Oraciones a San Mateo

Milagroso San Mateo, eterno amante y bondadoso apóstol, hoy he decidido orarte para que me colmes de miles de bendiciones y bendigas con mucho amor a mi familia, pues sabes bien que una verdadera familia no solo la constituye el padre, la madre, los hijos, la hermana o hermano, esposo o esposa, sino quienes alborozados y repletos de humildad creen y confían en ti.

En este momento de necesidad espiritual, elevo a ti esta oración pidiendo una bendición para que (aquí se dice que se solicita). Te doy gracias desde este instante porque sé que tu bondad infinita me cumplirás al oír este mi ruego desesperado.

Amantísimo Dios Padre, escucha mi plegaria en los labios de San Mateo, líbrame de todos los males que me afectan; desaparece todas las deudas y apremios que me aquejan. Dame tu conocimiento divino para convertirme en un instrumento ideal en todo lo que Tú me puedas encomendar y apoyarte en tus designios, porque yo sé cuan benevolente y capaz eres si sólo cumplimos con tus mandamientos escritas en las sagradas Escrituras, y así vivir de acuerdo con ella.

Infinitamente te agradezco por tu poder, por tus regalos y por las recientes bendiciones que me has brindado ayer, hoy y las que recibiré en mi futuro, porque estoy seguro que nos bendecirás aún más. Ruego también por los que no tienen un trabajo estable y no disfrutan de buena salud, de paz y prosperidad. Llénalos Padre Amado Celestial con tu luz sanadora, en nombre de Jesús, por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh magnifico y protector San Mateo! Las incertidumbres y la inseguridad nos acechan. Por eso hoy necesito que eleves al altar de nuestro amado Dios Padre Celestial mis suplicas, mis plegarias para poder desecharlas. Amadísimo Apóstol San Mateo, tú estás consciente de lo que hoy vivo y lo que llevo en lo más hondo de mi alma, debilidades espirituales que pueden afectar mi paz y mi normal desenvolvimiento ante la vida.

De igual manera, no desconoces lo que me atormenta y me preocupa en medio de esta crisis socio-económica. Temo por mi protección y la de mi familia completa. Tú sabes cuándo lloro, cuando rio, cuando estoy en medio de la soledad. Presérvame siempre sano amado Apóstol San Mateo; protégeme y motívame a seguir luchando contigo a mi lado, pero nunca te alejes, acompáñame siempre.

Y, sobre todo, no dejes nunca que las tentaciones me traicionen, porque te llevo siempre muy adentro y te necesito por siempre en mi existencia, en mi vida. No dejes de cobijarme con tu manto protector, especialmente a mi familia, a mi hogar, mi empleo, mis sueños, mis planes e intenciones y a toda la gente que me ama. La protección que te imploro, extiéndela a todos tus hijos, por los siglos de los siglos. Amen.

¡Eterno y por siempre glorificado Apóstol San Mateo! Tú eres uno de nuestros guías más venerado. Por eso te ruego que protejas a nuestros líderes comunitarios, a nuestros gobernantes y a todo aquel que pretenda orientar la vida de los ciudadanos en aras de un mejor vivir.

Ciertamente, de ti que necesitamos tu protección y conducción. ¡Amado Dios Padre Celestial! Escucha las palabras del Apóstol San Mateo, porque en el  transitar de nuestros senderos todos somos pasajeros; todos andamos de emigrantes o peregrinos, tratando de cumplir nuestras metas, buscando nuestra felicidad. ¿Pero quién nos conduce hacia eso? Tu padre idolatrado, el Único y Verdadero Dios que lo puede hacer. Y a ti te agradecemos infinitamente.

¡Oh Amantísimo Apóstol San Mateo! Ante tancas calamidades y problemas gobernanzas, hoy acudo ante ti para que intercedas ante nuestro Dios Padre Celestial, y por medio de tu amado hijo, le pidas sabiduría y entereza para que bendiga a nuestros líderes, presidente, Gobernadores y alcaldes.

Son ellos los conductores materiales aquí en la tierra. Te pido con esta plegaria que los colmes de responsabilidades y paciencia ante tantas desavenencias, porque todos estamos montados en sus buses, viajando en este trance y deseando ser bien servidos por su labor.

