Oraciones Para El Matrimonio

¡Oh Amado Dios Padre de Jesús! Tú que siempre nos enseñaste sobre la bendición que le diste a Adam y Eva, muéstrame el camino para poder amar a alguien y llegar al felizmente al Matrimonio.

Siempre nos dijiste “Pide y recibirás, busca y encontrarás, llama y se te abrirán los caminos”. Por eso cumpliendo tu palabra, con suma humildad y sincero amor te ruego me concedas esa dicha, gracias a mis Oraciones que solo deseo que lleguen a los más profundo de tu magnanimidad.

Con el más encarecido y ferviente amor y la más profunda fe y esperanza, Amado Dios Padre, te pido me cumplas este favor para casarme con (aquí se dice el nombre de la persona amada)

Oh Amantísimo Dios Padre, que dijiste que todo lo que le pidas al padre en mi nombre, él te lo concederá, por intercesión de María, tu santísima madre, hoy te suplico calladla y humildemente me concedas lo que te pido en esta oración.

¡Oh Dios Misericordioso!, Sabes que confió en ti porque un día nos dijiste que “el cielo y la tierra pasarán, pero mi palabra nunca pasará”. Por eso, por la intercesión de María, espero que mis suplicas no pasen desapercibidas y mi oración sea escuchada en tu morada celestial. Amén.

Milagroso Dios Padre Celestial, hoy he decidí orarte para que me colmes de miles de bendiciones, para que bendigas con mucho amor mi matrimonio, donde mi esposa y yo luchamos y cada día nos esforzamos para sacare adelante a nuestra familia.

Por eso te agradezco infinitamente Padre Amado. Sabes bien que un verdadero matrimonio, no solo está formado por el padre y la madre, sino por todo lo que de él se deriva, como los hijos, quienes también alborozados y repletos de humildad creen y confían en tu poder.

Hoy elevo ante ti esta oración de agradecimiento por mi matrimonio pues sé que tu bondad infinita es grande y piadosa. Amado Padre, libranos de todos los males que puedan hacerlo claudicar; desaparece todos los problemas y dame tu conocimiento divino para convertirme en un(a) esposo(a) fiel y leal.

Encomiéndame para apoyarte en tus designios, porque yo sé cuan benevolente y capaz eres si sólo cumplimos con tus mandamientos escritos en las Sagradas Escrituras, y así vivir de acuerdo con ella. Gracias por tus regalos y las bendiciones brindadas.

Aunque estoy seguro que no me fallarás, quiero rogarte por quienes aún no tienen un matrimonio estable y saludable lleno de paz y prosperidad. Llénalos Padre Amado Celestial con tu luz sanadora, en nombre de Jesús, por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Grandioso Dios Padre! En esta hora funesta acudo de hinojos ante tus pies, solo a ti puedo pedirle ayuda. Quiero Padre Amado, que intercedas para poder recuperar y salvaguardar mi Matrimonio con (se dice el nombre de la persona) durante tantos años.

Te imploro también tu protección, para que con tu magnánimo poder se resuelvan todas las diferencias con mi esposo(a), a quien amo con toda mi alma, y le deseo todos los días buena estabilidad física y espiritual, confiado(a) en que tú lo(a) ampares de los peligros que ahora abundan.

¡Bendecido y Benevolente Padre Amado! Te imploro escuches mi ruego con atención y protejas nuestro matrimonio, que ha sido atacado por las mentiras, las calumnias y las malas intenciones de personas envidiosas que siempre han deseado nuestra separación.

¡Oh Magnánimo Padre Amado! No dejes que nuestra relación matrimonial se acabe por esas intenciones malsanas. La angustia y la inseguridad me hacen mucho daño y solo espero tu apoyo en estos momentos de desesperación, que atormentan mis noches y no me dejan dormir.

Estoy consciente de que no soy perfecto(a) y que soy pecador, Padre Amado, pero hoy mi arrepentimiento es sincero y solo busca restaurar el bienestar de mi matrimonio, por el bienestar de mis hijos. Bendito Dios, concédeme esta suplica, pues sé que para ti nada es imposible. Por los siglos de los siglos. Amen.

¡Oh Señor Misericordioso!, hoy estoy muy preocupado por la estabilidad de mi matrimonio y por esa razón acudo a tu grandísima misericordia para que me ayudes a resguardarlo de los embates y efectos incontrolables de esta crisis económica.

