Nuestro Señor Jesucristo nos encomendó una tarea muy hermosa y gratificadora: salir a evangelizar a quienes aún no lo conocen. En ocasiones, por ausencia de formación teórica y espiritual no nos atrevemos a hacerlo. Por esa razón, en estos Versículos Bíblicos para Evangelizar, te ofrecemos una serie de estos pasajes de la Biblia, para que te animes y te atrevas a hacerlo, confiando en el poder divino de nuestro Dios Padre.
Evangelizar sin miedo, requiere de aplomo y preparación para alcanzar a más almas para Cristo y hablar al corazón del inconverso. Aspiramos que estos sencillos Versículos Bíblicos para Evangelizar sean de gran utilidad y de bendición para quienes los prediquen y oigan.
Versículos Bíblicos para Evangelizar
Romanos 10:12-13
“No hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es Señor de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan, porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.”
Para evangelizar y dar a conocer a nuestro Dios Padre y a Jesucristo su hijo amado, no hay necesidad de diferenciar a los inconversos. Ya sean negros, indios, plancos, amarillos, etc., todos pueden ser bendecidos cuando invocan su nombre. Así que no hay ningún obstáculo racial que impida a los cristianos predicarles la palabra de las Sagradas Escrituras.
Romanos 5:12
“De Adán, la muerte; de Cristo, la vida. Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.”
Con el pecado original de Adán y Eva, el pecado infectó nuestras generaciones; pero con el sacrifico en la cruz de Jesucristo, el concepto de la vida nos cambió. Con Él podemos rehacer y nutrir nuestras vidas para salvarnos de la muerte eterna.
Romanos 5:10
“Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!”
Reencontrarnos con nuestro amado Jesucristo, como intermediario supremo, significa reconciliarnos con nuestro Dios Padre. Gracias a su muerte podemos ser salvados. Pero ¿Cómo lograrlo? Predicando, evangelizando, dando a conocer su palabra y su importancia para alcanzar la armonía necesaria que tanto necesitamos.
Isaías 53:4-6
«Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestras dolencias; y nosotros lo consideramos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él fue herido por nuestras rebeldías, molido por nuestros pecados; la condena de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos curados nosotros. Todos nosotros como ovejas, nos descarriamos y nos apartamos de su camino; más Jehová Dios en él cargó el pecado de todos nosotros.»
Ya, desde hacía mucho tiempo atrás, Isaías nos advertía o visionaba lo que le habría de suceder a nuestro amado Jesucristo. Nos recuerda que nos descarriamos y cada quien se apartó del verdadero camino de la salvación, hasta que el cordero de nuestro Dios Padre, fue colgado en la cruz, quien cargó con nuestros pecados.
Romanos 5:19
“Porque, así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.”
Producto de la desobediencia de Adán y Eva, heredamos el pecado y la muerte se anidó en nosotros. De allí la necesidad de predicar o evangelizar para dar a conocer el hermoso sacrificio de nuestro Señor Jesucristo, pues en la obediencia a las leyes y los mandamientos de nuestro Dios Padre, se encuentra el secreto de nuestra salvación.
Ezequiel 18:4
“He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.”
Todas las almas le pertenecen al Dios Padre, incluso la de nuestro Señor Jesucristo. Nuestras almas también le pertenecen, y quien cometa pecado, se encuentra a las puertas de la muerte. Solo reencontrarse con Jesús valida que sea salvado de la muerte eterna. Y ese reencuentro se puede lograr a través de la evangelización.
Juan 5:24
“De cierto les digo: El que oiga mi palabra y crea al que me envió, tendrá vida eterna; y no vendrá a condenación, más habrá pasado de la muerte a la vida.”
Si tenemos fe y creemos en nuestro amado Jesucristo, quien fue enviado por nuestro Dios Padre para que se sacrificara por todos nosotros, entonces podremos evitar la condenación y pasar de la muerte a la vida eterna.
Mateo 9:13
“Vayan y aprendan lo que significa “Misericordia quiero, y no sacrificio”. Porque no he venido a llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores.”
