Oraciones a Santa Marta Para Regresar el Ser Amado

¡Sacrosanta Santa Marta! Sabes que las diferencias conyugales hay que saberlas sobrellevar con mucho amor, comprensión, mucha comunicación y sobre todo negociación. Por eso ¡Oh Amantísima Santa Marta!, hace días mi esposa decidió marcharse con mis hijos, dejándome sumamente solo y abatido.

Reconozco que no soy un esposo perfecto. Que a veces exagero en mis decisiones y comportamientos, pero lo único que sé es que a ella y a mis hijos los amo infinitamente, y aunque he insistido para que me perdone, aún se mantiene reacia y se niega volver a su caluroso hogar.

¡Oh Amadísimo Dios Omnipotente y Todopoderoso! Escucha a Santa Marta para que atiendas mis suplicas. Hoy acudo a ti angustiado y muy triste, para recuperar a mi amada esposa y me perdone sinceramente, a fin de poder continuar mi vida matrimonial en paz y armonía, junto a mis adorados hijos.

Protégelos Misericordioso Dios Padre. Tú sabes muy bien lo que un verdadero padre amoroso siente cuando no está al lado de sus hijos. Ayúdalos Amado Dios Padre. La impotencia me trastorna por no poder estar con ellos y resguárdalos de los peligros de la calle.

¡Oh Amadísima Patrona de los casos imposibles! En tu nombre sagrado, te pido fervientemente que me ayudes a recuperar a mi amada esposa, que me busque y podamos reconstruir nuestra relación conyugal, por el bien nuestro y de nuestros hijos, que en mis sueños los veo clamando por mí. Por los siglos de los siglos. Amén.

En la inmensidad de la noche, donde la soledad es mi única compañía, reflexiono sobre la vida y el amor. De ese amor que un día se alejó sin explicaciones y me dejó un sabor amargo, que aun hoy no ha desaparecido de mis labios, que tanto ansían su regreso.

¡Oh Venerada Santa Marta! Si tan solo se dignara a buscarme y a darme una certera explicación de su actitud y su desafortunada decisión de marcharse, la que me ha dejado un horrible y angustioso vacío en mi corazón y no ha logrado aun calmar sus deseos insatisfechos.

¿Cómo puede alguien dejarse amar tanto y romper con tanta dicha y felicidad, desapareciendo de la noche a la mañana sin una causa justificada? No lo entiendo Amadísimo Santa Marta. Todo me parece tan absurdo desde mis sentimientos, que no encuentro sosiego en mis tormentos.

Habla con nuestro amantísimo Jesucristo, esencia del amor más puro, y dile que me oriente en el camino para recuperar a mi ex novia (aquí se dice la el nombre de la novia(o)). Solo deseo buscarla, pedirle perdón y que regrese y le dé aliento a mi corazón, que ya no aguanta más después de tantos meses de desesperación e incertidumbre.

Dame consuelo majestuosa y poderosa Santa Marta en esta hora. Solo deseo recuperar a (se dice el nombre de la novia(o), buscarla o que me busque y bajo la luz de la luna se siente a mi lado para conversar plácidamente y poder desentrañar todo este misterio. Permite que, en ese momento, tus bendiciones nos colmen y tu misericordia se apiade de mí. Por los siglos de los siglos. Amen.

¡Oh! Bendita, Santa Marta, Santa mía, sagrada protectora de todos tus fieles devotos que gozaste del privilegio de conocer a nuestro Señor Jesús. Fuiste testigos de sus múltiples milagros y de la integridad que siempre reinó en su corazón. Lleno de angustia y mucha inseguridad, hoy acudo a ti, ante la perdida de la persona que más he amado.

Lo he visto en brazos de otro amor mientras el mío deambula solitario y callado por los rincones de mi casa. Por eso hoy Santa Marta Bendita solo te pido que me ayudes a separar a (nombre de la persona) de (nombra la otra persona) para que pueda regresar a mis brazos de nuevo.

