Oraciones a San Bartolomé    

¡Oh Glorioso y Benevolente apóstol San Bartolomé! Tu que para nuestro amado Jesús fuiste una persona sincera y en sus propias palabras te diste cuenta que Él era el hijo de Dios. Por eso hoy te pido que todos los seres humanos puedan ser inocentes como son los niños. Permite Santo Apóstol que tu don de la fe anide en nuestras almas para poder ver tus milagros en nuestra vida cotidiana.

Amado San Bartolomé, hoy te presento esta plegaria para que me otorgues tu ayuda y así poder curar todas mis enfermedades y las dolencias que me perturban. Si al sanar vuelvo a recaer o tengo molestias constantes, te agradezco que no me dejes solo con mis males.

Hoy le agradezco a nuestro señor Jesucristo Amado por todos los prodigios que ha logrado hacer en mi vida, al lado de mi familia y mis seres amados, y por el auxilio que me va a obsequiar con esta petición. (aquí se expone lo que se desea alcanzar en materia de salud)

¡Oh Magnánimo San Bartolomé! Si es tu voluntad que yo sea una persona sana, te suplico con intensa humildad que pueda serlo lo más pronto posible, ya que a pesar de mis dolores y de mi enfermedad, estoy convencido que tú eres mi fiel conmigo. Y con confianza también te ruego que cures a todas las personas que padecen dolores y enfermedades. Amén.

​¡Oh, Magnifico y Amado Señor Jesucristo! Protector de nuestra fortaleza, hoy unidos como hermanos, te suplicamos que por tu infinita misericordia no permitas que el Coronavirus penetre a nuestras casas u hogares. Aléjalo de todos mis seres queridos y del prójimo.

Apóstol Bondadoso, háblale a nuestros Señor Jesucristo sobre nuestras angustias por esta peste; tú que todo lo puedes, hoy quiero suplicarte que en este difícil momento por el cual todos estamos pasando, perdones nuestras culpas, pecados y ofensas para que podamos ver tu amor en todo su esplendor, sanando a tus hijos.

Coloca un muro de ángeles en torno a cada familia y cada hogar del mundo y que se haga viva tu santa palabra en el Salmo 91.10: «No te sobrevendrá mal ni plaga tocará tu morada, pues a sus ángeles enviará cerca de ti para que te resguarde en todos tus caminos».

No permitas mi Dios Altísimo que el Covid 19 se propague más, por el contrario, haz que se esfume y que no sufran ni mueran más personas. Te pido humildemente además por todos esos seres que ya se encuentran contagiados por ese maléfico virus, para que tu mano sanadora les conceda la salud necesaria, se recuperen y sigan adelante, viendo tu infinita bondad. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Venerado y Bendecido San Bartolomé! Tu fuerza, tus palabras y tu gran obra con el Gran Pastor te engrandecen. Por ello acudo a ti, a pesar de saber que soy un ser humano que posee una gran cantidad de defectos, te imploro que intercedas por mí ante el Dios Padre para que nos perdone y nos ayude a ser nuevas almas, y así superar cualquier obstáculo durante los malos días.

¡Oh Amado San Bartolomé! Devuélveme la salud a mí y a los que tanto amo, tanto física como espiritualmente. Tu que fuiste aclamado en aquel tiempo cristiano, y por medio de tu fe y esperanza nuestro Dios Padre hizo diferentes milagros para sanar a la gente. En ti pongo mi confianza para mi pronta sanación, la de mis queridos seres y la de todas las personas que en ti confían.

Solicito que tu voluntad se haga realidad, en la tierra y en el cielo, y que apoyes a quienes que a ti llegan preocupados rogando tu intercesión. Permite que mis plegarias sean siempre escuchadas por nuestro Dios Padre y pueda responder tanto mi petición como las de los demás. Amén.

¡Oh, mi Jesucristo Sacramentado! Tú has sido el sanador de las almas extraviadas, y sin embargo siempre nos perdonas y resguardas amorosamente de la condenación eterna; hoy te pido que escuches mis plegarias de los labios benditos de San Bartolomé, y me concedas un cuerpo y un corazón nítido y repleto de paz.

Auxílianos siempre. Pongo nuestra confianza en tu magnánima misericordia. Por esa razón, te imploro San Bartolomé por mi salud y alejes de mi cualquier enfermedad. Resguardarme y atiéndeme. Tú conoces mis dolores y lamentos internos. Alívia Señor todas esas pestilencias y dolores, si así es tu voluntad. Pon tus manos piadosas sobre todos nosotros.

¡Omnipotente y Magnánimo Dios Padre! Atiende a San Bartolomé que quiere exponerte mis lamentos, tú eres un juez justo, santo y verdadero, Padre Celestial que nos has dado la vida y tienes todo el poder en tus sagradas manos para sanarnos y llevarnos a tu encuentro, si así lo deseas.

Amado Jesús Mío, tú que eres el gran protector en toda la tierra y el universo y sólo nos ofrece cosas buenas, quien nos libera de la preocupación y el dolor. Señor, tú que estás lleno de gracia y de bondad, perdona nuestras faltas y además retribuye la salud a todos tus hijos. Lo asumimos con entera confianza para que nos sanes, nos preserves del enemigo y de la muerte perpetua. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh, Dios Santísimo! Mi Amado San Bartolomé ha llegado a tus pies, porque mi cuerpo está estropeado y requiere robustecerse de forma integral. Mi mente también está dolida por las angustias y tareas diarias, y necesita descanso. Mi espíritu, busca remozarse con tu poder para que mi carga sea liviana y mis males se diluyan por siempre.