Entrega y amor total es lo que pide nuestro amado Jesucristo, para predicar y buscar a los pecadores, tratando de que se arrepientan de sus pecados. Esa orden “Vayan”, nos alienta a evangelizar a los hombres y mujeres. Pero la misericordia, de amor y entrega, debe ir por delante en esa tarea, sin discriminaciones de ningún tipo.
Mateo 10:32
“A cualquiera que me confiese delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.”
Confesarse ante Jesucristo es un acto especial para deslastrarse de todas las fallas y debilidades, pero a su vez ya nos estamos confesando con nuestro Dios Padre.
Marcos 10:45
«Porque ni siquiera el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir y para entregar su vida como rescate de muchos.»
Esta es una verdad incuestionable. Jesucristo no vino para que le sirviéramos. Todo lo contrario. Vino a servirnos y a entregarse en la cruz para salvarnos de la muerte, para rescatarnos y poder ser salvados.
Lucas 5:32
“Quien cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios recae sobre él.
Con Lucas se reafirma el concepto de la vida eterna. Y acota, que quien se niega a creer en Él no tendrá vida. Todo lo contrario, la justicia de nuestro Dios padre recaerá sobre los infieles y traidores que lo niegan.
Lucas 9:56
“Porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.”
Cuando Lucas nos dice “Y se fueron a otra aldea”, quiere decir que estaban predicando. Estaban evangelizando de pueblo en pueblo llevando la palabra de salvación de nuestro Señor Jesucristo, quien fue enviado por el Dios Padre, para salvar almas, mas no para que se perdieran en el pecado.
Juan 1:12
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
Aquí también se hace referencia a la discriminación, ratificando que no hay que diferenciar a nadie a la hora de evangelizar, pues todo el que crea en el Dios Padre, a través de su hijo Jesucristo, es su hijo y tiene derecho a conocerle.
Juan 1:17
“Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.”
En estos Versículos Bíblicos para Evangelizar, se hace hincapié en el hecho de que la Ley de Moisés era incuestionable, taxativa si se quiere; pero quien le otorga la gracia y su verdadera interpretación es Jesucristo su hijo amado. Porque Jesús no vino a abrogar la Ley de su Padre, sino a hacerla cumplir…
Juan 3:14-19
«Y así como el patriarca Moisés levantó la serpiente en el desierto, así mismo es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. Pues de tal manera amó Dios a este mundo, que ha entregado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que crea en él no se pierda, más tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo fuese salvado por él. El que en él cree, no será condenado; pero el que no crea, ya ha sido condenado (…) Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.»
Juan en estos Versículos Bíblicos para Evangelizar nos recalca que hay que reivindicar al Hijo del Hombre, en quien debemos creer y confiar para no perdernos en el camino hacia la muerte eterna.
Jesús no fue enviado para castigarnos o condenarnos. Fue enviado para sacrificarse porque Él es la luz que nos ilumina en las tinieblas. ¡Qué amor tan inmenso de parte de nuestro Dios Padre! ¡Entregar a su hijo Unigénito para que tengamos vida eterna! Aleluya.
Versículos Bíblicos para Evangelizar en busca de la Salvación
Recibir a Jesucristo como tu Salvador es una bendición, pues desde ese instante ya eres una nueva criatura. Los cristianos debemos cumplir la encomienda de nuestro Señor de predicar el evangelio al mundo y proclamar la salvación de Dios por medio del sacrificio en la Cruz de Jesucristo. Esta acción es el regalo de Dios para la humanidad. La verdadera predicación cristiana debe fundamentarse en la salvación por la gracia de Dios.
Sin embargo, esta encomienda dada por nuestro Señor Jesucristo, requiere de preparación, la cual solo podemos alcanzar si estudiamos y reflexionamos con sabiduría las Sagradas Escrituras. Y estos Versículos Bíblicos tiene ese necesario propósito. Hay que tener muy claro que el mensaje para predicar debe estar basado en el verdadero arrepentimiento y la justicia divina que nos viene del reino de Dios.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Versículos Bíblicos Para Evangelizar E Interpretación puedes visitar la categoría Versículos.
También te puede interesar: