Oraciones a San Valentín 

¡Oh Abnegado y Victorioso San Valentín!, tú que haces milagros de unión para favorecer a los enamorados, a ti acudo en este hora, para suplicarte que te dignes a bendecirme en el nombre del Señor.

Te suplico que, por tu intercesión, pueda encontrar el amor de nuestro Dios Padre en todas sus obras, para luego, centrarme en ese amor, y poder encontrar un amor terrenal digno.

Y a ti, Amantísima y Venerada Virgen María, te imploro que eleves mis humildes oraciones a tu hijo amado Jesucristo, para que junto a San Valentín pueda implorarle en este día y me conceda la dicha de encontrar a la persona deseada para amarla. Amén.

¡Oh Benevolente San Valentín! Excelso guardián del amor, permite que mi corazón no vea tinieblas y presenta ante Él la luz de nuestro Señor Jesucristo y la llama del amor real y autentico. Haz que sienta y me emocione como antes, obséquiame claridad y confianza, permite que olvide los malos recuerdos, aparta las amarguras, desconfianzas y temores, y abre mis senderos hacia el amor.

Permite que en mi vida parezca pronto mi alma gemela, ese ser extraordinario que anhelo con ansias, la otra mitad de mi existencialidad, mi gran amor verdadero, para la gloria de Dios y felicidad de todos.

¡Oh Mi Respetado San Valentín! Permite que pueda hallar el amor que tanto deseo, para que mi vida se colme y se complete con alguien que me ame de verdad, haz que consiga la dicha de poder tener a mi lado un amor real, que me ofrezca la felicidad, la amistad, el cariño y la estabilidad sentimental que tanto he deseado.

Glorioso San Valentín, tú que a tantas parejas has ayudado, auxíliame ahora a mí para poder hallar y tener a mi lado siempre a esa alma gemela tan anhelada y permite que el amor se acerque a mi corazón. Amén.

¡Oh Glorioso San Valentín de las causas justas y urgentes en el amor! Hoy acudo a tu bondadoso poder para que intercedas por mí junto ante Nuestro Señor Jesucristo. Auxíliame en este momento de aflicción y desesperanza ante el amor.

Santo Bondadoso, que para nosotros eres el Santo Patrono de los angustiados y despechados y en buena hora el Santo de las causas apremiantes. Resguárdame, ayúdame, dándome las fuerzas necesarias, el coraje decidido y la tan deseada serenidad para no sufrir más por amor.

Escucha mi llamado urgentemente ¡Mi magnánimo San Valentín! Ayúdame a sobresalir en estas horas difíciles, protégeme de todos los que pretenden dañarme, ampara  mi dolido corazón y atiende mi pedido con urgencia. Regrésame la paz y la tranquilidad. ¡Mi amigo Benevolente San Valentín!

Estoy seguro que seré bendecida(o) y te agradeceré por el resto de mi vida, difundiendo tu alabado nombre a aquellos que en ti confían y tienen fe en tus poderes milagrosos. Muchas Gracias. Amén. (Rezar un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria. Hacer la señal de la Cruz).

¡Oh San Valentín Bendito! Fiel mártir que ponías en riesgo tu vida por los enamorados y hoy gozas del Paraíso Eterno. De hinojos ante tus pies, me arrodillo humildemente ante ti para pedir tu apoyo incondicional. Te clamo con urgencia y fervor para que me auxilies en este instante aciago.

¡Oh Amadísimo San Valentín!, guía y guardián nuestro bendecido!; las necesidades urgentes que agobian mi vida no me permiten el descanso! Sobrevivo en estado de preocupación y de angustia continua. Me encuentro solo y exasperado, el desfallecimiento me acompaña y el dolor perenne se ha apoderado de mí.

Tú, aclamado santo misericordioso que te eriges como el santo patrón de las personas que aman, ayúdame a levantarme de esta mala situación ahora que he perdido el verdadero amor. Santo piadoso, no me abandones. Aquí estoy clamándote para que acudas a mi presto y desbordes sobre mí el valor, la energía y la esperanza de volver a ser amado.

Deseo fervientemente aliviar mis miserias sentimentales, y así con tu intervención pueda solucionar las angustiosas carencias de amor y el dolor que mi corazón derrama de los cuales no encuentro la forma de cómo superarlo y  salir. Por eso te pido que con tu caridad me concedas (Aquí se dice lo que se desea). Amén.

¡Oh Bondadoso San Valentín!, Protector nuestro, enséñame a desplegar mis fuerza e incrementar mi voluntad, para que esta triste etapa sentimental por la cual hoy estoy atravesando se esfume lo más pronto posible y todo haya sido un simple recuerdo.

Permite que toda vivencia amorosa por la que tuve que transitar para aprender y ser cada día mejor ser humano, me ayude a solventar todos esos reveses en el amor y se me abran los ojos, cielos y todas las puertas del progreso  en pro de un futuro prometedor de éxito y dicha plena.

¡Oh Bien Amado San Valentín!; Hoy acudo ante tus pies para pedirte y suplicarte que oigas mis plegarias y que por la bondad que te caracteriza atiendas desde tu sagrada morada mis ruegos por tantos sufrimientos. Hazme olvidar ese amor. Te lo imploro.

De antemano te extiendo mi agradecimiento profundo; gracias mi San Valentín, santidad benevolente, que siempre estás aquí conmigo, escuchando mis lamentos. Pero estoy seguro que mi mejoría se iniciará desde este mismo momento, para el resto de lo que me queda de vida, llevando tu nombre a quien  lo precise. Amén. (Se deben rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Gloria)

¡Oh mi Patrono San Valentín!, acudo a ti en esta hora infausta para que intercedas por mí acompañado de Nuestro Señor Jesucristo, y vengas en mi auxilio en esta hora de desconsuelo y desesperanza ante la traición de la que he sido víctima.

