8 Oraciones Para Niños Cortas

Diosito Bendito que siempre me acompañas. Protege a mis bellos padres de las malas artimañas No los dejes solos que son mi real consuelo. Cuídalos siempre Padre Amado desde el cielo. Que no se me enfermen nunca de una gripe ni de un mal mortífero que me los ponga triste.

Cólmalos de mucha gracia y guíalos en sus andanzas porque de ellos brota el amor y la dicha en mi esperanza. ¡Oh mi Diosito querido! Dámeles fuerza y valor para cumplir con nuestra crianza en estos tiempos tan mal habidos y bendícelos con mucho dinero para salir adelante y enfrentar las acechanzas.

Ellos son mi gran delirio, mi ejemplo espectacular. Sin ellos me moriría si no los puedo abrazar. Gracias Papa Diosito por poderlos adorar, porque me diste la vida y hoy los puedo disfrutar. Bendito eres mi Dios, no me falles en esta hora porque tu piedad infinita para mi es esencial. Amén.

¡Señor Bendito Jesús! Contigo quiero conversar. Y de rodillas te quiero ahora suplicar que cuides de mis hermanos que son traviesos y no se dejan orientar. Posa tus manos poderosas sobre ellos ahora para que sus ímpetus se tranquilicen y se vuelvan pacientes y mansos.

Ellos son mi luz y mi alegría desbordante. Deja que drenen sus energías inquietantes y puedan estudiar y jugar serenos, sin que puedan dañar o nadie perjudicar. Entra en sus corazones y muéstrate como un niño para que te sientan y puedan resistirse a las maldades y peligros.

Haz que sean hombres y mujeres de bien y llévalos por el camino también para que alcance la plena felicidad, llenos de amor y grata bondad, elevando sus plegarias y alabando tu poder hacia tu gloria divina en donde quiera que estén. Amén.

Cuatro abuelos tengo yo que me hacen suspirar, que me hacen disfrutar con sus historias de vida. Son historias muy hermosas, pero a la vez divertidas que contentos escuchamos hasta hacernos carcajear. Ellos son mis abuelitos, cada uno con su temple, cada uno con sus dones y su amor tan sinigual.

¿Cómo negarme a escucharlos ponernos a Cantar? Imposible, yo no puedo. Ellos me adoran siempre y eso no lo puedo evitar cuando vienen en diciembre. Por su amor puro y sincero, yo no quiero que se enfermen.

Tenerlos siempre quisiera a mi lado compartiendo nuestros sueños y alegrías en mi cuarto ya durmiendo. Diosito hazme un favor, cuídalos de las penurias. Ya son ancianos, muy viejos y necesitan  reposo. Bendícelos con amor, mas del que nosotros le damos. Eso es lo que merecen, por tanto amor que nos han dado. Amén.

Una casa muy bonita tengo yo mi gran Señor. Esa casa es mi delirio y mi mundo más hermoso. Yo la siento muy sabrosa, calientita y sinigual. Es un lugar maravilloso donde siempre brilla el Sol. Mi hogar es un remanso dulce de algarabía, donde sobra la concordia y la anhelada armonía.

Mi familia se engrandece cuando en ella compartimos, cuando siempre disfrutamos y orgullosos nos decimos ¡Que lugar tan especial para ser feliz por siempre! Cuídame Papa Dios sus paredes y sus techos.

Protégemelo de los desastres y de las lluvias fuertes. Es mi lugar preferido ¡Cómo no desear estar en él! Allí anidan nuestros sueños, nuestras mejores vivencias. Allí están mis experiencias, encarnadas en sus paredes.

Cuando en mi cuarto me encuentro, la alegría se desborda. El aire que allí respiramos es de calma y de bondad. En su sala por doquier baila la felicidad y canciones muy sencillas retumban con ansiedad. Sus colores son alegres, y nos motivan a luchar. Amén.

Una escuela muy bonita tengo yo que resaltar porque sus maestras son buenas y las quiero yo imitar. En mi barriada esa Escuela es otra casa bendita por sus enseñanzas infinitas y sus experiencias bonitas.

Cuando a clases siempre voy, yo la cuido con orgullo. Allí me siento como en mi hogar, aprendiendo siempre alegre y sus maestras pendientes de cuidarnos hasta siempre. Diosito lindo y bendito, En tiempos de soledad no me la dejes tan sola.

Protégela de la maldad y de los ladrones inmundos. Llena de sabiduría a toditas mis maestras y oriéntalas por su bien. Porque allí ellos también sienten su vocación y la felicidad. Amén.

Diosito, cuida de mis amiguitos en estas largas vacaciones. Ellos siempre me visitan y acompañan a estudiar. Yo los recibos contentos para entonar las canciones y jugar en los colchones de mi cuarto colosal.

Cuídalos de las enfermedades que abundan en estos tiempos. Sánalos si ya las tienen para que puedan disfrutar  de tus dones y alegrías cuando regresen a su hogar. A todos los quiero mucho. Son todos muy especiales. Y se saben comportar cuando me vienen a visitar.

Blancos, negros, mestizos y mulatos. A todos les tengo aprecio porque saben respetar y todos quieren estudiar para ser grandes maestros, médicos, ingenieros, arquitectos, y pare usted de contar. Amén.

En el patio de mi casa, muchos árboles abundan y entre ellos siempre corretean mis mascotas preferidas. Un perro que es un campeón y un gato muy cariñoso que no deja de acariciarme cada vez que me olfatea, con su nariz tan fría y respingona.

También tengo un loro viejo desplumado y cabezón. Yo lo llamo Don Panchito por su forma de cantar, no se cansa de charlar ni cuando sale a pasear. El me regaña por todo si yo no le dejo de hablar. Pega gritos por doquier y ahora llama hasta el chichero cuando pasa por el frente de mi hogar populachero.

Ellos tres son mi alegría desde que comienza el día. Yo te pido Papa Dios que me lo cuides por siempre y que nunca un mal presagio me los pueda arrebatar. Amén.

MI mamita querida se levanta muy tempranito y nos prepara el desayuno con un amor exquisito. A mi padre con cariño lo atiende con gran orgullo porque su amor es sincero y no lo puede evitar. Papa Dios yo te agradezco por tenerla aquí a mi lado. Por poder contar con ella y su atención sinigual.

Ella es nuestra luz, ella es un farol que a todos nos ilumina. Esta pendiente de todo y nada falla en la cocina. Se esmera con sus comidas, cuando nos lava la ropa. Cuando la plancha hasta altas horas de la noche. Su esfuerzo y preocupación debemos de valorarlo.

Ella se entrega completa por el bien de la familia Y nos hace sentir bien porque a todos ella nos guía. Bendícela Papa Dios hoy y todos los días. Dale fuerzas y alegrías para seguirla amando y disfrutando Como la Reina de mi Familia.