Oraciones para el Día de Todos los Santos

¡Oh Benditos Santos de las causas justas, urgentes y bondadosas! Hoy acudo a  sus poderes sanadores para que intercedas por todos nosotros, con la gracia divina de nuestro Señor Jesucristo. Auxílianos en este momento de aflicción y desesperanza ante la falta de amor en la humanidad.

Ustedes, Santos bondadosos y justos, siempre se encumbran como guerreros y valientes y para nosotros son los guardianes que abrigan a los angustiados y   en buena hora hasta en las causas apremiantes. Resguárdanos, ayúdanos, dándonos las fuerzas que requerimos, el coraje decidido y la tan deseada serenidad para no sentirnos abandonados y solitarios.

Toma en consideración nuestro llamado urgente ¡Mis Apreciados y Magnánimos Santos Amados! En este Dia de Todos los Santos, te pido que nos ayudes a sobresalir en las horas difíciles, protegiéndonos de aquellos que pretenden dañarnos y ampara  nuestro dolido corazón, sin dejar de atender nuestro pedido con urgencia. Regrésanos la paz y la tranquilidad. ¡Mis amigos Santificados!

Estoy seguro que seremos bendecidas(os) y te agradeceremos por el resto de nuestras vidas, difundiendo tu ensalzado nombre a quienes en ustedes confían y tienen fe en sus poderes milagrosos. Por los siglos de los siglos. Amén. (Hacer la señal de la Cruz  y rezar un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria).

¡Santos Protectores Nuestros! Hoy en su día y de hinojos ante sus pies, me arrodillo humildemente para pedir su apoyo incondicional. Les clamo con urgencia y fervor para que me ayuden  en este instante amargo.

¡Oh Amados Santos, guía y guardián nuestro bendecidos!; las necesidades urgentes que afectan mi vida no me permiten el descanso! Sobrevivo en estado de preocupación y de angustia perenne. Me encuentro solo y desesperado, el desfallecimiento me aturde y el dolor se ha sembrado en mi.

Ustedes, aclamados Santos misericordiosos que se erigen como patronos de las causas justas y apremiantes, ayúdame a salir de esta mala situación hoy que he perdido el amor ideal. Por favor, no me abandonen en su Día. Aquí estoy clamándoles para que acudan a mi y me desborden de valor, energía y esperanzas de volver a ser amado.

Anhelo fervientemente tranquilizar mis miserias sentimentales, y así con la  intervención divina pueda acabar con las tristes carencias de amor y el dolor que mi alma derrama sin encontrar la forma de superarlo. Por eso les pido que con su sagrada misericordia me concedas (Aquí se dice lo que se desea). Amén.

¡Oh Misericordiosos y Magnánimos Santos Míos!, Benditos protectores nuestros, enséñenme a desplegar mis fuerzas e incrementar mi voluntad, para luchar y fortalecer nuestra Iglesia en donde quiera que esté y pedirles a ustedes por nuestro Amado Papa Francisco.

Permitan que todo este amor se multiplique en cada cristiano y católico, sobre todo en estos tiempos donde nuestra religión atraviesa por un momento crítico, siendo atacada fuertemente por fuerzas malévolas, que la quieren ver caer. Ayúdala a solventar todos esos ataques y haz que los hombres abran sus ojos, y se abran todas las puertas de su progreso  en pro de un futuro de paz y fraternidad.

¡Oh Grandiosos y Venerados Santos Míos! Hoy acudo a Ustedes para pedirles  y suplicarles que oigas mis plegarias y que por la bondad que a Ustedes los  caracteriza atiendan desde sus sagradas moradas mis ruegos por tantos ataques.

De antemano les extiendo mi agradecimiento profundo; gracias Santos Misericordiosos, que siempre están conmigo, escuchando mis lamentos. Pero estoy seguro que el resurgir de nuestra Iglesia renacerá desde este mismo momento y en su futuro promisorio, llevando sus santidades a quien  lo necesite. Amén. (Se deben rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Gloria)

¡Oh mis gloriosos Santos Patronos!, acudo a a Ustedes ti en esta hora infausta para que intercedan por mí, con el aval de nuestro amado Jesucristo y vengan en mi auxilio en esta hora de desconsuelo y desesperanza ante la traición de la que he sido víctima.

Ustedes que han sido por tradición los guerreros y defensores de los seres afligidos por las penas del alma, que  son los patronos de los hombres desesperados, que son los Santos de las causas urgentes, protéjanme todos los días, brindándome una dosis de amor propio, coraje y tranquilidad ¡Atiende mi llamado! (Aquí se debe hacer el pedido).

¡Oh Mis Venerados y Poderosos Santos! Hoy en su día he sido traicionado por una persona especial, a la que he amado en este mundo. Mi dolor no me deja ni respirar y siento que mis fuerzas ya están muy débiles para seguir con su amistad.

He pensado hasta en la venganza, pero esa no es la solución. Está en mi conciencia y con sus intersecciones podré superar este amargo trago. Necesito que me protejan de las malas lenguas para salvaguarda mi reputación, atiendan mi humilde suplica con urgencia. Regrésenme la tan anhelada paz a mi alma.

¡Mi Santos Benditos! Siempre les estaré agradecido y alabaré sus santos nombres a todos los que rezan con fe y confianza. Por los siglos de los siglos. Amén. (Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y tres glorias por siete días contiguos).

¡Oh Santos Gloriosos!, En su especial día, necesito de todos ustedes. Saben que mi corazón sufre por la partida de tantas personas inocentes a causa de las terribles masacres, provocadas por seres enfermos y traumatizados a quienes no les importa la vida humana.

Nos sentimos desprotegidos y con mucho miedo de enfrentar la cotidianidad, porque uno no sabe dónde está el peligro. Ante este estado, deseo atiendan nuestro ruego prontamente y se detenga tanta maldad; de lo contrario creo que nos veremos obligados al encierro. Mi corazón esta muy triste por lo sucedido y la inmensa angustia me traen malos pensamientos.

¡Bien Amados Santos Patronos! Solo les pido que me protejan, a mi familia, a todos los niños del mundo, a mis amigos y mis amados hermanos. Condúzcanme  a mi hogar sano y en santa paz, para vivir con tranquilidad y en armonía con nuestro Señor Jesucristo.

Recuperar la paz, la seguridad, es volver a nuestra tranquilidad. Ayúdame a lograrlo. Por siempre gritaré sus nombres entre todos los que aspiran  a ser como ustedes: Santos que escuchan  a sus devotos y los atienden con amor y justicia. Amén.

¡Oh Venerados Santos y Patronos! De nuevo acudo a Ustedes en su Día para clamarle por la salud de los hombres y mujeres, Les pido acaben con las enfermedades que hoy agobian a la humanidad. Hoy quiero que le den alivio a esas almas sufridas.

Ayúdalos a superar este trance e intercedan ante Nuestro Señor Jesucristo, para que les conceda esta solicitud por el bien de la humanidad y de la paz de nuestras almas enfermas. Ustedes son los Santos de las causas imposibles; obséquianos la serenidad y la compresión que tanto necesitamos para poder seguir adelante batallando.

¡Oh Mis Santos Patronos del Bien! Ayúdalos a superar este terrible dolor. Dale paz a sus almas para que de nuevo vuelvan a amar y ser amado. Al librarlos de tantas enfermedades, pestes, les será devuelta la alegría y sus almas podrán estar regocijadas. Por siempre les estaremos agradecidos y propagaremos sus milagros y sus nombres a todos los que tienen Fe. Amén.