Oraciones Para Operaciones Exitosas

¡Bondadoso Señor Mio Jesucristo! Por ser el hijo amado del Dios Padre, hoy quiero suplicarte de rodilla por todas aquellas personas que viven angustiadas ante la inseguridad e incertidumbre que existe en las operaciones bursátiles de la banca.

La falta de dinero se ha acrecentado y es cuesta arriba solventar los apremios de cada día. Gran Benefactor, sabes que esta crisis económica no perdona; no tiene compasión con los necesitados, quienes más padecen sus consecuencias funestas, haciéndolos llegar incluso al suicido ante la impotencia y la depresión, al no poder tener éxito en sus inversiones bursátiles en la banca.

Bendícelos Señor; pon en sus senderos personas influyentes que le hagan ver otras inversiones donde el dinero fluya lícitamente y pueda generarlo de manera honesta y justa en el mercado bursátil, para su complacencia, sin que se olviden de darte las gracias todas las noches.

También permite que de mi boca solo broten palabras de alabanzas y agradecimiento hacia ti ¡Oh sí magnifico Señor!, para que todo, absoluta y plenamente todo lo que invierta se multiplique en abundancia de bendiciones, en riquezas espirituales y materiales, y las operaciones bursátiles sean totalmente exitosas en la banca.

Nuevamente, te alabo y te bendigo Mi Señor por este nuevo día, que es un nuevo comienzo, lleno de optimismo donde el encuentro contigo Señor, me quita el sosiego y calma mis angustias. Oh Señor, elevo mis esperanzas hacia tu reino celestial de lograr el éxito en mis operaciones bursátiles, porque sé Padre Amado que me cumplirás. Amén.

¡Oh Benefactor San Mateo! tú que con la ayuda y la Misericordia del Altísimo lograste ganar paz en la tierra y gloria en el cielo, hoy en esta breve suplica te imploro por el éxito de mis operaciones comerciales, las cuales se han visto un poco débiles por la crisis económica que agobia a mi país.

¡Oh Amado Discípulo! Tú que, aun siendo recaudador de impuestos del imperio romano, abandonaste todo y seguiste los senderos de Jesucristo hasta el final de tu vida terrena; apiádate de mí y permíteme que las ventas se multipliquen para que reine la prosperidad y se fortalezca mi negocio, para beneplácito de mis finanzas y mi familia, que vive de ellas.

Venerado Benefactor, tú que proclamaste la buena nueva de su Palabra, dejando escritos en los sagrados Evangelios que: «según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán» (Mt. 8, 15) te imploro que intercedas por mi ante el Dios Padre Amado y me ayude en estos tiempos difíciles.

La bondad y la misericordia demostrada después que aceptaste a Jesús en aquel camino donde la gloria del Dios Padre te deslumbró, hoy te agradezco que la viertas en mi ¡Amadísimo San Mateo!, Hoy colocó toda mi fe y mis esperanzas en tus manos y confío ciegamente en la piedad del Señor, para que se concreten todas mis operaciones comerciales, que es lo que más deseo.

Socórreme Bendito San Mateo con operaciones mercantiles licitas, para así poder superar esta crisis económica. Regálame la prosperidad que tanto he esperado. No me desampares, porque sabes bien que de ello depende la estabilidad económica y emocional de toda mi familia y la mía propia. Amén.

¡Oh Santificado San Francisco de Asís! A ti acudo, clamando por tu poderosa intervención para resguardar la operación quirúrgica de (se dice la persona) quien será sometida por un mal que ha puesto en peligro su vida.

¡Oh mi Santo de los Estigmas!, pide a Jesús una chispa ardiente del fuego que ardió en tu alma aquel día venturoso en que fue crucificado para que todos puedan recordar tus sagrados privilegios sobrenaturales, así también para que imiten tus ejemplos y sigan poniendo en práctica tus enseñanzas, naciendo, viviendo y muriendo siempre adorando a Dios por sobre todas las cosas.

