Oraciones A Santa Teresita del Niño Jesús

¡Oh Milagrosa Santa Teresita del Niño Jesús! Hoy acudo ante tus pies y ante tu altar lleno de fe y de confianza para pedirte un favor. La cruz de la vida me está pesando  mucho y no hallo más que espinas peligrosas entre sus brazos.

¡Oh Grandiosa Teresita del Niño Jesús! Envía sobre mi sufrida alma una lluvia de flores de gracia y de virtud, para que poder subir el Calvario de la vida, pero  embriagado en sus perfumes. Regálame una sonrisa de tus labios de cielo y una tierna mirada de tus hermosos ojos, a los que tanto admiro.

Tus ojos, para mi valen tanto como tus caricias y todas las alegrías que el mundo encierra. ¡Dios mío Omnipotente! Por intercesión de Santa Teresita concédeme la fuerza que hoy requiero para cumplir con mis deberes y la tan anhelada gracia que en esta oración te pido. En el nombre de nuestro Dios Padre y su hijo amado Jesucristo. Amén.

¡Oh Milagrosa y Portentosa Santa Teresita del Niño Jesús! Hoy quiero invocarte para que me ayudes a fortalecer el espíritu cristiano de quienes sufren malos sueños o padecen de insomnio, y de quienes han emprendido negocios y se encuentran en graves dificultades o quienes buscan socorro para la curación de sus enfermedades o problemas.

¡Oh Amado Señor, Dios nuestro! Tú que inspiraste como modelo a Santa Teresita del Niño Jesús, enséñanos a seguir sus senderos de amor y pureza, ya que ella  hizo de su vida una permanente conversión y nos legó los pasos en la vida cotidiana para alcanzar el camino de la perfección.

Ella nos describió lo fugaz que es la vida y de cómo nuestra sed de dicha, de felicidad solo Dios la puede calmar. Por ello, debemos aprender de sus enseñanzas para un día poder cantarle por siempre tus misericordias. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Portentosa y Magnánima Santa Teresita del Niño Jesús! Tú que eres la abogada de los que sueñan, a ti hoy recurro por cuanto me he despertado luego de haber tenido un sueño muy desagradable y no deseado. Y me acerco ante ti con esta sencilla plegaria para que me des entendimiento y sosiego.

A ti Santa Teresita del Niño Jesús te ofrezco este sueño confuso; si es beneficioso, que caiga sobre mi humanidad y si es maléfico que las aguas del mar y las tormentas se lo lleven bien lejos. No permitas amantísima Santa que en mi cuerpo se haga realidad, porque solo quiero la paz y la felicidad.

Me aferro a ti en este instante, y confío en tu maravilloso poder para interpretarlo y con tu poder hacer que sus malos presagios se difuminen con el tiempo, sin traer dolor ni sufrimientos a mi alma, que solo clama por tu bondad y tu generosidad.

Apártame de esos maléficos sueños. No me dejes solo en las noches ni permitas que se repitan, porque mis tribulaciones e incertidumbres podrían aumentar cada vez que los tengo. No me desampares en medio de esas ensoñaciones que me aturden y haz que la paz reine en mí. Por los siglos de los siglos. Amén.

Nunca el maligno me mueve, mi Dios Padre, pues solo quiero desearte el cielo que me has prometido, ni me mueve el infierno tan despreciable y temido para ofenderte. ¡Tú me mueves, Oh Gran Señor Padre! Para poder contemplarte clavado en la cruz y escarnecido. Muéveme para ver tu cuerpo tan lastimado, al ver tus afrentas y tu muerte.

¡Oh Magnánima Santa Teresita del Niño Jesús Adorada! Muéveme, en fin, todo tu amor  y en tal forma, que aunque no exista el cielo, yo te amara, y aunque no existiese el infierno, yo te temiera. Pero, no me tienes que ofrendar porque te quiera, ya que aunque lo que hoy espero no esperara, lo mismo que te amo, te amaría por siempre. Amén.

¡Oh Santa Teresita del Niño Jesús! Tú que has sido por justicia proclamada Patrona de las Misiones en todo el mundo, recuerda los ardientes deseos de mostrarte, cuando te paseabas por la tierra, de querer sembrar la Cruz de Jesucristo en todas las regiones del mundo, y anunciar el Evangelio hasta la extinción de los siglos.

