Oraciones Por Los Hermanos

Amado Señor, hoy oro para que a mis hermanos de sangre los bendiga con mucha paz. Te solicito que le des tu ayuda por cada prueba que ahora estén viviendo, y así consolarlos cuando estén tristes y poder sanar sus heridas que tanto le han afectado.

Deseo restaurarles en su amor y misericordia. Agradezco la presencia magnánima que estos hermanos me otorgan, pues todos parecemos diferentes y únicos a la vez, como le gustó al Dios Padre al crearlos y traerlos al plano terrenal con un único y hermoso propósito.

Señor Sacrosanto, te suplico que metas tu mano para conectarnos con palabras que concedan vida y bendiciones, con actitudes positivas en nuestros corazones, que son un manantial de aliento donde podemos bañarnos y fortalecer nuestro espíritu.

Perdóname y perdona las fallas de mis hermanos. Dios Sacramentado, si no compartimos en unión, puedo lamentar mis propios traspiés en palabras, actitudes y acciones que han perjudicado las buenas relaciones entre nosotros. Te imploro piedad y que nos renueves con lazos de amistad y cariño para ver en tu gloria el refugio que necesitamos con el fin de ayudarnos mutuamente.

Te doy las infinitas Gracias, Señor, por tus palabras cuando resaltas lo bondadoso y agradable de mis hermanos y la necesidad de estar en armonía, recibiendo tus bendiciones de vida eterna. Que en tu santo nombre siempre estemos en nuestros pensamientos y sellados en nuestros corazones. Amén.

Mi Dios Padre Eterno, hoy deseo que oigas estas palabras dedicadas a tu grandeza, pues con esta oración alegre he venido ante tus pies para que bendigas a esa persona especial que me ha protegido desde que tengo memoria. A mi gran hermano, sincero, honesto, amable, alegre, de gran corazón.

Gracias Amado Dios Todopoderoso, pues me diste la oportunidad de ser parte de su vida. Clamo a ti para que lo liberes de todos los problemas relacionados con su poder y que marques el camino que debe seguir para que su vida continúe con tal magnitud. Mi padre amado celestial, confiado te ofrezco esta plegaria con humildad para que juntos celebremos el acto sagrado de la vida.

Óyeme siempre Padre Amantísimo, no son solo palabras sin sentido, es un mensaje de amor y cariño fraterno que quiero que escuches. Convierte sus malos momentos en buenos, su congoja en prácticas vividas. Siempre te lo agradeceré. A partir de hoy te pediré esperanzado que cada miembro de mi familia sea feliz.

Finalmente, perdónalo por todo, ayuda a mi hermano a superar siempre los desafíos y que sus proyectos se hagan realidad. Con responsabilidad, prudencia, y sensibilidad ayúdamelo. Prepáralo y bendícelo para que sea capaz de luchar y el hombre de fe que desea que sus hijos tengan para siempre. Cubre su vida con tu fuerza protectora para que la energía que irradias colme su alma y su vida al máximo. Amén.

¡Amado Omnipotente Dios de los Dioses! Sabes que cuando un hermano atraviesa graves dificultades, lo mejor es encomendar su solución a tu gloria, mediante la palabra divina. Oye esta Plegaria sencilla para que metas tu mano y ampares a mi hermano que está en problemas, solventando de la mejor manera posible su necesidad.

Dios mío Santísimo, que todos los días te clamo y me oyes, libra a mi hermano de los problemas y las angustias, haz que siga el sendero de la esperanza cuando se vea envuelto en situaciones difíciles. Bendícelo con tu luz resplandeciente y protectora, haz que se asegure de que esos días aciagos sean olvidados y que pueda de nuevo tener la felicidad que requiere su corazón.