En esta hora de incertidumbre te rezaré y clamaré Oh Amado San Francisco de Asís, y alabaré tus glorias para pedirte una humilde limosna. Concédemela generoso, por amor al crucificado Jesús y a nuestra gran Madre, la Inmaculada Virgen María, y por la promesa que hicisteis de obsequiar con su hermoso amor todo lo que se te pidiese.

¡Venerado San Francisco de Asís! Por el grandísimo amor que sentiste por nuestro Dios Padre, humildemente te ruego que protejas a (se dice la persona), para que su intervención quirúrgica sea un totalmente exitosa y pronto la volvamos a tener en su humilde hogar, disfrutando de sus seres querido.

Llénala y cúbrela de sanidad y paciencia. Sus hijos sufren y la angustia los tienen a todos muy angustiados por esta difícil operación, pero Tú, Padre Amantísimo, puedes llenarla de salud plena y de nuevas energías para seguir disfrutando del don de la vida que un día le otorgaste. Te lo pido encarecidamente por amor a Dios. Por los siglos de los siglos. Amén.

¡Oh Gloriosa Santísima Trinidad! Que el hijo me guie, el padre me resguarde, el espíritu santo conmigo me acompañe, con la Santísima Trinidad por senderos de luz divina, para que las operaciones fraudulentas se alejen de mi camino y de mis negocios.

Que con la gracia de la Virgen mi cuerpo y mi sabiduría sea bendecido y que tu divino manto me envuelva y me resguarde de mis enemigos y de esas transacciones dudosas que pueden poner en peligro mi reputación comercial.

Ayúdame sagrada esencia espiritual, quiero verme sin heridas, sin cárceles, sin muertes ni heridos ni atropellados. Quiero que Dios siempre se encuentre delante de mí, yo detrás de él, Dios conmigo y yo con él en su regazo, sabiéndome amado y resguardado de esas operaciones fraudulentas.

¡Dios Altísimo y Omnipotente! Sírveme de fortaleza con tu inminente poder protector. Deja que mi señor Jesucristo me acompañe, con la consagración de la Santísima Trinidad, quien siempre está conmigo guiándome en cada operación.

¡Oh, Glorioso Jesucristo Salvador y Redentor del Mundo! Aleja de mis senderos los malos pensamientos de mis enemigos y exclúyeme de los senderos del mal. Llévame por los caminos anhelados del bien con mi Dios Padre, con su hijo Amado Jesús y con nuestro milagroso Espíritu Santo.  Amén.

¡Oh Santo Martín Caballero! Patrono fiel de los Comerciantes, hoy te suplico profundamente para que las operaciones que realice sean exitosas y mi negocio sea próspero y abundante, sin que falten los clientes, quienes siempre los veo entrar ansiosos y salir muy contentos y satisfechos por compra realizada.

¡Amadísimo San Martin Caballero!, concédeme los dones de buen vendedor para poder mejorar las operaciones que realizo con la venta de los vehículos, y así poder llevarle el sustento diario a mis familiares y cuanto necesite en mi vida cotidiana.

Bendice y protege las operaciones comerciales que realizo de mis derroches monetarios e impide que invierta en operaciones comerciales dudosas y peligrosas. Haz que siempre transite con tu divina inteligencia, y que nunca me falte nada que yo requiera con urgencia para salir adelante en las ventas de los carros.

En todo inicio bendíceme de buena manera. Igualmente, a quien se adentre a mi establecimiento para convenir una operación comercial a la hora de pretender comprar un carro, haciendo que mis ganancias florezcan cada día más en el ramo establecido.

Amado San Martin Caballero, concédeme tu inexorable valentía y tu perseverancia cuando lleve a cabo cada una de las operaciones afines a las ventas de carros. Facilítame tu poderosa espada inclemente para defenderme de la competencia y de los enemigos que me acechan con operaciones ilegales y fraudulentas, Haz que las pueda detectar con precisión en mis batallas diarias.

Por último, no permitas que claudique, que decaiga en este negocio que es mi vida y mi sueño más sagrado. Recibe esta humilde plegaria inspirada desde lo más profundo de mi alma. Que nada malo me ocurra en las próximas operaciones comerciales; que sean prósperas, sin la envidia, los chismes, las malas intenciones y todo aquello que quiera dañarme. Amén.