompañamiento infinito mi amado Jesucristo en este día de mi Primera Comunión? Nunca te alejes de mí. Acompáñame por siempre Señor Amado en todo momento para que mi noble corazón este siempre lleno de amor y pueda rendirte honores ante el prójimo.

¡Señor! Haz que mis pupilas vean tu luz, esa que ilumina mis senderos y mis caminos tortuosos. Que mi alma y mi cuerpo viva y sienta el gozo de llevarte muy dentro de mí. Permite que mi corazón reciba el amor que hoy me regalas con suma humildad.

Que mis ideas y pensamientos solo sean para exaltar tu gloria y bendecirte siempre. Que mis silencios sirvan solo para conversar contigo y oírte atentamente, esperando hasta con impaciencia que mis oraciones tan clamadas a tu misericordia, me den la transformación tan ansiada en pro de mi bienestar.

¡Señor Misericordioso y Protector! Necesito desde hoy vivir bajo tu piadosa contemplación y transitar sin cansancio hasta reencontrarme con tu mirada. Y de esta forma poder sentir la tranquilidad y el gozo que tu infinito amor me nos brinda.

Jesús Benevolente y Fortalecedor de nuestras Almas, en este día tan significativo, abro las puertas de mi corazón para que me acompañes desde ahora en las tareas de nuestra iglesia católica y nunca más alejarme de tus enseñanzas y de tu sincero amor.

Mi Querido Jesucristo, haz que la pureza invade mi alma y se funda con la tuya. Regálame un abrazo repleto de ternura, para que desde hoy mis pequeños pasos se consoliden en el futuro orientados por tu amor infinito. Por los siglos de los siglos. Amén.

En el día de mi primera comunión, permite Mi Pastor más Venerado que mi vida sea una llama ardiente, una pequeña luminaria que brille, dondequiera que yo vaya. Entre la balada de los ángeles y la risa que expones al cielo, hoy me dispongo a recibir a Jesús por primera vez en mi vida.

En el día más feliz de mi existencialidad recibo a Jesucristo complacido dentro de mi alma. Glorioso mi Señor, quédate aquí en mi corazón de manera íntima, para que las almas que se contacten con la mía puedan sentir tu presencia como la siento yo.

Concédeme la dicha de que este reencuentro con nuestro Jesús sea para mí, fuente que me ilumine en este día especial, donde mis ojos brillan con tu luz al recibirte en mi alma con todo el amor que nos prodigas.  

¡Oh amantísimo Señor! En este día de mi primera comunión me pongo bajo tu protección para recibir tu cuerpo y tu sangre pata toda la eternidad. Hoy que bebo tu sangre bendita sé que vivirás eternamente en mí. Te recibo en mi mente, en mi cuerpo, en mi alma y mi corazón, como mi perpetuo salvador. Bendice mi camino y guíame hacia ti Señor, porque hoy mi esencia cristiana se viste con sus mejores vestiduras para que me bendigas por siempre. Por los siglos de los siglos. Amén.