¡Oh Dios Omnipresente y Celestial! Hoy te rezo esta plegaria humilde con estas palabras llenas de devoción y esperanza para que puedas oírme y solventar los inconvenientes de mi hermano y pueda recorrer los senderos del bien y de tu amor. Demuéstrale, que los malos momentos por los que atraviesa, pueden ser mañana días felices. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Amado Dios Padre! Mi hermano se encuentra actualmente lejos, pues por la situación de crisis decidió emigrar a otro país, dejándonos muy triste. Nos hace mucha falta y hoy vivimos angustiados en la familia por tantas calamidades y obstáculos que se les puedan presentar.

Siempre te he dado las gracias por concederme a mi hermano. Él es como mi amado padre; un ser muy especial cuya confianza rebaza la de cualquier amigo o familiar, ya que sus orientaciones me han enseñado a sobresalir y a buscar la felicidad que mi vida siempre ha requerido.

Pero hoy Amado Dios Padre Bendito, se encuentra muy lejos de nuestras vidas y por eso me postro ante tus pies, para rogarte que le brindes la protección que tanto necesita, que aniquiles todo mal de su sendero y lo conduzcas por la dirección correcta de la bondad y la calma.

Sabes de los peligros que enfrenta un emigrante en otras tierras, donde otra cultura puede confundir a mi hermano. Por eso, nunca me lo desampares en su trayecto. Bendícelo y resguárdalo de todo mal. Todas las noches rezo por él, deseando que no le pase nada malo. Amoroso Padre, te doy las gracias y confío en que mis palabras se hagan realidad. Amén.

¡Bien Amado y Maravilloso Dios Todopoderoso y Omnipresente! Tener un hermano como el mío, es una inmensa dicha, por cuanto sus locuras, sus enseñanzas y su noble corazón, han sido el soporte de nuestra familia y de nuestro hogar, cuyos espacios están impregnados de su alma y de sus ocurrencias.

Por ello debo agradecerte toda la vida te agradezco al permitirme tener un hermano como el que tengo, a quien deseo que siga el sendero de la esperanza, de la felicidad y evite aquellos problemas que puedan llevarlo a desviarse en el camino hacia tu gloria.

A través de esta sencilla plegaria que te ofrezco, te ruego Padre amable por darme la gracias de poder contar con un hermano que me brinda su apoyo y comprensión, aunque a veces no estemos de acuerdo y confrontemos, pero siempre nos da la guía espiritual que todos necesitan.

Querido padre celestial, recibe mi humilde y eterno agradecimiento con cariño y nunca abandones a (Se dice el nombre del hermano), quien ha sido como mi padre de sangre en todo momento y quien ha sabido aconsejarme y conducirme por los caminos del éxito y la prosperidad. Por los siglos de los siglos. Amén.

Padre Amado y Celestial, hoy vengo hoy a ti para agradecerte por los hermanos que me has otorgado, pues con tu amor tú los has resguardado. Te suplico en esta hora que toques sus corazones y el mío para que cada día estemos más unidos, poniendo por delante la familia y el bienestar de todos.

Te pido, Dios nuestro y Bondadoso que bendigas la labor que cada uno realiza a diario, que tu luz sea el camino a seguir, para que se levanten ante los tropiezos. Resguarda en tu regazo a los más sensibles, aliéntalos y consuélalos cuando la tristeza los turbe.

Elimina de en medio de nosotros todo obstáculo que se interponga contra nuestra armonía y nuestra paz fraternal. Haz que la bondad y tu sabiduría sea la solución, que el perdón y la restauración tengan lugar entre nosotros y bendícelos en su fraternal andar. 

Ayúdame a hacer lo que me corresponde para ser un motivador del cambio y que el amor fluya en nuestras familias, entre mis amados hermanos y que se riegue alrededor de todos nosotros en bendiciones de amor y solidaridad. Te necesitamos muy cerca, Dios Padre Eterno, haznos sensitivos a tu voz, a tu llamado, con manos libres, dispuestas y corazones abiertos, sencillos para que seamos uno, como tú siempre lo has sido con tu Hijo Jesús.

Todo te lo pido agradeciéndote por cada hermano que me has regalado y por tenerlos a mi lado. Por los siglos de los siglos. Amén.