En esta plegaria invoco ¡Oh Grandioso San Bartolomé! tu poder curador, para que me concedas la sanación integral en todo mi cuerpo. Hoy invoco tu nombre bendito y te invito a quedarte en mi corazón por siempre, como lo he hecho con nuestro Señor Jesucristo. Dame la vida eterna. A ti te entrego completo mi ser por tu causa.

Agradezco esta oportunidad para restablecer totalmente mi cuerpo, mente y espíritu. Durante todo el día, busco ser nuevo en todo, para florecer y dar lo mejor de mí al prójimo, para que el amor que me brindas se exprese a otros mediante mi alma. Intercede Apóstol Amado por mi salud ante nuestro Padre Eterno. Siempre estaré agradecido. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Bendito San Bartolomé! Amado Apóstol, mi amigo está enfermo y requiere de tu bondad. Y aquí estoy yo para pedirte que poses tus manos en su frente y sientas lo que oculta en su corazón que late ardoroso por la vida. Que busca vivir y hoy se halla abatido por una enfermedad. Intercede por él y sánalo pronto.

Te suplico que borres de él cualquier daño producida por esa enfermedad. Y si el pecado lo conserva así, indúltalo Dios Padre Amantísimo. Te lo imploro por mi gran amigo (se dice el nombre y apellido) que siempre ha sido leal conmigo para que recobre la salud lo antes posible.

Te imploro por sus familiares que lo quieren ver curado. Absuélvelo de sus pecados y purifica Dios Padre su alma lastimada. Alégralo con tu luz para que pueda recibirte en su corazón y pueda admirar las grandes cosas que le tienes preparadas. Nuevamente, gracias Dios Padre Altísimo, de nuevo te pido por la salud de (nombre y apellidos) y por favor, no lo desampares en esta mala hora, porque tú me lo has enseñado. Por los siglos de los siglos. Amén.

Venerado y Adorado Padre, mi corazón y mente se anegan con temores e incertidumbres. En varias ocasionas  me veo paralizado, me siento sin fuerzas para continuar. Estos miedos permanecen junto a mi día y noche. No obstante, estoy convencido que tú eres mi única verdad. Tú pregonas que no temamos, porque has dominado al mundo.

Así que hoy me aferro a Ti, por medio de la imagen sagrada de San Bartolomé, confiando plenamente en tus ofrecimientos de que nunca me dejarás solo. En esos días donde el miedo me paraliza, yo (se dice el nombre) tomo tus manos aguerridas y piadosas, pues sé que Tú moras en todas las promesas que se encuentran al inicio de una nueva vida. Tú eres mi Redentor, me encomiendo a ti para obtener mi salud emocional, resguardado bajo el manto de tu amor y al abrigo de tu gracia. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Unigénito y Gentil Señor Jesucristo! Hoy necesito de tu ayuda pues tengo miedo de que mi familia enferme durante esta pandemia. Requiero de tu fuerza para combatir esos pensamientos funestos. Padre mío, Tú has dicho que el miedo trae martirio y que no me has cedido un espíritu de temor. Por eso acudo a San Bartolomé, apóstol fil y milagroso que nos resguarda desde tu morada.

Sabes muy bien que este pánico viene por culpa de mi enemigo Satanás. Tú me has confirmado y decretado que me has dado el poder, el amor y una mente sana. Señor, ayúdame a cultivar mi mente para orientar a mi familia para que la salud siempre reine en nuestro hogar. Requiero tus enseñanzas hoy más que nunca para controlar estos temores contra esta Pandemia.

No necesito escuchar el miedo. Por la fe que te tengo, declaro al mundo que voy a enfrentar mis inseguridades y mis preocupaciones cuando vaya a la cama y cuando me levanté por las mañanas. Maestro, tengo mucho temor; ampara mi familia de esta plaga mundial.

Hoy, Apóstol Eterno, declaró que con tu poder y tu misericordia ese mal no alcanzará mi amada familia. Señor Mío, en tu santísimo nombre voy a creer y estar pie para pronunciar las palabras certeras y convincentes contra el Covid19 agradeciéndote infinitamente estaré para que me guíes este día. Y me proveas de fortalezas. Por los siglos de los siglos. Amén​.

¡Oh Mi Amigo y Protector San Bartolomé! Hoy te doy las gracias por ayudarme a tener alegría y ganas de vivir. Tenemos mucha fe y confianza en tu misericordia perpetua. Estamos seguros que tú serás quien interceda ante nuestro Dios Padre para sanar nuestras heridas. Con humildad y fe, hoy te pedimos por la salud de (Se dice el nombre de la persona) y te suplico que lo restaures completamente.

Tú, Divino y Santo Apóstol, por excelencia de nuestras vidas, remoza cada tejido, cada arteria, también cada órgano dañado, cada hueso fracturado, cada articulación rota, depura sus músculos con tus manos santas, límpiales de toda suciedad que perjudique su cuerpo.

Te suplico señor, que le des fuerzas a este hermano(a) que ha estado enfermo(a), que tenga firmeza con su fe. Ofrécele la esperanza de una larga vida alegra, pon en su mente la capacidad de pensar en tus bendiciones, para que aleje todas las malas ideas y neutralice a quienes pretendan hacerle daño o incomodarlo.

Acércate a esta persona Señor; apóyalo con tu palabra y fortalécele su espíritu. Mi Jesús Crucificado, atiende a San Bartolomé con mi plegaria, que su santo espíritu curador sea la medicina de sus dolencias y cure sus heridas, devuélvele el consuelo. Tu cariño y misericordia son únicos, pues solo tú eres quien frota su mano para devolverle la salud, con nuevas energías y bendiciones a su cuerpo. Amén.