Oraciones a Santa Inés

¡Oh Gloriosa Mártir Santa Inés!, Tu que serviste a nuestro Dios Padre con humildad y confianza y ahora estás como beata en el cielo, pues persististe hasta la muerte y conquistaste la corona de la vida eterna. Recuerda los peligros que nos cercan e intercede por mí en todas mis necesidades y problemas.

¡Oh Dios Padre Amoroso! Tu que eliges a los más frágiles frente al mundo para engañar así a los fuertes, regálame la gracia de ser como Santa Inés, fiel y leal al amor de tu hijo Jesucristo, quien murió por nosotros en la cruz, creyente en lo mucho y en lo poco, apegada a la alegría y a la tristeza, devota en el estudio y en la diversión.

¡Oh Magnánima Santa Inés!, Que nunca me eches a un lado de tí y, que por medio de tu intercesión, bajo el resguardo y la protección de María siempre  Virgen me mantengas siempre apartado del pecado. Amén.

¡Oh Mi Dulce Santa Inés! Hoy imploro fervientemente tu clemencia y me encomiendo a tus humildes oraciones. ¡Oh Noble Santa!, que desechaste todas las cosas terrenales y antepones el amor de Cristo a la gloria de este mundo.

Tu que le diste bienvenida a la muerte, mientras que los santos ángeles esperaban que tu alma la transmitieras al regocijo del Paraíso, donde, arreglada con la palma del mártir, lograste llegar a la boda con tu esposo celestial.

¡Oh Poderosa Santa Inés! Yo también lo estoy buscando; intercede por mí para que me otorgue salud mental y corporal, contener las tentaciones de Satanás, eliminar los deseos de la carne, además de darme tiempo para arrepentirme verdaderamente y comenzar a enmendar mi vida, así como el perdón de todos mis pecados, junto con la gracia divina para tener un buen final y una muerte digna. Amén.

¡Oh Dios Padre Misericordioso! Regálame la dicha de emular a Santa Inés para poder seguir sus pasos, siendo fiel al amor de tu hijo Jesucristo, quien murió por nosotros en la cruz, en  lo mucho y en lo poco, en la alegría y la tristeza, en la adversidad y la bonanza, en el hogar y en el trabajo, en los estudios y en la diversión, así como en la bondad y en la oración.

¡Oh Amado Dios Padre Misericordioso! No dejes que me separen de ti, y, que por medio de la intercesión de Santa Inés, pueda remediar esta apremiante dificultad que tanto me abruma: (se hace la petición aquí). Te imploro me escuches. Confío en tu gran bondad y por la mediación de Santa Inés, espero pronto ser auxiliado por ti.

También te pido me ayudes a transitar rectamente por los caminos del amor, la fe, la virtud y la bondad, con el amparo de la Santísima Virgen María, manteniéndome siempre apartado de las tentaciones y del pecado, de las injusticias y maldades, de la violencia y me obsequies todo lo provechoso para tu mayor honra y gloria y provecho para mi alma, y así morir en tu gracia, gozándote siempre en la bienaventuranza del cielo. Amén.

¡Oh Dios Omnipotente y Milagroso! Tu que eres experto en colmar de humildad los corazones cristianos y capaz de concedernos a todos la bienaventuranza en la tierra y en el cielo. Tu que fuiste expuesta al escarnio público en aquel prostíbulo, y te erigiste como una mujer valiente defendiendo tu cuerpo frente a las pasiones descomedidas de aquellos romanos.

¡Hermosa santa religiosa! Prodigiosa mujer virginal, que con tu amor y sacrificio te encumbraste en la cima del cielo. Sé el ejemplo para mi actuar y cumplir con las leyes sagradas de Dios Nuestro Señor. Con enorme fe espiritual, te suplico  que aparezca mi (se dice el nombre del objeto perdido) pues gran valor sentimental tiene para mi causa. Consciente estoy de que lo material puede recuperarse y por esa razón acudo a ti para que aparezca lo que he perdido.

¡Oh Santa Espectacular, de belleza innegable!  Agradezco tu mediación ante el  Dios Todopoderoso para le recuerdes en dónde deje mi (se dice de nuevo el nombre del objeto que deseas encontrar) ya que lo he perdido de una forma peculiar. Ahora, solo deseo que no se me desaparezca para siempre. Santa Inés amadísima, infúndeme la memoria necesaria para traer a mi mente la última vez que lo use tuve en mis manos y lo usé para saber el lugar exacto donde lo perdí. Amén.

¡Oh Dios Todopoderoso! ¡Oh Santa Inés Milagrosa, Mártir y víctima de las afrentas romanas. Te ruego para que fortalezca nuestro amor y poder recuperar nuestro matrimonio.

Hoy anhelo que esta relación siga floreciendo como desde el primer día en que nos conocimos. Ampárame de las injurias, chismes, envidias y difamaciones que intentan romper nuestra relación. Haz que nuestros enemigos no se conviertan en la piedra que se interponga en nuestros caminos. Amén.

¡Oh Dios Padre Misericordioso!, Otórgame la dicha de emular a nuestra Mártir Santa Inés, quien siendo aún casi una niña  entregó en Roma el supremo testimonio de la fe, consagrándose con el martirio y el título de la castidad,  auxíliame en esta hora para seguir sus pasos, como fiel amante de tu hijo Jesucristo.

A Él me he entregado, quien falleció en la Cruz por todos nosotros, y quiero serle fiel en lo mucho y en lo poco, en la alegría y en la tristeza. También en la adversidad y en la bonanza, en el hogar y en trabajo, en los estudios y en la recreación, así como también en la bondad y en la oración.

No permitas que me alejen de ti. Haz que por medio de la intercesión de Santa Inés, pueda solventar esta apremiante calamidad que tanto me aflige: (aquí se hace la petición).

Señor, te agradezco que me oigas, pues confío en tu gran bondad y por la mediación de Santa Inés, espero tener pronto una respuesta oportuna y que me ayudes a andar rectamente por los caminos de la verdadera fe, el amor, la virtud y la bondad, y bajo la protección de la Virgen María, me mantengas siempre atentos a mis cosas y alejado del pecado.

Te pido que hoy en medio de esta desesperación, me concedas todo lo que sea más beneficioso para tu mayor honra y gloria, además de provecho para mi alma atormentada, para fallecer en tu gracia y regocijarme eternamente al estar contigo en tu morada celestial. Amén