Oraciones A Los Siete Arcángeles

¡Oh poderosos custodios guardianes de la palabra santa! Fieles guardianes del plan divino. ¡Oh grandiosos mensajeros aliados y defensores de la palabra del del señor! Ustedes que solo irradian amor, paz y sincera esperanza y logran que en el seno de nuestro corazón renazca la verdadera fe en nuestro Dios Padre..

¡Oh Amadísimos arcángeles! Hoy los invoco con esta plegaria para oír con atención a diario el batir de sus alas en mí oído para estar seguro de que me protegen,  escuchan, orientan, acompañan y me alumbran todos los días en cada paso que yo doy.

Con tu escudo protector, Miguel, Tú me resguarda del mal;  pero con tu inconfundible amor, Chamuel, Tú orientas mi destino; mientras Gabriel, con tu luz enrumbas cada uno de mis pasos; y con tu báculo, Jofiel, tú me alejas de todo lo malo que pueda haber en mi espacio.

Así también, con tus sagradas manos, Rafael, tú alivias y sanas mis heridas; con tu profunda sabiduría, Uriel, Tú llenas mi alma de paz y total armonía y con tu sinigual esencia, Zadquiel, dibujo y consolido un puente hacia nuestro Dios Padre. Ustedes Sagrados Arcángeles se han constituidos en nuestros protectores aliados.

¡Oh Bondadosos y Poderosos arcángeles! Hoy les agradezco que nunca me abandonen en ningun momento y bendigan estas palabras que hoy exalto con infinito amor y respeto, colocándolas en sus poderosas manos. Amén.

¡Oh Poderoso Arcángel Chamuel! Tu que eres el Guardian de la compasión, del perdón, de la misericordia y la comprensión, atiende este mi humilde clamor que hoy te expreso en esta Oración. Enciende tu llama Rosa de la adoración divina mediante mis mas sinceros sentimientos para que se extienda el amor divino en mí, hasta que sea contagioso a toda los seres humanos que yo pueda contactar.

Pero ahora te quiero pedir por la unión de (se dicen los nombres de las dos personas), a quienes deseo la mayor suma de felicidad posible, pues estor convencido de que en ellos ha nacido el amor y se merecen estar juntos y salir adelante, a pesar de las malas intenciones de los envidiosos. Quiero que los mantengas a ambos protegidos en un pilar de llama rosa de amor, adoración, confort y de perfección, para que en el futuro  puedan consolidar sus planes y proyectos. Amén.

¡Oh Valiente y Respetado Arcángel Gabriel! Soldado Victorioso de la muerte, la resurrección, la armonía, la purificación, la ascensión y la paz, que tanto deseamos los seres abatidos y que se encuentran al borde de la muerte.

Arcángel Gabriel, tú que posees el poder de Dios, envuelve todo con tu amor divino, derrama tu gloria sobre la tierra y en todo lo que hay en ella. Que la luz Divina ilumine mi corazón, alejando toda tristeza y desolación, llenándolo de puro amor divino. Amén.

¡Oh Misericordioso Arcángel Jofiel! Soldado de la sabiduría, de la inteligencia e iluminación divina te hago esta plegaria y ahora te invoco, mi leal y único consejero, para que te coloques a mi lado y derrames sobre mi corona y mi cuerpo tu luz dorada.

Por tantas calamidades y sorpresas indeseables que se han presentado en estos días, te pido mucha sabiduría y me ayudes a buscar la verdad para poder comprender, crecer y aprender sobre mi verdadero Yo Superior, en aras de ser un mejor ser humano.

¡Oh Milagroso Arcángel Jofiel! Por favor, concedeme sabiduría; dame entendimiento para poder resolver de forma acertada los problemas y todo aquello que  necesite para llevar a cabo mi arduo trabajo y mis estudios. Amén.

¡Oh Milagroso Arcángel Miguel! Tu que eres el Arcángel que nos proteges y nos refuerzas la fe, la voluntad, el equilibrio, el poder y la fuerza espiritual para sobrellevar esta vida, concedeme la dicha de todas tus virtudes para poder ser feliz y dale felicidad a quienes lo necesiten.

Yo te invoco mi amadísimo Arcángel Miguel para que desaparezcas los temores que albergo dentro de mí y me ayuden a solventar los problemas o situaciones que tengo, las cuales no me dejan vivir con tranquilidad y me agobian espiritualmente.