¡Oh Santa Marta Querida! Coloco mi esperanza en tus milagrosas manos porque para ti no hay nada imposible, ya que, por medio de Jesús, podrás socorrerme y cumplirme mi solicitud. Acoge con consideración mi súplica en tu corazón y dadme la solución a esta pena que me embarga.

Aleja a esa persona, que, con sus artimañas y embrujos, ha hipnotizado su corazón y distrae su mirada hacia mí. Mil gracias te doy ¡Oh Santa Marta Piadosa! Pues estoy seguro que no me dejarás. Confío mucho en que actuarás a mi favor hasta lograr el cometido.

Toda mi veneración para ti y mi honra infinita, pues nunca me has fallado en lo que siempre te pido. Santa Marta, Santa mía, hoy yo me acojo a tu protección y amparo y como prueba de mi afecto y de mi fe te ofrezco esta luz que en tu honor encenderé todos los martes. Permíteme ser feliz sin intrusos en nuestras vidas. Tú eres y serás siempre mi consuelo, por los siglos de los siglos.  Amén.

¡Oh! Grandiosa Santa Marta, resplandeciente Virgen que a los enamorados no desamparas, hoy acudo a ti para que enmiendes mis necesidades, elimines mis miserias y subyugues todos mis problemas como sometiste a la fiera brava que ronda ante tus pies.

Santa Marta, sé que para ti no hay imposibles, agradecería por siempre que, por tu intercesión, me liberes de cualquier maldad, embrujo o mala intención y sanciones con tu justiciero poder a quien se atreva o pretenda dañarme abiertamente o silenciosamente, permitiendo que los avasalle hasta que se arrepientan y me clamen de rodillas el perdón ante nuestros Dios Padre el Altísimo.

Así mismo, encomiendo a ti todos mis deseos para que amanses a (se dice el nombre de la persona amada) sea mi esposa(o), me atienda y no me descuide en mis necesidades, por el contrario, que Santa Marta la subyugue fuertemente, obligándola a que venga y se postre ante mis pies. Amen.

¡Oh Grandiosa y Poderosa Santa Marta!, acudo a ti en esta hora para que me concedas lo que humildemente te solicito y así poder aliviar mis penas y llévame a las sendas del Señor Jesucristo para que con su inmenso y misericordioso amor calme mis sufrimientos.

Santa Marta Bendita, te imploro por favor haz que (se dice el nombre de la persona amada) regrese a mí por siempre para que me haga inmensamente feliz y yo poder hacerla(o) feliz con todo el cariño y el amor más puro que un ser enamorado puede tributarle a la persona que ama. Haz que (se dice el nombre de la amada) no tenga un momento de tranquilidad ni de satisfacción, ni de felicidad, hasta que no la vea postrada ante mis pies pidiendo clemencia.

Santa Marta no permitas que (se dice el nombre de la persona amada), se enamore de nadie porque el(ella) es enteramente mío(a). Que cada minuto que pase en su lugar de trabajo no deje de pensar en mí y solo en mí. Santísima y purísima Santa que cuando (se dice el nombre de la persona amada) permanezca en su hogar solo piense en mí, me recuerde y me extrañe todo el tiempo.

Igualmente, que, a toda hora, cuando duerma, se levante, se bañe, se halle en un bar, en una reunión entre amigos, una fiesta, en el supermercado, transitando por la calle o avenida, o simplemente cuando vea la televisión o una película, se obsesione pensando en mí y me recuerde con nostalgia a mi (se dice el nombre de la persona amada), se sienta sola y se lamente por siempre de haberme dejado.

Santa Marta que (se dice el nombre de la persona amada) vuelva a sentir la atracción, el gusto, necesidad, y amor que sintió por mí al principio de nuestra relación y quiera volver a intentarlo conmigo. Santa Marta ampárame y socórreme por el amor de Dios y concédeme el deseo que te imploro en esta humilde plegaria. Domina y regrésame eternamente enamorada a por el amor de Dios, Amen.