Tú Amado Dios Padre que eres el principio y el fin, donde el dominio y la majestad son tuyos; tú que eres el Dios de los Dioses y tu reino es eterno, no me dejes solos ahora. Bendito sea tu milagroso nombre Dios Altísimo, creador del universo, que ensanchas tu pasión paternal sobre cada criatura aquí en la tierra.

Hoy te imploro para que bendigas esta unión matrimonial, que nos colmes de amor y paz. Hoy vengo a adorarte y me postro ante tus pies, para que me des la fuerza ante tantas necesidades y penurias. Se que así será. Mi corazón confía en tu poder porque de ti siempre recibo toda ayuda.

Sacrosanto Padre Benevolente, sé que tú eres piadoso y nunca me dejarás ni desampararás, hoy necesito tu ayuda, por ello acudo ante ti rogándote auxilio en mi relación matrimonial. Las deudas, apremios y diferencias cada día nos alejan más.

No permitas que se marchite este amor que siento por (se dice el nombre de la esposa(o)). Con denodado esfuerzo hemos construido una vida matrimonial estable, batallando duro, pero esta crisis económica debemos enfrentarlas en pareja, guerreando no solo cuando la bonanza aflora, sino también cuando los problemas financieros debilitan los matrimonios. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Omnipotente Padre Amado! Mi alma clama por ti y tu misericordia. Mi relación matrimonial está muy deteriorada por las envidias de la gente que en su afán por separarnos alientan los celos, las infidelidades, los rencores y hasta el abandono.

Dios Sacrosanto, aparta los malos deseos, las malas intenciones o las malas influencias que nos separen, que nada ni nadie rompa mi matrimonio tan hermoso, que tanto nos hemos esforzado por conservarlo día tras día.

Por ello te ruego, para que tu custodia impida que nos hagan daño y nuestra unión se fortifique. Que se alejen las envidias y los amigos farsantes. Aparta la ira, la soberbia, los malos pensamientos de nuestros corazones que pretenden causarle daño a nuestra relación matrimonial.

Otórganos ese sosiego que buscamos y ayúdanos a reencontrarnos y a solventar nuestras diferencias con amor. Que tú Señor seas nuestro eje espiritual y que nadie pueda apartarnos jamás. Regálanos la fortaleza para superar todos los males y nos brindemos apoyo.

Guíanos siempre Padre Amado por los buenos caminos; no permitas nunca que nos alejemos de tus Mandamientos, y bríndanos un corazón que te adore con todas nuestras fuerzas, alma y mente, te lo rogamos en el nombre de Jesucristo. Amén.

¡Oh Santa Bárbara Bendita!, tú que proteges al que está angustiado, ayúdame en este momento en que mi matrimonio peligra. Te ruego Santa Bendita; que me acompañes en esta mala hora y estés a mi lado. Haz que mi esposo(a) (se dice el nombre) vuelva a mí para reestablecer nuestra relación matrimonial.

Haz que (se dice el nombre) me llame, me busque, me ame y se comprometa a afianzar desde ahora nuestra relación matrimonial No aguanto más tanta desesperación y angustia. Sé que no tengo fuerzas ni el poder de conquistar esa gracia sola(o).

Por eso, yo te suplico humildemente mi Santa Bárbara Amada, me auxilies en este momento de tanto dolor y tanto sufrimiento. Ayúdame a salvar mi matrimonio. Por los siglos de los siglos, Amén.

¡Oh Milagroso San Antonio!, tú que eres digno defensor del amor en pareja, hoy solo un inmenso milagro espero de ti, porque estoy en problemas con mi relación matrimonial.

Tu Amado San Antonio, que a los enfermos del alma como del cuerpo, le devolvió la salud; hoy quiero suplicarte y pedirte que intercedas ante el Dios Altísimo, confiando en tu misericordia, para que (se dice la petición), a la espera de un oportuno milagro.

Oh Protector y Benefactor San Antonio de Padua, tú que tenías siempre tu corazón repleto de simpatía humana, coméntales nuestra fe y alegría a los oídos de Dios y del Niño Jesús, que amaba estar en tus brazos. ¡Háblales sobre la gratitud de nuestro corazón que también serán las tuyas! Amén. Padre nuestro, Ave María y Gloria.