Oraciones A La Santa Cruz Para Diferentes Ocasiones

Bendita Santa Cruz, símbolo imperecedero de todos los cristianos que sufrieron y padecieron por venerarte y adorarte en tiempos de Roma, haz que tu poder benevolente y certero acojan mis plegarias en este momento y permite que sanen mis penas y se resuelvan todos mis problemas existenciales.

No dejes que la angustia, la incertidumbre y el desasosiego me invadan el alma ni permitas que las fuerzas del mal me arropen ni me debiliten. Aleja de mi entorno familiar todas esas energías negativas, que tratan de interferir en nuestra felicidad.

Santísima Cruz Bendita, así como soportaste el peso y las dolencias de nuestro amado Jesús, asimismo te ruego hoy que me escuches y satisfaga mis deseos, vertidos en estas plegarias, que hoy me salen del alma, que soportes mis angustiosas preocupaciones y me des el consuelo necesario.

Haz que cuando me persigne en tu nombre, tu misericordia infinita caiga sobre mi cuerpo y sobre toda mi amada familia, que ahora sufre y vive angustiada con tontas problemas. Ayúdame en el nombre de Jesucristo, hijo amado del Dios Padre, que vino a este mundo para salvarnos del pecado. Por los siglos de los Siglos. Amén

¡Oh Venerada y Aclamada Santa Cruz! La vida es un don al que todos aspiramos. Y cuando nuestros días están en peligro de muerte, acudimos a ti convencidos de que tu nos apoyarás, para enfrentar la muerte en todos sus sentidos y no dejar que triunfe.

Por eso, concédeme este favor, aleja las enfermedades y dolencias de mi ya desgastado cuerpo. Cúbreme con tu gloria y protégeme siempre de cualquier daño o turbulencia psico-fisiológica que este por presentárseme. Aleja de mi Sagrada Cruz todos esos males que me agobian todos los días, destiérralos, exprópialos de mi ser y dame la paz, la fuerza y la voluntad de seguir viviendo para servirte ardientemente aquí y donde me encuentre siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Aquí estoy ante tu Santa Cruz, para rogarte que descuides a nuestros hijos que andan por el mundo, huyendo de estas adversas circunstancias que hoy afronta nuestro país. No los abandones ni un instante, porque en un solo descuido, pueden perderse, y no estamos allí, a su lado para guiarlos y reprenderlos cariñosamente.

Santísima Santa Cruz, estoy seguro que, con tu poderosa ayuda, ellos estarán bien y podrán luchar en otros parajes, en otros pueblos, de una manera digna y confiable, solo dependiendo de tus bendiciones y confiando en tu poderosa intervención en los momentos más álgidos y peligrosos.

Ayúdamelos Santa Cruz, porque yo me siento impotente, ante las circunstancias que hoy me impiden estar con ello. Pero si tú los proteges yo estaré en paz con mi conciencia, sabiendo que tú los puedes cuidar, cual emigrante perdido entre las montañas.

Con tu grandiosa sombra, Santísima Cruz, arrópalos y llévalos por caminos seguros donde quiera que se encuentren ahora. Son nuestros hijos que en su ímpetu y soberbia, han decidido emigrar y hacer sus vidas en otros lares extraños. Intercede milagrosa Santa Cruz, por los siglos de los siglos. Amén.

También, deja que en este día pueda disfrutar de todas las bendiciones del Dios Padre y de su hijo Jesús, que me tocan por ser tu hijo(a). Obsérvalas detenidamente, te presento estas manos vacías y cólmalas con tu magnánimo poder.

¡Milagrosa Santísima Cruz del Calvario! yo solo sé que te venero desde siempre y te alabo incansablemente cada día, dame tu sagrada bendición y te glorificaré por siempre ante todas las personas con las que tenga que relacionarme durante todo el día y toda la noche.

Con tu poderoso influjo yo podré transmitir y difundir valores como la paz, la solidaridad, la motivación, y especialmente, la concordia, la armonía y la fe que me embriaga cuando pienso en ti y siento el poder de tu figura simbólica.

Con cualquiera de las expresiones que les exponga, que solo broten de mi corazón palabras de amor hacia la Santa Cruz, y hacia los demás; para contagiarlos de ese interés y entusiasmo, esperando que sea un día maravilloso, un día esplendoroso, único e inolvidable; porque estoy seguro que tomarás estas manos y me las bendecirás con un buen trabajo a futuro. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Santísima Cruz! Con el más encarecido y ferviente amor y la más profunda fe y esperanza en cada una de tus astillas, hoy te clamo fervorosamente para pedirte clemencia y compasión en esta hora aciaga que no me deja dormir. Te pido como favor que (aquí se debe pedir el favor deseado)

Oh Amadísima Cruz Bendita, hoy te suplico callada y humildemente me concedas urgentemente lo que en esta oración te he pedido. Mis nervios ya no aguantan más. Mis noches son eternas. Esta urgencia que hoy me agobia ha destruido mi paz y mi tranquilidad física y emocional.

Confió fervorosamente en la Santa Cruz y en Jesucristo nuestro Señor, quien no ilustró al decirnos que “el cielo y la tierra pasarán, pero mi palabra nunca pasará”. Por eso, por la intercesión de María, su santísima madre, confío plenamente en que esta Urgencia será enfrentada y aplacada con mi oración, que será escuchada en tu morada celestial. Amén.

Señor Mio Jesús, permite que a través de tu Santa Cruz, solo broten palabras de vida, de fortaleza, de unión, de solidaridad, de apoyo, de compasión y aliento. Oh sí magnifico Señor Jesucristo, no dejes que salgan palabras de muerte; solo palabras para bendecir; para que todo, absoluta y plenamente todo lo que hoy exprese, traiga y caiga sobre mí abundancia de bendiciones, en riquezas espirituales y materiales.

Una vez ante tu Sagrada Cruz, te alabo y te bendigo Señor por regalarme este nuevo comienzo en este día tan esplendido y majestuoso donde el encuentro contigo en la Cruz me quita el sosiego y calma mis angustias. Oh Señor, elevo mis manos hacia tu gloria y tu poder omnipotente para expresarte a los cuatro vientos mi eterno agradecimiento por tus favores cumplidos, por los siglos de los siglos. Amén.