Oraciones A Dios Para Los Niños Del Mundo

Hoy te ruego Padre Amado por esos seres que están por venir al mundo y están siendo abortados. También quiero clamar a ti por los que son víctimas de los problemas familiares, de las constantes peleas, de la intimidación y los agravios, además de quienes sufren por tanta falta de amor.

¡Oh amadísimo Dios Padre Misericordioso!, quiero suplicarte por eso niños que sufren con el horror de la guerra, el miedo a perder a sus padres y familiares, los que son hostigados o perseguidos y viven llenos de angustia, dolor, miedo, y desesperación. Dales a todos ellos la paz y la armonía de un mundo feliz.

No podemos olvidarnos Dios Amado de los que son abandonados, castigados impunemente y son rechazados por sus padres, sin contar con una familia donde crecer con alegría. Tampoco los que desde pequeños no cuentan con educación, viéndose en la obligación de trabajar y siendo mucho de ellos explotados y esclavizados. Salvalos Padre Amado. Amén.

Te imploro Padre mío y Eterno por aquellos niños que son violadas en su intimidad y los que reciben una formación errada sobre la sexualidad y los confunden en su ingenuidad y en su naturaleza humana diseñada. No los desampares Dios Padre amado. Tampoco a quienes crecen educados en tu ausencia y han quedado huérfanos de ti, de tu amor y el cariño de sus padres.

Por todos esos niños que son el futuro de cualquier nación, te pido humildemente que los protejas, les obsequies todo el amor del mundo y que transforme los corazones de todos los que de alguna u otra forma podemos cambiar su situación. Ten Misericordia y piedad de ellos, para que ninguno de estos pequeñitos se pierda en las drogas ni en la delincuencia, y siempre lleguen a ti. Amén.

Protégelos, Dios Bendito, para que sientan que tú eres Padre y Madre para ellos, que en su camino hallen personas generosas que los acojan y les brinden lo necesario, para que vivan su dignidad de hijos de Dios. Con sincera fe te suplicamos por todos los niños y las niñas abandonados Jesús amigo de los niños, bendícelos y acompáñalos en su soledad. Amén.

¡Oh dulce y pequeño Niño Jesús, amaré siempre con toda mi alma! Divino Niño Jesús, bendícenos sagrado Divino Niño Jesús, escúchanos Divino Niño Jesús, ayúdanos.  Niño afable de mi vida, alivio del cristiano, la gracia que tanto necesito y que me produce desesperación y agobio, que me vuelve intranquilo en mi vida, la pongo en tus bendecidas manos: (pedir con mucha fe lo que se desea conseguir. Se reza un Padrenuestro)

Tú qué conoces muy bien mis pesares pues todo te lo confío, concede la paz a los angustiados y dale alivio al corazón mío. Dios te salve María llena eres de gracia… Y a pesar de que tu amor no merezco, no acudiré a ti en vano, pues eres hijo de Dios y auxilio de los cristianos. Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo…

Recuerda, Amado Niño, que jamás se oyó decir, que alguno haya suplicado ante Ti sin tu ayuda recibir, por ello, con sencillez y confianza, humilde y arrepentido, repleto de amor y esperanza, sabiendo los milagros que obras y lo rápido que concedes remedio, con ilusión este favor yo te pido: (repetir lo que se quiere obtener).

Sin embargo, para la gloria del Señor, no estaba perdido. Al contrario, estaba enseñándoles a los fariseos de la Ley de Dios, que, si estaban perdidos en la interpretación que ofrecían del antiguo testamento, tu inminente grandeza y tu sagrado poder. Si Santo Padre, ese niño que luego padeció y entregó su cuerpo, su vida, para que todos pudiéramos ser salvados en su nombre, les demostró el profundo amor y respeto que sentía por ti

Por eso, aquí estoy Padre Amado, para rogarte que no descuides a los niños y niñas de este mundo, especialmente a esos que deambulan por las calles en busca de un plato de comida, de un resguardo seguro, huyendo del peligro y de tantas circunstancias que pululan en nuestras calles. Abrázalos y dales abrigo Dios Padre, por los siglos de los siglos. Amén.

Sé que, con tu ayuda, esos niños y niñas estarán bien cuidados y podrán seguir luchando en esos parajes peligrosos, pero contando con tu bondadosa compañía, batallando de una manera digna y confiable, solo dependiendo de tus bondades y tus bendiciones, confiando en tus manos dadivosas en los momentos más álgidos y apremiantes.

Ayúdalos Dios Padre adorado, como cuidaste a tu hijo Jesucristo de las tentaciones de Satanás, en eso 40 días y 40 noches que anduvo perdido en el desierto sin comer ni dormir, cual emigrante perdido entre las montañas.. Esta plegaria te la hago porque a diario los veo pidiendo ayuda o auxilio. Tee agradezco Padre que los protejas siempre y así mi alma estará en paz con mi conciencia, sabiendo que tú, solo tú los puedes cuidar, por los siglos de los siglos. Amén.