¡Oh Poderoso San Valentín! Hoy he sido traicionado por el amor de la persona que más he amado en este mundo. Mi dolor no me deja ni respirar y siento que mis fuerzas ya están muy débiles para seguir. He pensado hasta en el suicidio, pero esa no es la solución.

La solución está en mi conciencia y con tu ayuda en esta hora angustiosa poder superar este amargo trago. Necesito que me protejas de las malas lenguas, salvaguarda mi reputación, atiende mi humilde solicitud con urgencia. Regrésame la tan anhelada paz al corazón.

Devuélveme el sosiego. ¡San Valentín Benefactor! Siempre te estaré agradecido y promocionaré tu santo nombre a todos los que te rezan con fe y confianza. Por los siglos de los siglos. Amén. (Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y tres glorias por siete días consecutivos).

¡Magnificado seas San Valentín! Tu que te has levantado como atractivo socorrista de las causas urgentes del amor, hoy te agradezco que intercedas en mi nombre frente al Dios padre todopoderoso, para que no me abandones y metas tus manos en estos momentos de desaliento y angustia permanente.

Tú que te has convertido en el santo custodio que se esmera por hacer realidad las causas inverosímiles de los enamorados, el fiel servidor de Dios, que se esmera en los casos urgentes, bendíceme con tu protección, auxíliame, bríndame tus virtudes y fortalece mi coraje, arrojo, calma, entereza y fuerza. Atiende mi humilde llamado porque me siento abatido y desesperado. (Aquí se hace la petición con fe).

Amado San Valentín, no permitas que caiga, ayúdame a prevalecer en estas complejas situaciones. Cuídame de toda cizaña, de cualquier peligro, de las personas y espíritus malignos que quieran dañarme, destruir a mi familia, a mis amigos y hermanos. Préstale atención a mi súplica prontamente.

Regrésale nuevamente la paz a mi ser y a mi hogar que un día nos dio la calma para vivir. ¡Supremo y bien amado San Valentín! Te doy las gracias perpetuamente. Siempre alabaré y extenderé tu nombre entre todos en la tierra y aquellos que deseen alguien como tú, un santo que los oiga atentamente y los atienda con urgencia. Amén.

¡Oh Sacrosanto San Valentín! Tú que eres mi socorro por excelencia frente a las causas justas y urgentes, intercede por mí ante el Altísimo Dios Padre Todopoderoso, para que me prestes socorro en estos momentos de desesperación.

Me urge olvidar a ese amor que se ha marchado sin darme una explicación y por el cual hoy me siento destrozado y sin fuerzas para seguir viviendo. Tú que eres el Santo guerrero y valiente, el fiel y leal servidor de nuestro Dios Padre Omnipotente Dios, atiende mis plegarias.

Tú que eres el estratega de los casos amorosos, dame de tu resguardo, concédeme tus virtudes y fortaléceme íntegramente con valentía, suma calma, serenidad y mucha fuerza. (Aquí se realiza tu petición con fe).

¡Oh Benefactor San Valentín! Ayúdame a enfrentar estas complicadas circunstancias, para poder olvidar a esa persona a la que tanto he amado y hoy me ha abandonado. Ampárame de toda intimidación malsana o de personas y espíritus inicuos que busquen perjudicarme. Amen.

¡Oh Grandioso San Valentín!, hoy necesito de ti. Sabes que mi corazón sufre por la partida de la persona a la que más he amado en esta vida. Solo deseo recuperar su amor, pues estoy convencido de cambiar y de volver a ser un ser amable, amoroso, comprensivo y respetuoso.

Por ello, me siento desprotegido y sin ganas de luchar. Ante esta situación, presta atención a mi ruego prontamente, de lo contrario creo que sucumbiré ante tanto dolor. Mi corazón ya no aguanta y la inmensa angustia me trae malos pensamientos.

¡Bien Amado San Valentín! Por ello, te pido que me protejas; también a mi familia, amigos y mis amados hermanos. Transporta a mi ser y a mi hogar de nuevo la paz, para mañana volver a vivir con tranquilidad y en armonía con el Señor Jesucristo.

Recuperar el amor, es volver a mi santa tranquilidad. Te lo agradezco infinitamente; Ayúdame a lograrlo. Por  siempre te alabaré a viva voz y gritaré tu santo nombre entre todos los que aspiran  a ser alguien como tú: un Santo que escuche a sus devotos y los atienda con urgencia. Amén.

¡Oh mi San Valentín Amado! Santo de las causas nobles y apremiantes, amar y no ser correspondido es como una gran humillación para quien siempre ha amado con pasión. Por eso, hoy quiero que me des alivio a mi corazón para poder perdonar un viejo amor, que me he hizo sufrir.

Ayúdame a doblegar este mal momento e intercede por mí junto a Nuestro Señor Jesucristo, para que me conceda esta plegaria por el bien de mi conciencia y de la paz de mi alma. Santo de las causas imposible; otórgame la serenidad y la compresión que tanto necesito para poder perdonar.

Mi Bien Amado San Valentín, ayúdame a superar este indeseable rencor.  Dale paz a mi corazón para que de nuevo vuelva a amar y ser amado. Al poder perdonar, la paz  me será devuelta y mi alma podrá estar  tranquilidad. Por siempre te estaré agradecido y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe. Amén.