Agradezco que hoy tu amor y tu poder me amparen y me resguarden de todo mal que pretenda socavar mi estabilidad espiritual. Te pido me guíes y ayudes  a contrarrestar todo la malignidad humana que me está afectando negativamente reemplazándolo con tu rayo de luz pura y tu inmenso amor de maestro ascendido. Amén.

¡Oh Amantísimo Arcángel Rafael! Protector para la sanación, la concentración, las ciencias, las artes y la armonía espiritual y existencial, hoy quiero orarte con fe profunda para pedirte que me otorgues todos tu dones y virtudes y poder lograr mi tranquilidad en mi vida.

Ahora, ¡Amadísimo Arcángel Rafael! Te invoco apasionadamente y lleno de mucho amor y fe porque en medio de tantas inclemencias y problemas socioeconómicos requiero hoy mas que nunca de tu energía poderosa y misericordiosa para obtener íntegramente mi sanación, que es vital.

¡Oh Bondadoso Arcángel Rafael! Solo te pido que me ayudes y me des luces y discernimiento para reconocer aquellas cosas de la vida que me van a librar de mis angustias, depresiones y pensamientos negativos para seguir avanzando junto a mis familiares y amigos. Quiero que seas mi luz hacia al amor de la divinidad. Amén.

¡Oh Glorioso y Milagroso Arcángel Uriel! Tú que eres la abundancia perfecta, la Riqueza en Paz, la Luz y mereces ser amado, feliz, libre económicamente y gran guerrero batallador, amado por Dios y los Ángeles, guíame en este momento y dame tu luz para amarte y amar al prójimo.

Contigo hoy empieza mi Liberación de los amarres económicos. Por eso quiero que Tu, Arcángel Uriel me colmes de obsequios de Dios en lo Material y en la Sabiduría. Te pido disculpas si alguna vez desprecie al dinero o si juzgue mal a alguien por su dinero. Desde este momento decreto la cancelación definitivamente sobre mis prejuicios con respecto a la riqueza y la exuberancia perfecta toda.

Ahora mismo te doy todas mis carencias, mis errores y mi manera tan sencilla de ver la riqueza, pues a Dios Todo Poder, para que los conviertas en exuberancia material para mí y para todos mis amigos en paz y armonía con la vida y con los seres humanos.

Coloca tu poder divino y tu amor dentro de mí corazón, porque he decidido sanar mi mente, y mi espíritu. Abro mi corazón a tu amor purificado que me colma con tu luz refulgente, reviviendo mi alma y cada pensamiento o idea negativa, para que se convierte en ideas positivas, recreándome en una nueva vida colmada de amor y felicidad que compartiré amando y comunicando todo lo que de ti pueda aprender.

¡Amantísimo Arcángel Zadquiel! Arcángel de la alegría, la misericordia y la libertad. Poderosa presencia, aplícame tu cristalina llama violeta y desaparece en mi todo embrujo maligno. ¡Oh Amado Jesucristo!  Escucha al Arcángel Zadquiel para que sientas mis tormentos. Solo quiero estas alegre y libre, con una necesidad inmensa de ser feliz con una actitud y una aptitud optimista, que a muchos le llama la atención. Pero la ansiedad, la angustia siempre afloran.

¡Amado Arcángel Zadquiel! Muy adentro siento que esta felicidad es efímera, pues a pesar de mi actitud alegre y optimista, los diferentes problemas afectan nuestra tranquilidad, pero nuestro Padre Amado, siempre me infunde tantas ganas de vivir y de aprehender, que eso mitiga todo lo demás.

¡Oh Defensor de mi Dios Padre! Si esto es estar loco, entonces te agradezco por concederme tantas locuras para calmar mis ansiedades, en mi paseo terrenal, donde tu magnificencia se muestra incólume y nos produce la tranquilidad donde quiera que me encuentre. Pero ¡Oh  Amadísimo Arcángel!, muchos reniegan hasta del aire que respiran, dudan de tu grandeza, de tu poder, por pequeñeces de la vida.

Consérvame siempre así donde quiera que esté, porque yo calmo mi ansiedad al pensar en ti y eso se refleja en mi alegría, en lo proactivo, lo asertivo, lo simpático y lo dispuesto que estoy a cualquier hora para dar lo mejor en cualquier actividad, sobre todo para exaltar tu santo nombre y tu gloria. Por los siglos de los siglos. Amén

Por eso, envuélveme en tu canal de luminoso y de tu energía vibrante como una fuerte y agradable muralla contra la cual choquen todas las fuerzas malignas, negativas y no magnánimas que se intentan en contra de mi existencialidad. Amén.