Te suplicamos que nos ayudes, clamando a tu santísima promesa, a los sacerdotes, a los misioneros y a toda la Iglesia. Que resguardes todos sus valores y le inspires a seguir batallando en cualquier rincón del planeta. Santa Teresita del Niño Jesús ¡Ruega por todos nosotros! Amén.

¡Oh Bienaventurada Santa Teresita del Niño Jesús!, Tú que has prometido hacer caer una lluvia de rosas, desde el cielo, dirige hacia mí tus bellos ojos misericordiosos y escúchame en mis múltiples necesidades. Grande es tu poder porque Dios te ha hecho grande entre las santas del cielo.

Hoy te suplico, pues, ¡Oh mi Amable Protectora!, me alcances de Dios las gracias que te pido, siempre que sea para mayor honra de Dios y salvación de mi alma, para poder estar en paz con mi espíritu.

Te suplico de un modo especial que me hagas participar de las rosas que nos has prometido, apartando mi corazón de las vanidades y placeres caducos de esta vida, y enseñándome a amar a Jesucristo y a su madre María con amor verdadero, para que así pueda un día gozar contigo de la eterna bienaventuranza. Amén.

¡Oh, Santa Teresita Bendita, Virgen Milagrosa! Amada esposa de nuestro Señor Crucificado, que aquí en la tierra ardió con un amor tan profundo e intenso hacia tu Dios y mi Dios, y en este momento iluminas como una llama brillante en el paraíso, también obtén para mí un destello de esa misma llama ardiente

Amadísima Santa, te pido que me ayudes a olvidar el mundo, las cosas creadas por nuestro Dios Padre, aún yo mismo, porque tu fervoroso deseo era verle adorado por todos los hombres.

Permite que todas mis ideas y pensamientos, deseos y cariños sean orientados siempre a realizar la voluntad de nuestro Dios Padre, la bondad inmensa, aun a pesar de estar en gozo o dolor, porque Él es digno de ser adorado y obedecido por siempre.

Logra para mí esta bendición, tú que estas al lado del Dios Padre, haz que yo me envuelva con ese fuego como tú, con el santo amor de nuestro Dios Padre. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Bien Amada Santa Teresita del Niño Jesús!, Tu que nos has prometido colmarnos con una lluvia bendiciones desde el cielo, hoy quiero que observes mis ojos misericordiosos y que oigas mis múltiples requerimientos. Grandioso es tu poder porque nuestro Dios Padre te ha hecho grande entre las santas del cielo.

Te imploro ¡Oh mi Venerada Protectora!, me alcances de Dios las gracias que te pido, siempre que así sea para mayor honra de Dios y la salvación de mi alma. Te suplico de una manera especial que me hagas participar de las cosas que nos has prometido.

¡Oh Majestuosa y Respetada Santa Teresita del Niño Jesús!, Aparta de mi atormentado corazón de las vanidades y placeres mundanos de esta vida, y en esta hora enséñame a amar a Jesucristo y a María la Virgen con amor puro y real para gozar contigo la eterna bienaventuranza. Por los siglos de los siglos. Amén.

Escuchas mis palabras, ¡Oh Dios, Salvador nuestro!. Oye nuestros clamores para que, así como gozamos en la festividad de tu Santa Virgen Teresa, así también podamos ser nosotros alimentados con el codiciado pan de su celestial creencia y preparados y formados con los afectos de su tierna devoción. Amen.

¡Santa Teresita Venerada! Ante tus pies me pongo de hinojos colmado de confianza para pedirte mis favores. La cruz de esta vida demasiado pesada se ha puesto y solo encuentro espinas entre su regazo.

Envía sobre mi alma angustiada una lluvia de bendiciones  y de gracia y virtud, para poder subir el calvario de la vida, embriagado de tus perfumes, para así poder soportar la carga y alabar a nuestro Dios Padre y a su hijo Jesucristo Crucificado.

Envíame una sonrisa de tus tiernos labios de cielo y una mirada frágil de tus hermosos ojos, que para mí tienen más valor que tus caricias y que todas las alegrías que el mundo encierra. ¡Dios mío! Por intercesión de Santa Teresita dame fuerza para cumplir con mi deber y dame la gracia que en esta plegaria te pido. (Aquí se expone el Favor Urgente) Amén.