Hoy viene a mi mente, aquello que el maestro Jesucristo te recalcó, cuando les expresó que “Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos”. Por todo lo que nos has dado, solo nos queda darte las gracias misericordioso y magnánimo Dios Padre Celestial.

Concédeme además amado Apóstol San Mateo, a través de tu intersección, la voluntad de dirigir mi propia vida por los caminos del Señor y de motivar a otros a encontrar también la tan anhelada felicidad en el cumplimiento de tu gran mandato: que nos amemos los unos a los otros, como nos enseñaste. Por los siglos de los siglos. Amen.

¡Oh Bondadoso San Mateo!, tú que fuiste miembro de la familia de los Apóstoles que siguieron a Jesús por tantos caminos y con la ayuda y la Misericordia del Altísimo lograste ganar paz en la tierra y gloria en el cielo, hoy en esta breve suplica te imploro para que las ventas de mi negocio se incrementen como antes.

¡Oh Gran seguidor de Señor Jesucristo! Tú que, aun siendo recaudador de impuestos del imperio romano, nunca dudaste en abandonar todo y seguiste los senderos del gran Maestro hasta el final de tu vida terrena; apiádate de mí San Mateo, y permite que la prosperidad en mis negocios se fortalezca, para beneplácito de mis finanzas y de mi familia.

Amado Benefactor, te inspiraste gracias al Espíritu Santo después de la Ascensión del Maestro Jesús a los Cielos y proclamaste la Buena Nueva de su Palabra, dejándonos escritos en los sagrados Evangelios: «según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán» (Mt. 8, 15).

Hoy, también inspirado en tus milagros y predicas, te imploro con mi corazón abierto que intercedas por mí y le supliques al Dios Padres Amado que todo lo puede que me apoye y me ayude en mi negocio (decir el nombre del negocio que se tiene o se desea emprender).

¡Amadísimo San Mateo! Por toda la bondad y la misericordia que siempre demostraste después de aceptar a Jesús en aquel camino donde la gloria del Dios Padre te deslumbró, hoy yo coloco toda mi fe en ti, pongo mis esperanzas e ilusiones en tus manos y confío ciegamente en la hermosa misericordia del Señor, para que se multipliquen las ventas y fructifiquen pronto todas las inversiones que he realizado.

Ayúdame Amantísimo San Mateo a superar esta crisis económica y concédeme la alegría de ver aumentar las ganancias de mi humilde, licito y reputado negocio ante toda la colectividad. No me desampares, porque sabes bien que de ello depende la estabilidad emocional de toda mi familia y la mía propia. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Benefactor San Mateo! tú que con la ayuda y la Misericordia del Altísimo lograste ganar paz en la tierra y gloria en el cielo, hoy en esta suplica te imploro para poder vender mi carro, lo antes posible. Tú que, aun siendo recaudador de impuestos, nunca dudaste en abandonar todo y seguiste los senderos del gran Maestro Jesucristo hasta el final de tu vida terrena; apiádate de mí San Mateo, y permíteme vender mi carro para que la prosperidad se fortalezca, para beneplácito de mis finanzas y mi familia, que vive de ellas.

Apreciado Benefactor, tú que proclamaste la Buena Nueva de su Palabra, dejándonos escritos en los sagrados Evangelios: «según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán» (Mt. 8, 15), hoy inspirado te imploro que intercedas por mi ante el Dios Padre Amado y me ayude a (decir lo que se desea vender).

Por toda la bondad y la misericordia demostrada después que aceptaste a Jesús en aquel camino donde la gloria del Dios Padre te deslumbró, ¡Amadísimo San Mateo!, Hoy colocó toda mi fe y mis esperanzas en tus manos y confío ciegamente en la hermosa misericordia del Señor, para que se concrete esta venta tan deseada.

Socórreme Amantísimo San Mateo con la venta licita de mi carro y así poder superar esta crisis económica y concédeme la prosperidad que tanto esperamos. No me desampares, porque sabes bien que de ello depende la estabilidad económica y emocional de toda mi familia y la mía propia. Amén.