El matrimonio y el Amor deben ir de la mano. Deben marchar juntos. Es la unión entre un hombre y una mujer que se aman: es una correlación única y maravillosa que necesita de dedicación y perseverancia. Aquí en este compendio te ofrecemos estos interesantes Versículos de Amor para Matrimonio, desde donde nosotros, los hijos de nuestro Dios Padre, estamos en el deber de proyectar su inmenso amor en todas nuestras relaciones de pareja.
De eso se trata el matrimonio y el amor, lo que nos proporciona diariamente miles de oportunidades para demostrarlo, además de incontables satisfacciones. Las Sagradas Escrituras hacen múltiples referencias sobre el matrimonio y el amor, los cuales nos otorgan muy buenos consejos para mantenerlo firme. Este es un tema muy importante en estos días para Dios, que incluso llega a comparar su relación con la Iglesia como una relación matrimonial. Los invitamos a leer y reflexionar sobre algunos de estos versículos bíblicos.
Versículos de Amor para Matrimonio
1 Juan 4:20
“Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.”
Totalmente cierto. Y quien así lo practique es un hipócrita. No se puede odiar al hermano, al amigo, al vecino, y gritar a los cuatro vientos que se ama al Dios Padre. Porque cuando se ama al Dios Padre, se debe retribuir al prójimo.
Pero cosa extraña ¿Cómo amar a alguien que no he visto? La pregunta es válida, porque el amigo, al hermano, al vecino, etc., existen y puede ser demostrado… Pero en el caso de nuestro Dios Padre ¿Cómo amarlo si no lo he visto? Mentir no podría, cuando dijo que más que eso, lo siento, que es mucho mejor que solo verlo.
1 Juan 4:10
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.”
Es esta la mejor prueba de amor. Ofrecer a su hijo amado Jesucristo como el sacrificio más justificado por nuestros pecados. Porque lo importante no es que amemos al Dios Padre, sino que se lo demostremos con sacrificios hacia el prójimo, donde nuestras acciones estén enmarcadas en el amor.
Nos ama tanto que permitió el sufrimiento de Jesús para librarnos de nuestros pecados y que podamos conquistar la salvación eterna. ¡Que prueba de amor tan Autentica!
Lo otro tiene que ver con la palabra empeñada del Dios Padre y el respeto y la obediencia puesta de manifiesta por su hijo Jesús, quien se entregó como su cordero predilecto, a pesar de flaquear en el Monde de los Olivos, y aceptar cumplir la voluntad de su Padre, con aquella inolvidable frase “Que se haga tu voluntad”. Ambos colmados por el Espíritu Santo, que es la energía del amor más puro y sincero.
Juan 15:13
“Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.”
Tener un(a) amigo(a) verdadero(a) es tener siempre una esposa(o) que siempre nos da su apoyo. La solidaridad, el respeto, la tolerancia y la comprensión son sentimientos o virtudes que deben estar presentes cuando existe una amistad real entre dos amigos; y más aún cuando son esposos.
Los amigos no solo se tienen para la vida fácil. Se tienen también en las malas, y es allí donde se debe demostrar ese amor entre los amigos. Jesús siempre ha querido ser tu amigo, porque su amor es sincero, tanto que prefirió morir en la cruz para salvarte.
No obstante, debemos estar conscientes de que la amistad entre amigos solo se demuestra con amor, como nos los demostró Jesús. Es un amor para ayudarnos, aprender y crecer juntos, donde la solidaridad y el cariño se demuestran con acciones benevolentes.
Génesis 2:24
“Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos se fundirán en un solo ser.”
En estos Versículos Bíblicos de Amor para Matrimonio, hay que aclarar que Dios, tal y como Él lo instituyó, se requiere de dos personas, pues hembra y macho los creo, pero también requiere de dos acciones.
Lo primero, es dejar a los padres de ambos físicamente, pues al casarnos estamos formando una nueva familia, es decir, un nuevo hogar, lo que se convierte en nuestra prioridad. Todo ello, sin dejar de amar y honrar a nuestros padres hasta la muerte. Aquí debemos tener bien claro que, como nueva familia, tendremos nuestros propios planes y decisiones apoyándonos el uno con el otro.
En segundo lugar, la unión en una sola carne con nuestro cónyuge; esto es unidad sexual y unidad emocional; disfrutaremos sexualmente el uno del otro y transitaremos juntos en todas las áreas, pero eso sí, todo debe ser al servicio de nuestro Dios Padre.
Mateo 19:4-6
“¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”? y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo” Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.”
De acuerdo con el diseño original de nuestro Dios Padre Dios el matrimonio es para siempre y el amor debe prevalecer. En sus planes no se admitía el divorcio, pues su deseo era que siempre estemos juntos amándonos hasta la muerte.
No obstante, en este versículo de Mateo Jesucristo acepta que Moisés en su pueblo permitió el divorcio "por la dureza del corazón del hombre". Sin temor a equivocarnos, hay circunstancia límites de arbitrariedad o infidelidad donde se necesita de una compostura drástica, pero ciertamente el plan genuino de nuestro Dios Padre en cuanto al matrimonio es que tanto el hombre como la mujer se amen y se mantengan juntos hasta que la muerte los separe.
Proverbios 18:22
“Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el Señor.”
Aunque es nuestro cuerpo quien reacciona y se siente atraído, ya sea por un hombre o por una mujer, siempre esperamos que sea nuestro Dios Padre quien nos guie cuando concretamos la selección de nuestra pareja.
Recibiremos sus bendiciones cuando seleccionamos según su voluntad para nosotros. ¿Por qué? Porque lo ideal es que nos casemos con alguien que nos traiga paz, sabiduría y alegría a nuestro corazón, pero sobre todo que ese alguien nos acerque aún más a nuestro Dios Padre y a su hijo Jesucristo.
2 Corintios 6:14-15
“No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo?”
El significado de la palabra “cónyuge” es estar unidos por el yugo; esto con relación a la yunta que sostiene unidos a los bueyes para que ambos puedan arar en el campo y en la misma dirección.
Así, el matrimonio debe asumirse como algo unido en todos los aspectos; por ello la unión espiritual es vital para sostenerlo. Mas aun, debemos estar unidos en Cristo, ambos con amor y obediencia a Jesucristo para poder vivir en concordia y para que su nombre sea glorificado en todo lo que hagamos en el nombre de Dios.
Efesios 3:16-17
“Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor.”
Pedirle a Dios es siempre una constante. Pero hacerlo a través del Espíritu Santo, que es la esencia del amor más grande entre nuestro Dios y su hijo Amado Jesús, significa estrechar una relación aún más profunda, basada en las riquezas espirituales y en el poder supremo que nos puede fortalecer lo más hondo de nuestro ser.
Solo así podrá Jesucristo anidar en nuestros corazones, si el amor deambula entre sus umbrales y ha fundamentado las bases de nuestra existencia.
Efesios 5:21-22
“Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.”
En un matrimonio, cuando hay amor no debe existir temor al someternos el uno al otro cuando ambos estamos colmados de la bondad de nuestro Dios Padre. Debemos confiar en Él para que nos oriente o guíe hacia la otra persona en el marco de su voluntad y no temer que se aproveche o nos perjudique a propósito.
De allí la justificación y necesidad de casarnos con alguien que le tema a nuestro Dios Padre y esté lleno de su Espíritu Santo. Si estamos conscientes de que sus acciones y palabras están guiadas por Dios, debemos tener miedo a someternos. El amor perfecto que Dios nos regala a diario echa por tierra cualquier temor (1 Juan 4:18). Estos Versículos de Amor para Matrimonio lo confirman.
El Amor es el sustento de cualquier Matrimonio
Con estos Versículos de Amor para Matrimonio logramos escudriñar y desentrañar el verdadero concepto entre el Matrimonio y el Amor, como sentimiento vigoroso emanado desde el Espíritu Santo, cuya fuerza tiene la capacidad incluso de producir milagros, como lo hizo nuestro Amado Jesús.
Dejemos de ser mentirosos e hipócritas con nuestro Dios Padre y nuestro Amado Jesús. ¡Amemos de verdad, con entrega y sin discordias! Especialmente si tenemos una relación matrimonial. Si lo hacemos a diario con nuestra pareja, que también es nuestro prójimo, nuestro Dios Padre será el primero en bendecirnos con grandes obras y cumplir nuestros clamores a través de nuestras plegarias diarias.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Versículos De Amor Para Matrimonio puedes visitar la categoría Versículos.
También te puede interesar: